Anolis carolinensis o anolis verde: cuidados en cautiverio

Anolis carolinensis es una especie de reptil exótico muy popular en el ámbito de la terrarofilia. Sus cuidados son sencillos, pero hay que tener en cuenta ciertas consideraciones antes de hacerse con un grupo de ejemplares.

La papada de un anolis carolinensis.

El anolis verde (Anolis carolinensis) es un reptil que se ha popularizado como mascota exótica desde los años cincuenta. Sus bonitos colores, agilidad y habilidades para cazar hacen de este animal un fascinante depredador que se puede mantener fácilmente en casa.

De todas formas, estamos ante una especie que no tolera muy bien el manejo, pues se estresa fácilmente y su cola puede romperse con facilidad. Por ello, no podemos recomendar este animal a personas que requieran interactividad continuada con sus mascotas. Si aún así te llama la atención este reptil, esta guía es para ti.

Consideraciones iniciales

El anolis verde (Anolis carolinensis) es endémico del sudeste de Estados Unidos, pero ha sido introducido por el ser humano en lugares como México, donde presenta un claro potencial invasor y una capacidad de impacto media sobre los ecosistemas. Por ello, hay que tener cuidado con su tenencia en países de climas templados o tropicales.

Esta especie se encuentra en la categoría de «preocupación menor (LC)» según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). Por esta razón, no está catalogada dentro del CITES —convenio para la regulación de venta de especies en peligro— y no se requieren permisos especiales para su tenencia.

El anolis verde cría muy bien en cautiverio, por lo que la procedencia del animal, en casi todos los casos, es de centros oficiales y legales. Aún así, es obligación de cada tutor exigir la documentación pertinente que acredite que el reptil ha sido criado y no sustraído de su medio natural.

Un anolis sobre fondo negro.

Cuidados en cautiverio de Anolis carolinensis

Más allá de temas legales y consideraciones previas, el anolis verde es un reptil exótico relativamente fácil de cuidar. Como ya hemos dicho, su rango de distribución comprende desde el sudeste de Estados Unidos hasta México, por lo que sus requerimientos ambientales serán de carácter relativamente húmedo y caluroso.

Terrario

Los anolis verdes son animales arborícolas, por lo que el terrario deberá tener una altura considerable. Debemos tener en cuenta que un adulto puede medir hasta 20 centímetros —aunque el 70 % corresponda a su cola—, así que unas medidas de 50 centímetros de altura y unos 30 de largo y ancho son los requerimientos mínimos de la instalación para una pareja.

El terrario debe ser idealmente de cristal y, además, presentar rejillas superiores e inferiores que permitan la aireación del interior. Las instalaciones preparadas para reptiles exóticos tienen en cuenta estos requerimientos. Además, es adecuado colocar ramas, plantas naturales y múltiples escondrijos, para que el animal pueda escalar y resguardarse.

El sustrato ideal es la fibra de coco o la madera de pino, ambos materiales ampliamente comercializados en las tiendas de animales exóticos. Por último, se puede colocar un pequeño cuenco con agua —muy poco profundo— en el que los animales puedan beber.

Es importante que solo haya un macho por terrario, pues estos animales son bastante territoriales.

Requerimientos ambientales

A continuación, te resumimos en unas pocas líneas los requerimientos ambientales de Anolis carolinensis:

  • Temperatura: el terrario debe presentar un gradiente de temperatura de unos 24 a 27 grados. Esto se consigue colocando una lámpara calefactora en un extremo de la instalación, que calentará una zona concreta. Si la temperatura general es demasiado baja, esta se puede acompañar con una manta térmica tras el cristal.
  • Humedad: la humedad relativa debe ser del 60-70 %. Esto se consigue rociando con agua un par de veces al día la instalación, hecho que también permitirá a los animales beber del agua acumulada en las hojas. Las plantas también ayudan a retener la humedad.
  • Luz: se necesita un tubo de luz UVB/UVA en funcionamiento durante 10-12 horas al día. La bombilla de este debe recambiarse cada seis meses.

Alimentación

La alimentación de estos animales es como la de casi cualquier otro reptil exótico, pues su dieta se basa en insectos y otros invertebrados vivos. El grillo y la cucaracha Blaptica suelen ser las presas predilectas del anolis, aunque a veces también se le pueden ofrecer gusanos y lombrices.

En general, un adulto tiene que alimentarse unas 2-3 veces por semana. También es necesario recalcar que las presas deben embadurnarse con una mezcla de calcio y vitamina D3 una vez a la semana, pues esto fortalecerá el sistema óseo del animal y cubrirá sus necesidades vitamínicas básicas.

Un Anolis carolinensis se come una araña.

Una buena mascota, pero con reservas

Como hemos podido ver, Anolis carolinensis es una mascota exótica que requiere de cierta inversión inicial pues, a pesar de que el animal en sí es bastante barato, la instalación y los focos pueden elevar el precio de todo el kit a unos 200 euros o 250 dólares fácilmente.

Aún así, una vez asentada la colonia, los ejemplares son muy fáciles de cuidar y muestran comportamientos verdaderamente interesantes. Si buscas un reptil que pueda vivir en grupos de cuidados fáciles, sin duda este es tu animal.

Bibliografía

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  • Anolis carolinensis, conabio.org. Recogido a 4 de noviembre en http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/exoticas/fichaexoticas/Anoliscarolinensis00.pdf
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