La vida en libertad supone una lucha sin descanso por la supervivencia para todas las especies que integran un ecosistema. Es por eso que algunas de ellas, en especial los insectos, han desarrollado técnicas increíbles para evitar a los depredadores, como cambiar el color de las alas.
Este es el caso de algunas mariposas que vas a ver a continuación. Hasta hace poco, la variación cromática de estos animales era un misterio que el humano no había podido desentrañar desde hace muchos años. Recientemente, se han hecho una serie de descubrimientos interesantes que explican la plasticidad de las alas de algunos lepidópteros.
¿Las mariposas pueden cambiar el color de sus alas?
Lo primero es responder a esta pregunta: sorprendentemente, sí. No es algo que se observe a simple vista, por lo que resulta difícil de pensar que un ser tan básico como un invertebrado pueda cambiar de color.
La función que tiene esta capacidad es, como cabría esperar, la de engañar a los depredadores. Los expertos que quisieron investigar este fenómeno se centraron en la especie Heliconius numata, que cambia el color de sus alas para imitar a otras especies, como la mariposa monarca, rechazada por las aves.
Las especies de mariposas del género Heliconius son conocidas por mimetizarse entre ellas, por eso son objeto de estudio.
A esta capacidad se la conoce como mimetismo mülleriano, en la que diferentes especies con características que repelan a los depredadores, como colores vivos o veneno, modifican su aspecto para parecerse entre ellas.
¿Y cómo son capaces de cambiar el color de sus alas?
Para conocer cómo funciona este mimetismo, los investigadores localizaron y secuenciaron la región cromosómica responsable de los patrones de las alas de Heliconius numata. Mediante estudios genéticos, se puede dar respuesta a este suceso.
Durante este estudio publicado en el portal JSTOR, los científicos pudieron observar que el patrón de la variación es controlado por varios genes, cuya combinación favorece el mimetismo y, a la vez, previenen combinaciones que producen patrones no miméticos.
El estudio también encontró que coexisten 3 versiones del mismo cromosoma en el ADN de esta especie y cada versión controla de distintas formas el patrón de las alas. ¿Qué significa esto? Pues que el genoma permite que nazcan mariposas que parecen completamente diferentes entre sí, a pesar de tener la misma carga genética.
El mimetismo en entornos alterados
La especie Heliconius numata no es la única mariposa que cambia el color de sus alas para favorecer su supervivencia. Además, esta técnica no solo se basa en la interacción con los depredadores, sino también con el entorno.
Un claro ejemplo de esto fue el surgimiento de polillas con alas negras en el periodo de la Revolución Industrial en Inglaterra, allá por el siglo XIX. Un estudio de la Universidad de Liverpool en 2011 reveló que la mariposa de los abedules (Biston betularia) cambió el color de sus alas para camuflarse en los troncos de los árboles cubiertos del hollín de la industria.
Este estudio sentó una de las bases de la demostración de que la intromisión del hombre en el entorno afecta a todo el ecosistema. Estas mariposas, cuando finalmente se posaron sobre abedules sin hollín, eran claramente visibles para los depredadores, con el descenso de población que ello conlleva.
El hombre también puede inclinar la balanza fenotípica de una especie a largo plazo.
Conclusiones: conservación de las mariposas en la actualidad
Las mariposas, como muchos otros insectos, son imprescindibles para mantener el equilibrio del entorno. Su función es vital como polinizadoras y sirven de alimento a otras especies. Solo estas labores ya deberían evidenciar que es esencial luchar por su conservación.
La contaminación y el cambio climático son los factores que más han afectado a las poblaciones de mariposas. Multitud de países han comenzado ya sus programas de conservación de estos lepidópteros, entre ellos el censo de especies para conocer cuáles pueden estar en peligro de extinción.
La educación ambiental y social de las nuevas generaciones son la clave para mantener los colores vivos de estos lepidópteros volando entre nosotros. Es necesaria una reflexión final: si las mariposas deciden cambiar el color de sus alas, que no sea por el humano.
Bibliografía
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- Brown Jr, K. S., & Benson, W. W. (1974). Adaptive polymorphism associated with multiple Müllerian mimicry in Heliconius numata (Lepid. Nymph.). Biotropica, 205-228.
- Müller, F. (1879) Ituna and Thyridia; a remarkable case of mimicry in butterflies. (R. Meldola translation) Proclamations of the Entomological Society of London 1879:20-29.
- van’t Hof, A. E., Edmonds, N., Dalíková, M., Marec, F., & Saccheri, I. J. (2011). Industrial melanism in British peppered moths has a singular and recent mutational origin. Science, 332(6032), 958-960.