Un problema común que se encuentran muchas personas a la hora de pasear a su perro es que este tira de la correa. De hecho, es frecuente ir por la calle y encontrarse a canes ahogados tirando de su dueño. Sin embargo, es importante para los peludos no tirar de la correa. No solamente por comodidad a la hora de pasear, si no porque la presión del collar en el cuello del canino puede provocarle graves problemas de salud.
La importancia del cuello al tirar de la correa
Cuando el perro tira de la correa, el collar le aprieta. El cuello es un lugar muy sensible, con muchas terminaciones nerviosas, varias glándulas importantes para su salud, arterias… Además del sitio donde encontramos el esófago y la tráquea. La presión prolongada del collar en estas zonas puede dañarlas, afectando a la salud general de nuestro perro.
Esta es la primera razón por la que se recomienda usar un arnés en vez de un collar. Si el perro tira con el arnés, la presión la reciben el pecho y el esternón. Estos son huesos, en lugar de partes blandas esenciales para la salud.
Problemas de espalda por los tirones de correa
Los perros que tiran de la correa tienen casi siempre problemas de espalda. La presión del collar en las vértebras puede dañar el resto de la columna vertebral. Prácticamente todos los canes que no saben pasear sin tensión, con la postura forzada de ir empujando, tienen contracturas en la espalda u otros problemas musculares.
Si, además de los tirones del perro, los propietarios le damos de vez en cuando algún tirón para corregirlos, el golpe del collar en el cuello va directamente a las terminaciones nerviosas. Como hemos dicho, estas se alojan en el cuello, y se reparten por toda la médula espinal. Todo ello provoca un calambre que baja por la columna vertebral y se ramifica en todas las extremidades.
También pueden llegar a aparecer hernias o pinzamientos en la médula espinal, que a veces derivan en problemas neurológicos.
Problemas hormonales
El cuello es una zona muy sensible que guarda glándulas hormonales, como la tiroides. La presión puntual o constante encima de estas glándulas provocan que dejen de funcionar correctamente, generando problemas graves en la salud general del perro. Además, pueden verse afectados los sistemas linfático, circulatorio y nervioso, o aparecer enfermedades autoinmunes.
Otros problemas
Pueden aparecer muchos problemas de salud relacionados con tirar de la correa. Los más evidentes son los problemas respiratorios y la aparición de tos crónica. La tráquea está constantemente presionada y forzada. El perro, cuando tira, no puede respirar con normalidad. Incluso puede que el cerebro reciba menos oxígeno del que debería. Puede llegar a aplastarse la tráquea.
Son frecuentes los problemas en los ojos, sobre todo los relacionados con el aumento de la presión ocular.
En la piel también pueden aparecer daños: irritación, dolor, heridas o falsas alergias de piel debidas al roce continuado del collar.
Problemas de comportamiento
Algunos propietarios dicen que tirar de la correa es un problema de comportamiento. Pero estos no tienen en cuenta que otros problemas de comportamiento del perro pueden ser derivados de estos tirones. Como hemos visto hasta ahora, hay muchos problemas de salud diferentes que pueden aparecer: las contracturas, las hernias, las dificultades para respirar, e incluso los desórdenes hormononales. Todos ellos provocan dolor o malestar en cualquier cuerpo.
Un perro que siente dolor no puede tener un buen carácter. La agresividad hacia personas u otros canes muchas veces está relacionada con el dolor. Mal humor, irritabilidad… También pueden estar derivados del dolor.
Es frecuente que perros que hacen destrozos en casa, que no obedecen o no se dejan tocar, sientan alguna clase de malestar o dolor que no pueden aliviar. Incluso en algunos casos, se puede achacar al dolor que el perro ladre descontroladamente.
Un perro que tira de la correa no puede salir o relacionarse con otros peludos con normalidad. No puede hacer los rituales de saludo y los otros canes tendrán malas reacciones delante de él. A veces serán pequeñas riñas, pero su relación con los demás perros puede verse deteriorada, y puede llegar a dar lugar a agresividad con caninos.
Con collares de castigo
Todo esto que hemos dicho se aplica a collares normales. Pero estos problemas de salud se multiplican cuando nuestro perro lleva un collar de pinchos, de eslabones, un lazo, un martingale o un collar eléctrico o antiladridos. De hecho, están prohibidos en algunas partes de España, porque solamente por llevarlos, el perro siente dolor.
No hace falta que el peludo tire de la correa para hacerse daño con estos collares. Es decir, hacen daño simplemente por llevarse puestos. Su uso está completamente contraindicado.
Un perro que tira de la correa con un collar fijo puede llegar a tener alguno de los problemas arriba descritos. Un peludo con un collar de castigo (también mal llamados de entrenamiento) va a tenerlos en algún momento de su vida.
Enseñar a caminar a tu perro sin tirar de la correa no es difícil. Si no puedes o no sabes hacerlo tú mismo, contacta con un educador canino en positivo (que no use collares de castigo y que no enseñe a base de tirones) y él le enseñará a tu mascota. Los tirones de correa son peligrosos y llevarán a tu perro al veterinario.