La desnutrición en perros es una condición que todo tutor debe evitar a la hora de adoptar un cánido. Este problema alimenticio puede estar presente en el animal en el momento de adopción o, en su defecto, desarrollarse poco a poco por una mala elección dietética en el hogar. Sea como fuere, es un signo muy evidente de que la mascota no está recibiendo los cuidados que necesita.
La desnutrición afecta al pelo, la forma general de perro, su crecimiento, la capacidad que tiene para responder a infecciones, su humor general y muchas cosas más. Si quieres saber más sobre la malnutrición en perros y su signología, sigue leyendo.
La correcta alimentación del perro
Se suele decir que los perros son omnívoros, pero lo más adecuado es considerarlos como “carnívoros no estrictos”. Esto quiere decir que la materia orgánica de origen animal debe ser siempre la base de su alimentación, pero que también se benefician de comer cada cierto tiempo verduras, frutas y otras fuentes que van más allá de los productos cárnicos.
Idealmente, el pienso de mantenimiento dietético debería contener hasta un 30 % de proteínas, un 15-25 % de grasas (a ser posible naturales) y un 15- 20 % de carbohidratos. De todas formas, para abaratar costes los piensos secos pueden contener hasta un 74 % de carbohidratos, tal y como indican fuentes profesionales. Por suerte, los cánidos los asimilan sin mucho problema.
En lo que a cantidades se refiere, todo tutor debe tener en cuenta que la ingesta calórica diaria de cada animal variará según su edad, sexo, raza, tamaño y situación de salud. Aun así, se pueden aplicar las siguientes reglas generales:
- Perros menores de 15 kilogramos (kcal/día): peso x 60 + 80. Si el can pesa 10 kilos, necesitará 680 kilocalorías al día, de forma estimada.
- Entre 15 y 40 kilogramos (kcal/día): peso x 40 + 380. Si el can pesa 20 kilos, necesitará 1180 kilocalorías al día.
- Perros de más de 40 kilogramos (kcal/día): peso x 35 + 580. Si el can pesa 50 kilos, necesitará un máximo de 2330 kilocalorías diarias.
Todas estas fórmulas son estimadas y calculan la necesidad energética en mantenimiento, es decir, sin realizar esfuerzos físicos demandantes. Si tienes cualquier duda acerca de los requerimientos nutricionales individuales de tu mascota, no dudes en acudir al veterinario.
¿Cuáles son los síntomas de desnutrición en perros?
Un perro no solo requiere una cantidad energética mínima para vivir, sino que las concentraciones de macro y micronutrientes de su dieta deben estar balanceadas. Si esto no es así, el animal presentará cada vez más signos clínicos que indican desnutrición con el tiempo. Te presentamos algunos de los más comunes.
1. Falta de energía
La tasa metabólica basal (TMB) refleja la energía mínima que necesita un animal ectotermo para mantener sus constantes vitales, es decir, el calor interno, la respiración, la digestión y la actividad cerebral, entre otras cosas. A este valor hay que sumarle todo el ejercicio que realice el cánido durante el día y otras acciones demandantes a nivel físico.
Si un animal no come lo suficiente para llegar a su TMB, difícilmente tendrá ganas de gastar aún más energía en jugar o correr. Por ello, los perros desnutridos suelen mostrarse apáticos y no responden de la manera esperable a los estímulos.
2. Se ven las costillas del perro
En general, que se intuyan las costillas bajo la piel en la caja torácica es un signo de desnutrición en perros, pues la falta de grasa corporal tiende a exponer estas estructuras óseas. De todas formas, algunas razas muestran más el costillar que otras por su disposición física. Infórmate en tu veterinario acerca de la complexión esperable de tu cánido antes de sacar conclusiones.
3. Mal aliento
La halitosis matinal es muy común en seres humanos, pues al llevar muchas horas sin consumir alimentos, los procesos digestivos liberan gases con olores un poco desagradables. La premisa es igual en perros: si un cánido no come bien, es muy probable que presente halitosis, ya que su estómago está casi vacío.
Si el aliento de tu perro genera un poco de rechazo es normal. Sabrás identificar cuándo es algo verdaderamente insoportable.
4. Diarrea
Puede que la diarrea sea la causa de la desnutrición (por infecciones sostenidas) o que la desnutrición crónica fomente la diarrea. Sea como fuere, un cuadro diarreico que dure más de 48 horas siempre es motivo de visita al veterinario.
5. Otros cambios en las heces
Las heces de un perro deben ser de color marronáceo, maleables, semisólidas y consistentes. Cualquier tipo de deposición que se aleje de esta regla de forma sostenida puede indicar una mala nutrición en el animal. Es momento de activar todas las alarmas si las heces se presentan con sangre, sustancias purulentas o moco.
6. Pelo débil y mal repartido
La piel y los vellos de los vertebrados están compuestos por distintos materiales de origen proteico, tal y como indica el portal VCA Hospitals. Si no se le aporta suficiente proteína en la dieta al animal, es posible que el desarrollo epidérmico se vea truncado, de ahí que la piel y el pelo se muestren débiles y mal aseados.
La desnutrición en perros se puede detectar por una caída de pelo excesiva y constante.
7. Pérdida de peso
Puede parecer obvio, pero la falta de energía se traduce en reabsorción del tejido adiposo y falta de desarrollo del aparato muscular. Solo un veterinario será capaz de diagnosticar el infrapeso en el can, pues lo “normal” en cada caso depende de muchos factores, como sexo, edad, historia vital, salud general y otras muchas cosas más.
8. Facilidad para enfermar
Tal y como indican estudios, la desnutrición se ha asociado a inmunosupresión tanto en humanos como en otros animales. Las barreras biológicas (mucosas y tejidos) se degradan ante la falta de energía, pero las células que patrullan la sangre también se reducen en número y eficacia si el organismo no puede almacenar suficiente energía.
Por esta razón, la desnutrición en perros se puede vincular con una mayor facilidad a enfermar. Un cánido en este estado presentará un cuadro de salud muy frágil, fácilmente perturbable por agentes patógenos que en una condición de normalidad no serían un problema.
9. Depresión
Aunque pueda ser similar a la falta de energía, la depresión desde un enfoque anímico se presenta de forma diferente. Un perro deprimido puede mostrar conductas atípicas (estereotipias), ansiedad, comportamiento irascible, tristeza, llantos y muchas cosas más.
10. Enfermedades de la piel
Como ocurre con el pelo, los cánidos necesitan energía y proteínas para renovar sus capas epidérmicas, pues la tasa de reemplazo celular en estas zonas es muy rápida y exige una alta demanda energética. Si el animal no come suficiente, su piel se verá debilitada con el tiempo y será más fácil que desarrolle enfermedades epidérmicas (fúngicas o bacterianas).
Como has podido comprobar, son muchos los signos clínicos que evidencian una desnutrición en perros. Si detectas cualquiera de ellos de forma sostenida, acude con tu mascota al veterinario sin perder un segundo: una enfermedad infecciosa derivada de la inmunosupresión podría poner en peligro la vida del animal.
Bibliografía
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