El envenenamiento por plomo en perros no es, quizá, la más común de las intoxicaciones. No obstante, es realmente peligrosa y puede producirse en el hogar. Los miembros de la familia que suelen verse afectados son las mascotas y los niños.
El plomo es un metal que se encuentra naturalmente en la superficie del planeta, en bajas concentraciones. La forma más común que podemos encontrar de plomo es la galena. Este mineral, constituido por sulfito de plomo, es el más utilizado en la industria.
Los desperdicios de este uso del plomo son los que suelen acabar contaminando el aire y el agua, por acumulación en determinadas zonas. Por otro lado, los alimentos no suelen contener plomo, a menos que hayan sufrido a contaminación postcosecha.
Metabolismo del plomo
El plomo puede entrar dentro del cuerpo de un perro a través de tres vías: el aire, la piel o la ingestión directa. Dependerá de la cantidad de plomo con la que el animal haya tenido contacto, la edad de este y su estado fisiológico general, para que el plomo atraviese las barreras biológicas y contamine el cuerpo del can.
Cuando el plomo entra a través de las vías aéreas, pueden pasar al torrente sanguíneo a través de los alvéolos. Además, los restos de plomo que queden en la garganta acabarán en el esófago y, de ahí, al intestino, donde se absorberá.
La sangre actúa como un reservorio y transportador de plomo, que lo repartirá por todos los órganos del cuerpo, como el hígado, riñones, médula ósea o sistema nervioso. Cuando llega al hueso, el plomo compite con el calcio en el proceso de mineralización, lo que hace que este metal pueda permanecer en el perro durante toda la vida de este. Por otro lado, la eliminación y excreción de plomo en canes se realiza a través de la orina y la bilis.
El plomo puede provocar grandes estragos en el cuerpo del perro. Por ejemplo, compite con el calcio en la transmisión del impulso nervioso y en la liberación de neurotransmisores, de forma que altera considerablemente la concentración de estos.
Asimismo, desequilibra el balance de células T, encargadas del buen funcionamiento del sistema inmunológico. Esto provoca la alteración de las respuestas hacia vacunas, alérgenos e infecciones. También afecta gravemente a ciertas partes de los riñones, lo que produce graves hiperplasias, atrofias y degeneraciones irreversibles.
Síntomas de envenenamiento por plomo en perros
Las manifestaciones clínicas de un envenenamiento por plomo en perros pueden presentarse de dos formas: agudas o crónicas. La sintomatología de la intoxicación será diferente en diversos aspectos para una manifestación u otra.
Envenenamiento agudo por plomo en perros
Los perros que se hayan intoxicado con plomo de forma aguda, es decir, una dosis alta de forma puntual, presentan los siguientes síntomas:
- Anorexia
- Salivación
- Vómito
- Diarrea
- Cólico espasmódico
Si son individuos jóvenes, además de lo anterior, podrían presentar síntomas conductuales como:
- Irritabilidad
- Ladridos
- Carreras continuas
- Intentos de morder todo
Para distintos compuestos de plomo, la dosis letal a la que el perro muere es:
- Acetato de plomo: 191 mg / kg
- Óxido de plomo: 1,3 mg / kg
- Sulfato de plomo: 1,366 mg / kg
Envenenamiento crónico por plomo en perros
En los casos de intoxicación crónica, la sintomatología varía según la cantidad de plomo que se haya acumulado en el organismo del perro:
- Anorexia
- Dolor abdominal
- Falta de coordinación
- Baja respuesta cognitiva
- Hipertensión
- Nefritis intersticial
¿Qué hacer si tu perro sufre una intoxicación por plomo?
Si crees que tu perro puede estar sufriendo una intoxicación, debes llevarlo al veterinario inmediatamente. Si este determina que el can puede estar sufriendo un envenenamiento debido al plomo, le proporcionará un tratamiento quelante.
Habitualmente, se considera que un perro está intoxicado por plomo cuando los niveles de este metal en sangre son superiores a 0,35 ppm. Este tipo de tratamiento se utiliza para atrapar los metales pesados que están haciendo daño al cuerpo, en este caso el plomo.
Bibliografía
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- Hernández, L. Intoxicación por plomo y sus compuestos (No. Doc. 2858)* CO-BAC, Santafé de Bogotá).
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