Las anémonas de mar parecen plantas, e incluso su nombre relaciona su aspecto con las flores del género Anemone, pero son animales. Están relacionadas con las medusas y los corales y, como las primeras, poseen tentáculos urticantes que les defienden de los depredadores.
En este espacio encontrarás una visión de este orden taxonómico, así como de su alimentación, hábitat y tipos que existen. No te pierdas nada, pues hasta los animales que parecen flores marinas tienen curiosidades que contar.
Taxonomía y características
Las anémonas de mar pertenecen al orden Actiniaria. Se trata de hexacorales pertenecientes a la clase Anthozoa y al filo Cnidaria. A diferencia de sus parientes, las medusas, las anémonas nunca avanzan de su fase de pólipo, por lo que viven adheridas a rocas y otras superficies duras.
Algunas especies, sin embargo, son capaces de adherirse a sedimentos blandos o de flotar cerca de la superficie del agua.
Su cuerpo es tubular, coronado por un extremo por el disco pedal (que usa para adherirse a la superficie) y, por el otro, por su boca, en forma de hendidura y rodeada por los tentáculos. Dichos tentáculos están armados con cnidocitos, las células encargadas de crear los nematocistos: los orgánulos en forma de dardo que contienen la sustancia urticante.
El cuerpo, además, se compone de tres capas: la epidermis (la más exterior), la mesoglea gelatinosa, que dota de cierta movilidad al animal; y la gastrodermis, donde se procesan los alimentos. Las anémonas de mar tienen un intestino incompleto, es decir, que la cavidad gastrovascular funciona como estómago y los desechos se excretan por la misma abertura por la que entran, la boca.
Tipos de anémonas de mar
En la actualidad existen unas 1200 especies de anémonas de mar, por lo que su morfología y adaptaciones varían mucho en función de la especie. Existen 2 subórdenes principales de estos animales:
- Enthemonae: anémonas con la morfología mesenterial típica descrita arriba. Forman el grueso de las especies.
- Anenthemonae: estas son todo lo opuesto, es decir, aquellas que no se rigen por la morfología típica de su mesenterio.
Alimentación
Estos animales son depredadores. Además, son activos, es decir, que no esperan a que las presas caigan sobre ellos para atraparlas, sino que utilizan sus nematocistos para paralizarlas. Cuando peces, moluscos o incluso erizos de mar se rozan con un tentáculo, activan el mecanismo de disparo del nematocisto y quedan paralizados por la toxina. En ese momento, la anémona se los lleva a la boca.
Algunas especies también se alimentan del plancton arrastrado por las corrientes marinas. Otras crean simbiosis con plantas, como las algas zooxantelas, dándoles refugio a cambio de parte de la energía obtenida por estas con la fotosíntesis.
El tipo más famoso de simbiosis de las anémonas de mar es con el pez payaso, que son inmunes al veneno y obtienen refugio a cambio de mantenerlas limpias.
Hábitat de las anémonas de mar
Se trata de animales cosmopolitas, es decir, que habitan en cualquier parte del mundo. Por tanto, las diferentes especies se han adaptado a entornos de lo más variopintos, desde las profundidades oceánicas hasta las orillas del mar. Algunas, incluso, son capaces de sobrevivir sin agua cuando baja la marea.
La mayoría de ellas se adhieren a superficies, desplazándose lentamente hacia otro lugar en caso de que su emplazamiento se vuelva inhabitable. Otras se entierran en la arena y otras flotan en mar abierto.
Reproducción
Este es uno de los temas más interesantes de estudiar en estos cnidarios. La variedad de métodos reproductivos es grande, así que vamos a verlos en detalle:
- Reproducción asexual: puede ser por bipartición o por gemación, es decir, dividiéndose en dos o a través de la formación de una protuberancia o yema que crecerá y se convertirá en otro individuo. Algunas también nacen por laceración del disco pedal.
- Sexual: mediante la unión de gametos. Si la fecundación es externa, macho y hembra liberan los gametos y estos se encuentran en el agua. Por el contrario, si es interna, el esperma llega hasta el interior de la hembra para realizar la fecundación.
Cabe destacar que, dependiendo de la especie, una anémona puede ser hermafrodita o tener sexos definidos. Por lo general, el resultado de la fecundación da lugar a una larva capaz de moverse con libertad hasta que encuentre un lugar idóneo donde asentarse y avanzar hacia la fase de pólipo.
Acompañantes antiguas
Como ves, si ahondáramos en las particularidades de cada especie de anémona, el texto sería interminable. Estos increíbles animales llevan en nuestro planeta hace más de 6000 millones de años, por lo que son una muestra más que fiable de cómo era el mundo mucho antes de que nosotros lo pisáramos.
Es así como un animal, en apariencia simple y más cercano a las plantas que a nuestro reino, nos enseña que posee un genoma casi tan complejo como el nuestro. Nunca se debe subestimar a los más invisibles, pues los grandes perfumes se guardan en frascos pequeños.
Bibliografía
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- Beldade, R., Bernardi, G., & Mills, S. C. (2022). Anemonefish Behavior and Reproduction. In Evolution, Development and Ecology of Anemonefishes (pp. 129-142). CRC Press.
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