Alimentar a tu gato con pescado: ¿es bueno?

Alimentar a tu gato con pescado no es necesariamente una opción tan buena como podrías pensar. Así, para algunos gatos recibir pescado como parte de su dieta habitual puede ser un problema.

¿Qué tan bueno es alimentar a tu gato con pescado? Desde siempre ha sido famoso el gusto felino por comer pescado. ¿Pero es correcta la imagen de los libros infantiles que muestran gatos sanos y felices descansando en pilas de espinas de pescado?

Sin duda, informarse es una tarea pendiente de todos los que queremos lo mejor para nuestras mascotas, así que sigue leyendo y entérate de cuál es el consenso.

El pescado como alimento felino

Todos aceptamos que el pescado es un elemento muy rico en nutrientes, que posee un contenido importante de grasas saludables y de proteínas magras.

Sin embargo, el pescado no es un alimento natural para los gatos. Ciertamente, los felinos evolucionaron como carnívoros atrapando y comiendo carne de presas terrestres. El pescado no habría sido algo fácil de encontrar para la mayoría de razas originales de gato y sus ancestros salvajes.

El riesgo de toxinas y metales pesados

Teniendo en cuenta que los peces deben nadar en aguas contaminadas, no es de extrañar que estarían expuestos a toxinas y contaminantes químicos como metales pesados y pesticidas. Esta realidad afecta la ingesta de pescado tanto en humanos como en mascotas.

Cabe señalar que la contaminación de especies –como el tiburón y el pez espada– con mercurio y magnesio es tan aceptada que los médicos aconsejan a las mujeres en edad fértil que no los coman. Por tal razón, si un alimento no es apto por contaminación para ti mismo, probablemente no deberías ofrecerlo a tu gato.

La ingestión a largo plazo de mercurio causa la pérdida de la coordinación muscular. El yodo y los organobromuros en los alimentos húmedos a base de pescado parecen ser factores de riesgo para la enfermedad tiroidea hiperactiva.

Alimentar a tu gato con pescado

Alimentar a tu gato con pescado puede provocar alergias

Es importante conocer que el pescado es uno de los alimentos alergénicos comunes para los gatos. Por lo tanto, si tu gato es propenso a las alergias, el pescado podría ser uno de sus factores desencadenantes.

Si con frecuencia tu gato sufre trastornos digestivos, si su pelaje es opaco o irregular o si presenta a menudo goteo de ojos y nariz, es posible que debas considerar la posibilidad de que haya desarrollado una alergia alimentaria, que puede incluir al pescado.

Lo bueno, lo malo y lo feo del pescado

En primer término, es importante conocer que el alto contenido en yodo puede ser dañino para el gato si consume grandes dosis de pescado. Por otro lado, el pescado no contiene todas las vitaminas, minerales y elementos adecuados para formar una dieta completa.

Además de esto, en las fuentes de agua particularmente contaminadas, donde los peces son capturados, hace que puedan ser tratados con antibióticos. Este tratamiento ocurre para adecuar el pescado para el consumo y, en consecuencia, estos antibióticos pueden afectar a los consumidores.

Esto es particularmente común con peces como las gambas y otros mariscos, el pescado basa o el zapatero del río, un popular sustituto barato del bacalao y otros pescados blancos más costosos.

Gato con raspa de pescado

Cuándo es aconsejable alimentar a tu gato con pescado

Principalmente, debes asegurarte de que el producto está diseñado como un alimento completo y no como golosina. Muchos productos comerciales ricos en pescado deben ofrecerse con moderación, como un regalo. En estos casos es obligatorio que en el etiquetado estén marcados como un alimento complementario y no completo.

Dicho esto, alimentar ocasionalmente con pescado puede ser apropiado; especialmente, las sardinas y arenques son las mejores opciones. Mantener una pequeña lata de sardinas puede ser útil si necesitas tentar a tu gato para comer o para darle una píldora.

Dados los riesgos potenciales asociados con la ingesta de pescado, la recomendación es alimentar a los gatos con pequeñas cantidades de peces de diferentes especies. Además, no se recomienda usar una única marca de alimentos a base de pescado como fuente principal de nutrición.

Se conoce que los gatos alimentados con dietas que contienen menos del 50 % de proteínas de pescado padecen menos enfermedades de la tiroides. Aunque no se ha demostrado que el vínculo sea causal, se recomienda prudencia al alimentar con una dieta alta en proteínas de pescado.

Bibliografía

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