Aunque el gato es el felino doméstico más habitual como mascota, no es el único que puede tenerse en casa. Claro está, especies como los tigres o los leones están fuera de discusión, pero algunos otros ejemplares de menor porte podrían satisfacer a los tutores más exigentes. Existen algunos gatos exóticos pequeños que, en ocasiones, se pueden tener como mascotas.
Los animales exóticos son una buena opción para las personas que buscan otras experiencias. Esos sí, ten en cuenta que precisan cuidados diferentes a los de cualquier otra mascota. Sigue leyendo este espacio y conoce algunos gatos exóticos pequeños que pueden tenerse en casa.
Mascotas exóticas
Antes que nada, es necesario precisar que los animales exóticos no suelen estar domesticados. Esto significa que no tienen una relación profunda con el hombre, de modo que no exhiben comportamientos tan cariñosos como otras mascotas. Tampoco soportan bien los espacios reducidos como las jaulas o el interior de la casa. Así, tendrás que pensar bien si tienes todo lo necesario para que vivan contigo.
A pesar de que algunos de estos félidos sean legales a la hora de tenerlos en cautiverio, no significa que tendrán la mejor calidad de vida en este entorno. Ten en cuenta que cada país tiene sus propias regulaciones, por lo que deberás investigar bien cuáles son los requisitos mínimos para mantenerlos como mascotas.
Evita comprar animales que sean extraídos de su hábitat natural y siempre confirma con el vendedor su origen y legalidad.
Felinos exóticos pequeños como mascota
Tener a un felino exótico como mascota siempre es una grata experiencia, aunque en algunos momentos puede ser demandante y desafiante. Aun así, su encanto particular es bastante gratificante. A continuación te mostramos algunos de los “gatos” exóticos pequeños que son factibles de tener como mascotas:
1. Serval (Leptailurus serval)
El serval tiene un pelaje manchado y un porte hermoso que luce elegante en casi cualquier situación. Mide entre 54 y 63 centímetros de altura con un largo de alrededor de un metro. Este es un animal solitario y muy territorial, pero también llega a ser enérgico y juguetón. No en todos los países son felinos legales como mascotas, mientras que aquellos que lo permiten requieren la tenencia de permisos especiales.
2. Gato de la jungla (Felis chaus)
Esta especie recuerda mucho en apariencia al gato doméstico, pero exhibe un pelaje rojo y orejas alargadas similares a las de los linces. Su comportamiento solitario no permite que sea manipulado como cualquier otra mascota, por lo que necesitará estar en su propio espacio la mayor parte del tiempo.
Eso sí, esta especie precisa un espacio bastante amplio en su hábitat para evitar producirle estrés por el encierro.
3. Gato leopardo (Prionailurus bengalensis)
El gato leopardo tiene su origen en Asia, donde habita bosques, junglas y regiones montañosas. Las personas que viven cerca de sus poblaciones salvajes se benefician por su actividad controladora de plagas. Tiene un tamaño similar al gato doméstico y un pelaje amarillo con manchas, cuya tonalidad puede cambiar según la zona geográfica. Es muy solitario y no suele formar lazos con facilidad.
Gatos híbridos exóticos
Uno de los problemas más habituales en el caso de los felinos exóticos es su temperamento salvaje e independiente. Por ello, suelen ser solitarios y es difícil que muestren cariño hacia sus tutores. En un intento de producir ejemplares con un mejor comportamiento, algunos criadores comenzaron a criar híbridos entre estas especies y gatos domésticos.
Lo anterior provocó que se generasen nuevos linajes de gatos exóticos que combinaban lo mejor de ambos grupos. Estos ejemplares aún son difíciles de manejar, pero exhiben un temperamento más tranquilo que permite un mejor acercamiento y control sobre ellos.
En algunos países se requieren permisos especiales para mantenerlos como mascotas si son de primera generación (primeros hijos del cruce). Esto se puede evitar al cruzar de nuevo a los híbridos con gatos domésticos, lo que reduce la cantidad de “genes salvajes” en su ADN. Después de hacer 5 veces el proceso, el ejemplar resultante se puede mantener como un gato común.
