Conoce al duiker cebra

Aunque su nombre te dé una pista sobre el aspecto que va a tener, el duiker cebra no tiene nada que ver con los équidos que le dan su nombre. Eso sí, su pelaje es rayado como el de las cebras, al menos en una parte de su lomo.

Este delicado y adorable antílope es difícil de localizar, pero aun así está amenazado. Es por ello que la mejor arma para su conservación es conocerle un poco mejor. En este espacio encontrarás todo lo que necesitas saber de este pequeño animal y sus características. No te lo pierdas.

Clasificación y descripción

El duiker cebra responde al nombre científico de Cephalophus zebra. Se trata de una especie de antílope de pequeño tamaño y que pertenece a la familia de los bóvidos, al igual que las vacas, las gacelas, las cabras o las ovejas.

Como podrás observar en su foto, su pelaje es marrón cobrizo con un ligero oscurecimiento en el rostro, las extremidades y la cola. Lo más característico de su aspecto, sin embargo, son las rayas negras y blancas que exhibe en su lomo.

Las hembras son más grandes que los machos. Mientras que ellas miden unos 45 centímetros de altura y pesan hasta 20 kilogramos, los machos solo alcanzan los 40 centímetros y los 15 kilogramos. Se piensa que esta diferencia se debe al largo período de gestación que tienen las hembras.

Hábitat del duiker cebra

El rango geográfico principal de este antílope se encuentra en la parte media occidental del continente africano. Específicamente, se le puede encontrar en regiones aisladas de Sierra Leona y Costa de Marfil, así como en Liberia.

De hecho, es endémico de la selva guineana occidental. Habita zonas montañosas, bosques primarios y tierras bajas, de ahí que sus extremidades posteriores sean más largas, de esta forma se mueve con soltura entre la vegetación alta.

¿De qué se alimenta el duiker cebra?

El duiker cebra es un animal herbívoro estricto. Se alimenta principalmente de frutas y follaje. Dentro de su dieta podrás encontrar las hojas, los brotes y la fruta de temporada que cae al suelo (ya que no tienen altura suficiente para cogerla de la rama).

Muchas veces aprovechan lo que otros animales, como los murciélagos o las aves, dejan caer de los árboles cuando se alimentan.

Además, el engrosamiento de su hueso nasal y frontal le permite abrir frutos de cáscara dura, lo que le otorga una ventaja sobre otras especies con las que comparten el hábitat. También se le ha observado consumir algún pequeño roedor en ocasiones muy excepcionales, pero aún no se sabe suficiente sobre este hecho como para quitarle el título de herbívoro.

Reproducción

Las cebras duikers crían una vez al año. En cada parto solo darán a luz a una cría, pero nace bastante desarrollada y con un peso de 1,5 kilogramos, aproximadamente. De hecho, la gestación dura unos 221 a 229 días (unos 7 meses), un período muy largo para un animal de ese tamaño. Esto, como se decía al principio, explica el mayor tamaño de las hembras.

Las crías crecen a una velocidad asombrosa en el período de lactancia. Pueden llegar a subir unos 94 gramos de peso al día durante los primeros 10 días de vida. Después de ello, la tasa de crecimiento disminuye notablemente.

Las hembras alcanzan la madurez sexual a los 9-12 meses de edad. Los machos un poco más tarde, a los 12-18 meses. Una vez ya son capaces de reproducirse, producen secreciones olorosas a través de varias glándulas del cuerpo, en especial los machos.

Se piensa que, en cada época de cría, las parejas que ya han criado se vuelven a buscar y rara vez cambian.

Comportamiento

El duiker cebra es un animal solitario y de hábitos nocturnos. Solamente se les encuentra agrupados en parejas en la época de cría, ya que los cuidados parentales son compartidos y las crías tienen un largo período de aprendizaje en el que necesitan de sus progenitores.

En cautividad se han reportado hábitos diurnos en esta especie, pero el cambio reporta perjuicios a su salud.

Estado de conservación

Al acudir a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) para consultar su estado de conservación, se indica que se encuentra en estado vulnerable (VU). Esto se debe, principalmente, a la deforestación de su hábitat, la caza indiscriminada para carne y piel y la pérdida de hábitat por la explotación del terreno para actividades económicas.

Como muchas otras especies en peligro, el duiker cebra está adaptado de forma específica a su ambiente, por lo que no sería capaz de sobrevivir en otros hábitats. Esto supone un hándicap a la hora de protegerlos, pues se necesita proteger su terreno y evitar que se explote.

La población silvestre se estima en 9500 adultos maduros y está disminuyendo.

En la actualidad, los últimos bastiones de este antílope se encuentran en los parques protegidos de Sierra Leona y Liberia, donde se han liberado ejemplares criados en cautividad con éxito. Sin embargo, mientras su hábitat natural siga siendo fragmentado y destruido, no existe esperanza para la recuperación del duiker cebra.