Aunque no lo creas, muchos animales salen de noche y duermen durante el día. Dentro de las aves nocturnas podemos hallar varios ejemplos, que se conocen popularmente debido a este hábito. En este artículo te contaremos sobre algunas de ellas.
Ejemplos de aves nocturnas
La orden de aves nocturnas rapaces está compuesta por dos familias: Tytonidae y Strigidae. Pueden habitar en todo el mundo –excepto la Antártida y algunas áreas de Groenlandia– y se las conoce por ser grandes cazadoras. Además, sus hábitos son solitarios y pasan muchas horas posadas en las ramas de los árboles o escondidas en los huecos de los troncos. Algunos ejemplos:
1. Cárabo común
Es ave rapaz es de tamaño mediano y vive principalmente en los bosques de Europa y Asia todo el año porque que no migra y es bastante territorial. Se alimenta de roedores, a quienes atrapa tras lanzarse a toda velocidad desde una rama.
El cárabo común –foto que abre este artículo– tiene una visión nocturna increíble que se combina con unos oídos que le permiten recibir el sonido de forma direccional. Este ave es de color marrón en diferentes tonos y, debido a su característico ‘llamado’ considerado espeluznante, se le asocia con la muerte y la mala suerte.
2. Búho real
Su nombre científico es Bubo Bubo y es otra de las aves nocturnas que se pueden encontrar en Asia y una parte de Europa, ya que se adapta a diversos hábitats: bosques, estepas, tundra y zonas semidesérticas. Construye su nido en acantilados rocosos y cada año la hembra pone unos seis huevos, siempre en invierno o primavera. El resto del año vive solo.
El búho real es el ave rapaz nocturna más grande y se caracteriza por sus dos ‘mechones’ de plumas como si fuesen orejas. Los ojos son naranjas y el plumaje varía entre el marrón, el gris y el negro. Vuela de forma directa y su aullido se oye a dos kilómetros de distancia. Se alimenta de roedores, liebres, palomas y hasta erizos.
3. Autillo yanqui
Es común encontrar este ave –también conocido como autillo chillón– en el este de América del Norte, entre México y Canadá. Puede habitar en ambientes boscosos y se ha adaptado al contacto con el hombre, aunque lo evita con frecuencia (por sus hábitos nocturnos).
Existen cinco subespecies del autillo yanqui, según su ubicación geográfica. Sin embargo, sus plumas son de colores similares: rojizas o grises. De esta manera pueden camuflarse entre los árboles de pino o de hoja caduca. El pico es amarillo y cuenta con unas patas más grandes que sus ‘familiares’ europeos y asiáticos.
4. Mochuelo europeo
También llamado mochuelo común, vive en el norte de África y sur de Europa y Asia, donde elige asentarse en ecosistemas repletos de olivos. Es muy fácil de identificar debido a sus ojos amarillentos –del mismo tono que el pico– y a sus plumas marrones y blancas.
Se le escucha aullar al atardecer, cuando comienza sus actividades de caza; se alimenta de aves pequeñas, roedores, insectos y gusanos. Según la mitología griega, la diosa Atenea era un mochuelo y, por ese motivo, le habían elegido como símbolo de la ciudad de Atenas. En la cultura romana se decía que anunciaba la muerte, y posteriormente fue adoptada como símbolo de la filosofía.
5. Lechuza común
La última de las aves nocturnas de esta lista es la más distribuida del mundo, ya que solo ‘evita’ las áreas desérticas, polares o con gran elevación como los Himalayas. De tamaño mediano y sin diferencia entre los sexos, presenta un disco facial claro en forma de corazón y plumas marrones en varias tonalidades.
Las alas de la lechuza común son cortas, por lo que no realiza vuelos largos. Pero lo bueno es que sus movimientos son muy silenciosos y le permiten cazar sin ser oída. Su dieta está compuesta por roedores, insectos, pequeños pájaros y musarañas.