5 tipos de cripsis: camuflaje animal

El camuflaje es una forma de adaptación, ya que los animales que cuentan con esta capacidad pasan inadvertidos. Así, evitan ser detectados o reconocidos, mientras se asemejan al ambiente o a algún objeto inanimado de su hábitat.

Es sorprendente conocer todas las formas de camuflarse que existen en los animales, pues la selección natural fomenta las adaptaciones más extrañas y específicas en cada ecosistema. Conoce en este artículo 5 tipos de camuflaje animal.

¿Por qué se camuflan los animales?

Uno de los factores selectivos más fuertes de la naturaleza es la depredación. El camuflaje, por su parte, trae mayor supervivencia o mejores oportunidades de alimento, pues también lo utilizan los animales para esconderse de sus presas. Por esto, se puede decir que se usa con propósitos defensivos y agresivos, como cuentan los investigadores Martin Stevens y Sami Merilaita. 

Un buen ejemplo de este fenómeno son las aves del género Caprimulgus —chotacabras o engañapastores—. Estas aves se camuflan asemejándose al entorno, donde descansan durante el día para evitar ser vistas por posibles depredadores, tal y como indica la Universidad de Exeter. 

Tipos de cripsis o camuflaje

Un animal que es difícil de detectar se llama críptico. Algunas formas de cripsis son asemejarse al entorno, usar bioluminiscencia para ocultar las sombras generadas en ambientes acuáticos o decorar el cuerpo con objetos del ambiente —como hojas y ramas—, tal y como lo hacen algunos cangrejos, insectos y caracoles. 

La cripsis —la inclusión de colores y patrones que impiden la detección— también tiene otras estrategias. A continuación, te contamos algunas de las más comunes.

1. Coincidir con el ambiente

Aquí, la apariencia del animal generalmente coincide con el color, la ligereza y patrones de uno o varios entornos. Un buen ejemplo es el calamar, pues puede cambiar su apariencia para que coincida con el fondo y también puede variar su forma para parecerse a objetos, como algas o piedras. 

Los insectos hoja son otro claro ejemplo de cripsis mimética en el reino animal.

2. Contrasombreado

Es una coloración también conocida como contrasombra, contracoloración o ley de Thayer. Según la BBC, el artista estadounidense Abbott Handerson Thayer fue la primera persona que estudió y luego describió e ilustró este patrón de coloración.

Este tipo de camuflaje reduce el contraste de los animales que son más oscuros en su parte superior por medio de la luz, de manera que la forma del animal parece más plana. 

3. Coloración disruptiva

Esta forma de cripsis se reconoce por presentar un conjunto de marcas que crean la apariencia de bordes y límites falsos, lo cual dificulta la detección o reconocimiento de un animal, su contorno y forma verdaderos. Un ejemplo de esta coloración es el ave podargo papú o la víbora hocicuda. 

4. Fusión por movimiento

Ocurre cuando marcas –tales como rayas– se difuminan durante el movimiento, para que coincida con el color y claridad del entorno. Esto evita que el animal sea detectado cuando está en moviendo. 

5. Transparencias

Se da cuando el cuerpo de un animal —o una parte de este– es transparente, lo cual reduce la probabilidad de que sea detectado. Este rasgo parece ser el camuflaje ideal, ya que el ocultamiento no depende del fondo o del comportamiento: solo se hace coincidir el fondo porque lo que se ve es justamente el fondo, como es el caso de las ranas de cristal. 

Otro tipo de camuflaje parecido a este es el camuflaje de espejo. Este se da porque estos animales tiene cuerpos reflexivos, como el cristal de un tocador. Un ejemplo de ello son las sardinas.

Todas estas formas de camuflaje son la prueba viviente de la importancia para los animales de evitar ser presas o de conseguir presas; los factores de selección más importantes en la naturaleza. Muchas veces, el color de un ser vivo puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte.