Hemos escuchado hablar mucho sobre la importancia de socializar a los perros, pero, ¿es necesario socializar a los gatos? Veamos si la localización influye en ellos y si es así, cómo podemos conseguirlo.
La importancia de la socialización en los gatos
Aunque los gatos son mucho más independientes que los perros, su carácter y personalidad cuando son cachorros es muy similar. Son nerviosos y este nerviosismo crece cuando su madre se aleja y desaparece cuando esta regresa.
La diferencia radica en que cuando a un perro se le separa de su madre, inmediatamente crea un vínculo similar con el ser humano que lo ha adoptado, mientras que ese no será el caso de un gato pequeño.
Estudios han demostrado que este vínculo sí se crea cuando el gato pequeño ha sido desde el primer momento alimentado por un humano, pero este vínculo se ha vuelto enfermizo. Una vez que la persona se separa del gatito, este sufre la temida ansiedad por separación, lo que lleva al animal a una situación de estrés que podría arrastrar de por vida.
Es por ello que la socialización, una correcta socialización, será muy beneficiosa para las crías. Lo ideal es hacerlo desde que los gatos son pequeños. Comenzar a interactuar con la madre cuando ha tenido las crías y acariciar a estas será el primer paso hacia una buena relación.
Que más hacer para socializar a los gatos
Aísla los ruidos
Es importante que en los primeros días de vida no haya ruidos o circunstancias que puedan estresar a los gatos. Si esto sucede podrían estar nerviosos y las relaciones sociales con otros congéneres o con personas se pueden dificultar.
Deja que otros vengan
Muchas personas tienen tendencia a no permitir que otras personas, amigos y vecinos vean a los gatitos recién nacidos, y mucho menos que los toquen. Tranquilo, no se van a romper, y relacionarse con distintas personas los ayudará a ser sociables y tranquilos, y los prepara para situaciones futuras.
Cuando sea más mayor…
Sea que tu cachorro ha crecido o que hayas adoptado un nuevo gato, hay unas pautas a seguir que te ayudarán en su socialización.
Adecuar un espacio
Para que un gato se sienta relajado, estable y como en casa, es esencial que tenga un espacio en el que esté cómodo y que se adapte a sus necesidades. Intenta que sea un espacio abierto en el que no haya muchos muebles, con buena ventilación pero que no haga frío, y donde no hayan muchos ruidos.
No olvides poner su comedero, bebedero, arenero y sus juguetes, para que esté como en casa.
Dale comida
Darle de comer con las manos hará que se acerque a ti y comience a perder el miedo a las personas, lo que más tarde le ayudará a relacionarse con otras que no seas tú. Intenta jugar con la comida cuando veas que el gato está más suelto, escóndela y deja que la busque y, por último, dásela como premio.
Juega con él
Es normal que sea difícil para los gatos relacionarse con personas, pues somos muy diferentes. Digamos que ellos nos ven como gigantes que mandan y para quitar esa imagen tenemos que mostrarles otra cara diferente.
El juego es la mejor forma de hacerlo. Al principio podría resultarle un poco extraño, pero si sabes escoger los juegos que le gustan, poco a poco se sentirá más cómodo y se soltará, hasta el punto de que podría estar horas jugando contigo sin parar.
Esto le hará cambiar la imagen proyectada que tiene de las personas y es probable que, cuando tus familiares o amigos se le acerquen, reaccione de otra manera.
Los gatos, al igual que los perros, son animales de manada, y es que les gusta estar con otros a pesar de su carácter independiente. Si no tienen a su familia, tú eres todo lo que les queda, y tener una buena relación contigo les ayudará a ser felices, estables y equilibrados. Esos son los gatos que se relacionan de forma tranquila con otros felinos y con el resto de personas.