Camaleón pantera (Furcifer pardalis): cuidados en cautiverio

Los camaleones pantera son una especie exótica codiciada por muchos amantes de la terrariofilia debido a sus magníficos colores y costumbres curiosas.
Camaleón pantera (Furcifer pardalis): cuidados en cautiverio
Silvia Conde

Escrito y verificado por la bióloga Silvia Conde.

Última actualización: 28 noviembre, 2020

Furcifer pardalis o camaleón pantera —como es más conocido— es una especie de camaleón originario de la isla de Madagascar. Las dificultades para adquirir un ejemplar, sus cuidados específicos y requisitos parar la cría lo convierten en un animal exótico no apto para principiantes en el ámbito de la terrariofilia.

Aun así, si tienes suficientes conocimientos y medios monetarios, esta especie puede convertirse en la joya de la corona de tu hogar. A continuación, te contamos todo lo que debes saber sobre los cuidados del camaleón pantera.

¿Cómo es el camaleón pantera?

La característica más llamativa de Furcifer pardalis es su coloración vibrante y su gran tamaño —respecto a otros camaleones—, pues un ejemplar adulto puede alcanzar los 23 centímetros de longitud. Esta especie tiene un marcado dimorfismo sexual y es fácil distinguir a ambos sexos:

  • Los machos son más grandes y tienen la base de la cola abultada, lo que indica la presencia de sus hemipenes. También presentan una amplia gama de colores y patrones diferentes, que varían según la zona de donde procedan.
  • Las hembras en cambio, son de color verde pálido o rosa, más pequeñas y con una base de la cola más delgada.

El sexo de los camaleones puede distinguirse a partir de los seis meses. En general, los terrariófilos suelen inclinarse más por la adquisición de un macho, ya que sus colores son verdaderamente increíbles.

Un camaleón pantera se come una langosta.

Cuidados en cautividad del camaleón pantera

Esta especie es delicada y necesita un recinto con unos parámetros que cumplan con sus requisitos. En condiciones naturales el camaleón pantera habita los bosques caducifolios de tierras bajas cerca ríos, pero también puede verse cerca de las carreteras de diferentes zonas de Madagascar.

Este animal prefiere los espacios abiertos donde tomar el sol y utiliza señales visuales dirigidas a las hembras durante el cortejo y a los machos competidores para establecer territorios.

¿Cómo debe ser el terrario?

Para el terrario de este reptil deben usarse materiales inertes, no tóxicos, fácilmente limpiables y que resistan las temperaturas que estos animales necesitan. Normalmente se utilizan instalaciones hechas de malla para mantener a estos reptiles, ya que requieren una ventilación muy específica casi imposible de simular en terrarios de plástico o cristal.

Las dimensiones se recomiendan por individuo y se suelen calcular según la longitud corporal del animal (LCA), sin contar la cola. Por ejemplo: largo 3 LCA x ancho 2 LCA x alto 2-3 LCA. En general, esto se traduce en 1,20 metros de largo y 80 centímetros de ancho y de alto para un solo ejemplar adulto.

El sustrato deberá estar compuesto por tierra preferiblemente orgánica, como es la derivada de la madera de pino o la fibra de coco. Es importantísimo que la instalación tenga múltiples plantas, pues estos animales se pueden estresar fácilmente. En pocas especies es tan esencial la naturalización del terrario como en esta.

La localización del terrario también es importante, debe estar colocado en un lugar poco transitado para reducir el posible estrés al animal.

Condiciones ambientales

La iluminación es muy importante, como en todos los reptiles. Se calcula que el 60 % de la vitamina D del animal se sintetiza bajo luz UVB entre 290-300 nm. Además, la luz UVB colabora a la desinfección de la piel, pues favorece la eliminación de parásitos externos.

Las lámparas de halogenuros metálicos son las más aconsejables ya que emiten luz brillante y calor, pero necesitan unos materiales resistentes que las soporten. Cabe destacar que el foco no dura para siempre, por lo que hay que buscar bombillas nuevas cada 6-12 meses.

En cuanto temperatura, los camaleones —y el resto de reptiles— dependen casi exclusivamente del calor medioambiental para realizar sus funciones vitales, por lo que mantenerlo estrictamente monitorizado es esencial para su supervivencia.

En su medio natural, las temperaturas varían entre los lugares y estaciones, pero el promedio es de unos 24 ºC de mínima y 32 ºC de máxima en las épocas más cálidas. La humedad debe oscilar entre el 60 % y el 70 %. Cabe destacar que estos animales requieren un gradiente ambiental en el terrario. Mantener una zona caliente se logra del siguiente modo:

  • Colocando una manta térmica en un extremo de la instalación, siempre por fuera para que el animal no se queme.
  • Colocando un foco de luz que emita calor en una sección del terrario. 
  • La zona más fría del terrario debe estar a unos 24 ºC y la más caliente a unos 29-32 ºC.

El sustrato y las plantas que formen su enriquecimiento ambiental deben imitar su hábitat de origen. Se recomienda plantar en el terrario ficus, potos, crassulas y sansevierias con un diámetro de ramas adecuado para el tamaño del camaleón.

Alimentación del camaleón pantera

Los camaleones necesitan un aporte de agua mediante  pequeñas gotas en forma de lluvia o simulando rocío. También obtienen agua de los alimentos, pues pueden recibir hasta un 60-80% del agua que necesitan con insectos u otros invertebrados.

Intenta mantener una dieta equilibrada y nutritiva para tu animal, pero ten en cuenta que la cantidad de alimento depende del tamaño y estado de desarrollo del camaleón. Las larvas de insectos tienen un alto contenido en grasas, los grillos adultos, moscas, escarabajos y tenebrios y cucarachas son ricos en proteínas.

Retira los insectos que el camaleón no capture para evitar posibles ataques en sus momentos de descanso.

Para aportar los suplementos vitamínicos —como calcio y vitamina D— puedes espolvorearlos sobre el alimento, en el agua de la bebida o alimentar a las presas previamente con estos suplementos muy poco tiempo antes de ser ingeridas por el camaleón. Este último método es muy efectivo.

Reproducción en cautividad

La reproducción está determinada por los ciclos climáticos en la naturaleza. Los machos realizan un cortejo para atraer a las hembras. Cuando la hembra está grávida presenta manchas de color naranja que aparecen 24 horas después de la cópula, además se muestra más agresiva.

Las hembras desovan en hoyos bastante profundos, así que es importante proporcionarles un lugar donde pueda cavar. Son capaces de poner hasta 93 huevos por puesta, pero existen distintos rangos: lo normal son unos 30 o 40 huevos por puesta.

El periodo de incubación también varía según las condiciones térmicas. Trata con mucho cuidado los huevos y mantenlos siempre en la misma orientación pues, al no tener chalaza, con el movimiento podrías dañar los embriones.

Un camaleón pantera sobre un fondo negro.

Como habrás podido ver, los cuidados del camaleón pantera son múltiples y complejos. Por ello, solo animamos a los terrariófilos más expertos a que adquieran un ejemplar de esta especie.


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  • Beatriz Álvarez Carrión. Influencia de los factores ambientales sobre la aparición de enfermedades en Chamaeleo calyptratus y Furcifer pardalis mantenidos en cautividad, 2018.
  • animaldiversity.org  Furcifer pardalis
  • reptiles magazine. Breeding Panther Chameleons, 2014.

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