El prurito canino puede tener diferentes orígenes y causas en un mismo paciente, lo que dificulta mucho obtener un diagnóstico certero. Sin embargo, al mismo tiempo es uno de los signos clínicos más frecuentes dentro de la dermatología. Es por ello que es importante conocer a fondo el prurito canino.
Esta denominación nos puede sonar desconocida, pero el prurito canino afecta frecuentemente a perros de todas las razas y edades. A continuación, te presentamos sus principales síntomas y recomendaciones para ayudarte a cuidar de tu mascota.
Prurito canino: qué es y cómo se desarrolla
La medicina veterinaria utiliza el término ‘prurito canino’ para denominar el picor o la sensación que lleva a la picazón. Su manifestación provoca un deseo intenso y persistente de frotarse, rascarse, lamerse y morderse la piel y el pelaje. De hecho, se le considera más como un signo clínico que como un padecimiento, pero esto depende mucho de las causas que lo originen y del diagnóstico.
Algunas veces, el prurito puede aparecer aisladamente y, generalmente, asociado al sistema nervioso, y desaparece según se satisfaga el deseo de rascarse. Aunque esto también podría propiciar que reaparezca al poco tiempo. Además, puede ser un síntoma de otras patologías, como las inflamaciones, las alergias cutáneas o incluso las infestaciones de ectoparásitos.
El pronóstico del prurito canino suele ser positivo, pero depende del diagnóstico temprano. Si no es tratado debidamente, puede provocar la pérdida completa o parcial de los pelos. En casos más graves, las heridas y úlceras derivadas del intenso rascado pueden derivar en infecciones bacterianas.
Síntomas del prurito canino
El principal síntoma del prurito en perros es, lógicamente, la propia picazón intensa y creciente. El animal puede desarrollar conductas obsesivas y pasar todo el día aislado, rascándose o lamiéndose. Es más, muchos perros se refriegan y se rozan las partes afectadas de su cuerpo contra objetos y muebles del hogar, o árboles en el jardín.
Dicho comportamiento lleva a las siguientes consecuencias:
- Enrojecimiento e inflamación cutánea.
- Heridas y lesiones derivadas de la automutilación.
- Pérdida parcial o completa de pelos (alopecia).
- Infecciones secundarias.
Principales causas del prurito canino
La causa más común del prurito en perros está asociada a infestaciones por ectoparásitos. La presencia de pulgas, garrapatas y ácaros puede llevar al picor intenso y al desarrollo de irritaciones e inflamaciones cutáneas.
Las alergias aparecen como la segunda causa más frecuente del prurito en animales domésticos. Pueden ser ocasionadas por alimentos, parásitos, productos, polvo y algunos agentes naturales, como el moho o el polen.
Algunos endoparásitos, como las lombrices (áscaris), igualmente pueden provocar prurito en nuestras mascotas. Principalmente en cachorros menores de seis meses.
Las sustancias químicas presentes en algunos productos de limpieza y cosméticos también son peligrosas para los animales. No solamente facilitan la aparición del prurito, sino que pueden ocasionar intoxicaciones más graves.
Prurito canino: el factor psicológico
El prurito canino suele complicarse al activar lo que se conoce como ciclo vicioso del picor. La picazón lleva al animal a rascarse para reducir la sensación de picor. Con ello, la comezón aumenta, llevando a un ímpetu más intenso de rascarse y produciendo heridas. Así, mientras el can se rasque, mayor será la molestia y empeorará la condición de la piel.
Pero el ciclo vicioso no se reduce a las expresiones físicas. Esta sensación de picazón suele ser contagiosa y su avance está asociado al sistema nervioso. De hecho, es posible que en algunos casos las terminales nerviosas de la piel provoquen por sí mismas la sensación de picor, lo que significa que el prurito no tiene causa aparente.
El estímulo del picor provocado en la piel llega al cerebro a través de este sistema. La respuesta inmediata del animal suele ser rascarse para aliviarse rápidamente y hacer desaparecer el estímulo extraño.
Pero esta reacción provoca más irritación y lleva a nuevos estímulos de picor. Así se desencadena una serie de reacciones viciosas que puede provocar una intensa irritación cutánea y nerviosa.
El factor psicológico del prurito es tan determinante que puede provocar un contagio entre humanos y animales. En muchos casos, el propietario desarrolla un prurito imaginario por observar el prurito canino.
Diagnóstico del prurito
El prurito es en realidad un signo clínico que aparece en respuesta a algún padecimiento. Sin embargo, existe una gran cantidad de causas que pueden provocarlo, por lo que el diagnóstico se suele hacer con base en análisis físicos y clínicos. Por lo común, las pruebas habituales son la química sanguínea y los raspados cutáneos, pero depende mucho de lo que el veterinario sospeche en la revisión física.
Entre las causas más habituales del prurito se encuentran:
- Ectoparasitismos (pulgas, garrapatas, sarna).
- Endoparasitimos (ascariasis o anquilostoma).
- Alergias.
- Infecciones fúngicas (Malassezia).
- Infecciones bacterianas (Piodermias).
- Dermatitis atópica (sin causa aparente).
Tratamiento del prurito en perros
No existe un único tratamiento para el prurito canino. El veterinario podrá recetar pomadas, pastillas o inyecciones para disminuir el deseo de rascarse y evitar nuevas lesiones. Estos pueden ser glucocorticoides, antiinflamatorios, antibióticos, antifúngicos o antihistamínicos, aunque la elección depende del cuadro clínico y de las necesidades de cada caso.
Además, también es necesario lograr que la zona de prurito se mantenga limpia de cualquier otro patógeno, pues las heridas fomentan su presencia. Es más, en el caso de las alergias, esto tiende a ser suficiente para reducir la sensación de picor en algunos días.
Normalmente, se recomendará un cambio en la dieta y pruebas específicas para descartar la posibilidad de alergias subyacentes. En caso de que se reconozca una infestación por parásitos internos o externos, deberán ser realizadas las debidas desparasitaciones.
Es fundamental no medicar por cuenta propia un animal que sufre de prurito. Muchos fármacos y hasta algunas soluciones caseras pueden empeorar la sensación de picor e irritar más la piel. Así que acude pronto con el veterinario para poder solucionar de inmediato el prurito canino.
El tratamiento del prurito en perros debe ser resultado del diagnóstico llevado a cabo por un veterinario especializado en esta materia.
Prurito en perros: ¿es posible prevenir?
Es posible prevenir el prurito mediante la adopción de hábitos positivos en la higiene del hogar, como mantener el ambiente limpio y ventilado. El animal también debe recibir sus merecidos cuidados, como baños, cepillados, caricias, etc.
Una alimentación equilibrada y práctica regular de actividad física también son cruciales para fortalecer el sistema inmunológico. Las mascotas alérgicas deben tener una dieta hipoalergénica para controlar sus reacciones orgánicas.
La medicina preventiva es esencial para combatir las causas relacionadas con parásitos y alergias. Además, las visitas periódicas al veterinario posibilitan el diagnóstico temprano del prurito canino y otros trastornos en la piel.
Bibliografía
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