A pesar de reducir la cantidad de los “genes salvajes” en los híbridos, necesitarán cuidados especiales para mantener una buena calidad de vida. De hecho, la mayoría de ellos son incapaces de procesar el pienso comercial, por lo que se deberá optar por una dieta cruda bien balanceada. Los siguientes felinos son solo unos ejemplos de estas curiosas mezclas.
4. Gato de bengala
El gato de bengala proviene del cruce entre un gato doméstico y un gato leopardo, por lo que luce un hermoso pelaje moteado. Son félidos robustos, grandes, musculosos y pesados. Mantienen gran parte del aspecto intimidante de su progenitor salvaje, aunque con un carácter más sociable.
5. Gato safari
Es el producto del cruce entre un gato común y un gato de geoffroy (en peligro de extinción). Como resultado, presenta un pelaje corto y bastante moteado. Se trata de felinos extremadamente activos y gustan de jugar al aire libre. Cuando entablan una buena relación con sus tutores, llegan a exigir caricias a los miembros de su familia de forma muy abierta.
6. Machbragal
El machbragal o también llamado bragal es el resultado del cruce entre un gato doméstico y un gato pescador. Su apariencia recuerda un poco a la de un pequeño puma, pero con pelaje gris y patrón de manchas negro. Mantiene la afición por el agua de su progenitor salvaje, además de que es inteligente y sociable. Es raro encontrar a este híbrido como mascota, pues su apareamiento tiene poco éxito.
7. Gato savannah
Este es uno de los híbridos más conocidos y buscados por los amantes de los gatos. Proviene del cruce entre un serval y un gato doméstico, aunque su rostro se asemeja mucho al de un lince. También exhibe un pelaje con patrones moteados irregulares y un color amarillo-marrón como fondo. Mantiene el cuerpo alargado de su progenitor salvaje y conforme crece comienza a parecerse más a él.
8. Chausie
Este hermoso ejemplar es producto del cruce entre un gato de la jungla y un gato doméstico. Se caracteriza por poseer unos bellos ojos claros con pupilas verticales y orejas redondeadas, lo cual le da una apariencia salvaje. Tiene una conducta enérgica, curiosa y atlética que conserva durante toda su vida. Además, es bastante cariñoso y forma lazos profundos con sus tutores.
9. Jungle bob
El híbrido jungle bob resulta del cruce entre un gato de la jungla y un pixie bob (raza doméstica). Esta raza se caracteriza por parecerse un poco al lince, solo que sin el abundante y afelpado pelaje del hocico. Posee un pelo con una coloración semiatigrada, pues las manchas se transforman en anillos o se desvanecen en algunas partes de su cuerpo.
10. Toyger
Este bello gato con pelaje atigrado proviene del cruce entre un gato de bengala (hibrido) y un shorthair (con patrón de rayas). Como resultado, se obtiene un minino que es muy cariñoso e inteligente, por lo que es fácil de entrenar. Su carácter es menos “asilvestrado” que el de otros de la lista, debido a que su progenitor es un híbrido y no una especie salvaje.
11. Serengeti
El serengeti proviene del cruce entre un gato de bengala y un shorthair oriental. El objetivo de este híbrido era crear un minino que se pareciera al savannah sin necesidad de parentales salvajes, de modo que se parecen mucho entre sí. Aunado a ello, ambos ejemplares mantienen la capacidad vocal de su progenitor doméstico.
12. Cheeto
Este híbrido es resultado del cruce entre un gato de bengala y un ocicat (raza doméstica). El pelaje de este ejemplar luce un patrón de manchas muy bien marcado por todo su cuerpo, lo que le da una apariencia salvaje. Sin embargo, es bastante cariñoso y puede llevarse bien con otras mascotas.
Existe una gran cantidad de gatos exóticos que pueden llegar a ser tu mascota. El único problema es que debes asegurarte de si podrás cumplir con sus necesidades básicas o no. La mejor recomendación es que optes por los mininos híbridos antes que por los salvajes, pues son más fáciles de criar y cuidar. Recuerda que siempre existen otras opciones que podrían acoplarse mejor a ti.
Bibliografía
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