Quién no ha cantado de niño algunas de las tantas canciones infantiles con animales como protagonistas. Seguramente cuando las volvemos a escuchar, o se las enseñamos a nuestros hijos o nietos, se nos disparan buenos recuerdos, más allá del contenido discutible de ciertas letras.
Un recorrido por canciones infantiles con animales
Con sus versos simpáticos y sus melodías pegadizas, las canciones para los niños no solo cumplen una función lúdica, sino que contribuyen a agilizar su memoria y a ampliar su vocabulario, entre otras cosas.
Sin embargo, es justo decir que, al igual que cuentos, películas y otras creaciones artísticas para el público infantil, muchas veces trasmiten –queriendo o sin querer– conceptos erróneos o distorsionados.
Y es que sin cuestionar la bienvenida cuota de fantasía, en el caso específico de las dedicadas a los integrantes del reino animal, pueden llegar a contribuir a la humanización desmedida y a otros tipos de maltratos.
Hechas estas aclaraciones, te proponemos un recorrido por algunas de las canciones infantiles con animales que han traspasado generaciones o van camino –para bien o para mal– de convertirse en clásicos.
Repasamos populares canciones infantiles protagonizadas por animales, más allá del controvertido contenido de algunas de sus letras.
–La gallina Turuleca
Las canciones de los payasos Gaby, Fofó y Miliki forman parte del inconsciente colectivo de infinidad de personas de habla hispana. La gallina Turuleca no es la excepción.
De todas formas, es justo aclarar que se trata de una versión de Galinha Magricela, una canción compuesta por el autor brasileño Edgard Poças. Los Payasos de la Tele la popularizaron a principios de la década del 70.
El tema es tan gracioso que hace pasar desapercibido el dato de que la vecina no alimentaba correctamente a la gallina, que además estaba toda desplumada. Pero igual, no sabemos cómo, el animal acababa poniendo huevos por todas partes.
–Manuelita la tortuga
Grabada por primera vez en 1962, esta creación de la autora argentina María Elena Walsh ha traspasado fronteras y hasta inspiró una película de animación que se estrenó a finales del siglo pasado.
La historia de la tortuga que se ve vieja como para poder conquistar al ‘tortugo’ del que se ha enamorado, y decide viajar a París para embellecerse, no parece cuadrar con lo que las integrantes de los movimientos de mujeres, tan en boga en buena parte el mundo, desearían transmitir a sus hijas.
Además, lo ideal sería que ningún niño que la escuche decida poner en práctica con su mascota lo que le hicieron a Manuelita en la capital francesa: la pintaron con barniz, la plancharon del derecho y del revés, y encima ‘le pusieron peluquita y botines en los pies’.
–La vaca lechera
Vaya paradoja de la vida. Una de las más candorosas canciones infantiles con animales como protagonistas fue escrita por un agente infiltrado entre los anarquistas y miembro de la policía de Francisco Franco.
Fernando García Morcillo escribió La vaca lechera en 1946 mientras hacía un viaje en tren y contemplaba, a través de la ventanilla, los campos poblados de vacunos.
Así empezaron a surgir los inolvidables versos de esa vaca, que se paseaba por el prado, mataba moscas con el rabo, daba distintos tipos de leche … y hasta cocinaba torta de cerezas.
–Estaba el señor Don Gato
La historia de un gato enamorado que se cayó, se murió y resucitó se canta desde hace más de 500 años, con diferentes versiones y en distintos idiomas. Algunos le atribuyen origen sefardí y otros la ubican en la Europa renacentista.
La canción habla de un minino que, al contrario de lo que se supone que les ocurre a los Felis Catus, no cae de pie desde un tejado, se rompe varios huesos y muere, pese al esfuerzo de los médicos por salvarlo.
Por otro lado, juguetea con lo de las siete vidas felinas, ya que el animal resucita al sentir olor a pescado. Y es que, cuando lo llevan a enterrar, pasan por el mercado y el aroma a sardinas hace que el felino despierte.
-El pollito Pío
Una canción que se ha popularizado recientemente, en 2012, es Il pulcino Pio. El éxito comenzó en Italia y luego se extendió al resto de Europa y a América. El tema tiene su origen en una poesía infantil brasileña de Erisvaldo da Silva.
Los versos de El pollito Pío son divertidos y también didácticos, dado que va describiendo los sonidos que emiten distintos animales (gatos, perros, palomas, cabras, etc.). Todo marcha bien hasta que el pollito se topa con un tractor y termina destrozado.
El video de la canción se viralizó rápidamente en Youtube. Hoy alcanza más de 1 200 millones de visualizaciones. Un verdadero récord.
Fuente de las imágenes: Youtube.com