El canto de la perdiz es muy querido y apreciado entre los expertos y amantes del reino de las aves silvestres. Este pequeño pájaro emite sonidos muy particulares, lo que vuelve único y atractivo su canto natural.
Canto de la perdiz: el reclamo
Las aves emiten diversos sonidos que cumplen funciones diferentes en su comunicación y posicionamiento social. Por ello, cuando decimos ‘el canto de la perdiz’, en realidad nos referimos al tipo de canto más reconocido que emite esta especie.
En este caso, el sonido típico de las perdices que nos permite identificarla fácilmente, es el llamado ‘reclamo’. Se trata de una emisión muy potente, a partir de la cual el ave demuestra su fuerza, potencia y personalidad. Este sonido cumpliría una función similar a una presentación. El reclamo de una perdiz adulta suele tener de tres a ocho golpes, y es muy fácil reconocerlo.
Los otros cantos de una perdiz
Las perdices son reconocidamente aves muy vocales que emiten un gran abanico de sonidos característicos. A continuación presentamos un resumen de los principales cantos de una perdiz adulta y sus funciones principales:
Cuchicheo o ‘dar de pie’
Este canto posee diversos nombres populares: curichí, cuchichí, ‘dar de pie’, churicheo, cuchicheo, etc. Ello sucede generalmente cuando el nombre del canto hace referencia al sonido que se escucha.
Cumple una doble función en la estructura social de las perdices. Cuando el macho lo destina a otro macho, se trata de un canto de desafío. Pero cuando el macho lo dedica a una hembra, se trata de un canto amoroso que es utilizado para llamar la atención e invitar. En el primer caso se escucha un sonido más alto y agresivo, totalmente diferente del amoroso.
Piñones o besos
Este canto consiste en golpes sonoros y secos, que suelen asemejarse al sonido de besos. Nuevamente tenemos un canto con doble función social: entre machos representan un máximo desafío, pero dedicados a una hembra son una íntima invitación. Normalmente, los machos emplean este sonido después del reclamo o para reafirmar el cuchicheo.
Embuchada
El sonido del canto de embuchada es casi idéntico al del reclamo o canto mayor; no obstante, el macho lo emite en un volumen mucho más bajo y de forma más profunda. Suelen ser utilizados antes del reclamo, para marcar el inicio del puesto, o al fin de la tarde, justo antes de su retirada al dormidero.
Maullido
Según muchos expertos, el maullido de la perdiz trasmite el máximo encelamiento del canto de reclamo. Su sonido es muy parecido al maullido de un gato, lo que explica su nombre popular; es muy raro escuchar entre las perdices de campo, pero es frecuente en otras especies.
Goteo
Más que un canto, el guteo puede ser considerado una emisión repetitiva. Se trata del sonido que la perdiz emite al alimentarse, muy similar a un “gu-gu, gu-gu, gu-gu…”.
Las perdices del campo lo encaran como una señal de que pueden acercarse y alimentarse con tranquilidad.
Canto de la perdiz: el titeo
El titeo, también conocido como ‘cañamoneo’, es empleado como un reclamo sobresaliente, por lo cual es emitido pocas veces. Su sonido característico es similar a un “ti-ti-ti-ti-ti…” muy potente, que el ave emite con su cabeza entre las patas.
Cumple nuevamente una doble función en la estructura social de las perdices. Por un lado, consiste en una poderosa llamada amorosa, resultando infalible para atraer a las hembras. Pero en raras oportunidades puede ser usada para convocar a un macho en la plaza y desafiarlo.
Aguileo
Las perdices emiten este sonido cuando reconocen cualquier amenaza para alertar y/o pedir ayuda a sus semejantes. Su efecto es rápido y eficaz: inmediatamente, las perdices que lo escuchan se callan y se aplastan contra el suelo.
Rajeo o ajeo
Este canto es considerado por muchos expertos como la más desagradable emisión de las perdices. Su sonido es muy parecido como un “aj, aj, aj, aj, aj…”, siendo emitido repetitivamente y de forma muy exasperante. Las perdices lo utilizan para expresar irritación, enfado o cualquier malestar.
Picheo
Es un sonido muy típico de las perdices, emitido generalmente cuando son ahuyentadas de algún sitio y rápidamente emprenden el vuelo.
Además de los sonidos anteriores, debemos mencionar el ‘silencio’ que marca las pausas en el canto de las perdices. Así como nosotros realizamos pausas muy expresivas en nuestro lenguaje verbal y corporal, las perdices alternan su comunicación social con estos ‘silencios’.