La menola: un pez que vive en los fondos rocosos

La menola, denominada científicamente Spicara maena, es un pez frecuente en todo el mar Mediterráneo y el océano Atlántico oriental. Su escaso valor comercial y su tendencia a vivir a grandes profundidades hacen que su presencia en las lonjas sea limitada.

La menola es un pez que destaca por su amplia distribución geográfica, de ahí la gran cantidad de nombres comunes que se utilizan para designarla. Entre los más conocidos, sobresalen pez trompero o trompetero entre los pescadores del Atlántico, y pez canario o chucla entre los del Mediterráneo.

Generalmente, vive próxima a las aguas costeras, en grandes bancos de peces que nadan por fondos rocosos o en las denominadas praderas de Posidonia. A pesar de preferir dichos entornos, situados entre los 50 y los 150 metros bajo el nivel del mar, puede llegar a introducirse en ríos o lagunas salobres.

Morfología y conducta de la menola

Este pez tiene un cuerpo alargado y comprimido y, en el caso de los machos adultos, destaca la presencia de una elevación en la parte posterior de la cabeza. Esta última es pequeña, con ojos grandes y una boca puntiaguda con dientes en ambas mandíbulas. La aleta dorsal cuenta con líneas espinosas y es alargada y alta, al igual que las aletas pectorales. Por su parte, las aletas pélvicas son cortas y la caudal es escotada.

La coloración de la menola depende de la edad, el sexo y la estación del año. Las tonalidades base más habituales son las grises, azuladas y verdosas, mientras que las aletas son marrones con motas azules. Normalmente, esta pigmentación es más vibrante en los machos, aunque en ambos sexos destaca la presencia de una mancha en el lateral que de noche se mimetiza.

La alimentación de este animal es mixta, puesto que varía en función del momento en el que se produzca. Así, durante el día opta por el zooplancton y, al anochecer, cuando desciende a aguas más profundas, captura pequeños invertebrados bentónicos del fondo.

La reproducción, ovípara y de fecundación externa, suele realizarse en los meses de julio y agosto. En esta fecha, los machos adquieren unas tonalidades brillantes que facilitan la atracción de las hembras que depositarán los huevos en los nidos excavados previamente por sus compañeros. Además, cabe destacar su condición de hermafrodita proterogínica: madura sexualmente como hembra y, años más tarde, como macho.

Distribución y estado de conservación

La menola es frecuente en las costas de Portugal, Marruecos, islas Canarias y, sobre todo, de Italia. A pesar de que resulta relativamente fácil de pescar con anzuelo y redes, su carne insípida hace que no sea muy demandada. No obstante, algunas zonas italianas de la Toscana o Sicilia han convertido a este pez en uno de sus platos más turísticos.

El poco aprecio gastronómico de la menola, junto con su gran abundancia poblacional y amplia distribución geográfica, la convierten en una especie en estado de ‘poca preocupación’ según la UICN. Sin embargo, debido a la ausencia de rasgos llamativos de este animal, muchas veces suele confundirse con otros peces semejantes.

El error más común ocurre con Spicara flexuosa, y es que incluso hay expertos que defienden que ambas son la misma especies. Aun así, la postura más defendida es su distinción, pues esta última presenta una aleta dorsal con la parte anterior más elevada y pigmentada, mientras que los machos se caracterizan por su mayor robustez.