¿En qué se distinguen una rana de un tritón?

Los anfibios, en la actualidad, ocupan prácticamente todos los hábitats de la Tierra. De entre todos ellos, los anuros son las que tienen más desarrollado el aparato auditivo y los órganos vocales.

Una rana sobre un fondo blanco.

Los Anfibios, (clase Amphibia) son animales vertebrados caracterizados por su capacidad para explotar dos hábitats: uno acuático y otro terrestre. De hecho, la palabra anfibio deriva del griego amphibios, que significa «doble vida». Su propio nombre refleja esta estrategia vital dual.

Cabe señalar, sin embargo, que algunas especies de anfibios habitan en tierra exclusivamente, mientras que otras pasan toda su vida en ambientes acuáticos. Se conocen aproximadamente 8 100 especies de anfibios vivos. Es interesante conocer que todas ellas pertenecen a la subclase Lissamphibia.

Rasgos comunes en todos los anfibios

En general, los lisanfibios comparten características específicas en su estructura dental, piel y depósitos de grasa internos. Por ejemplo, todos exhiben tipos similares de glándulas cutáneas y todos tienen masas de tejido graso llamadas «cuerpos grasos» asociadas con sus gónadas.

Los anfibios modernos están unidos por varios rasgos únicos. Por lo general, tienen la piel húmeda y dependen en gran medida de la respiración cutánea (a través de la superficie de la piel). Además, poseen un sistema auditivo de doble canal, bastoncillos en la retina para discriminar los tonos verdes y dientes pedicelados (de dos partes).

Los anfibios son antiguos habitantes del planeta

Según expertos, los anfibios aparecieron por primera vez hace unos 340 millones de años, durante el período Carbonífero. Cabe señalar que los anfibios no son el paso intermedio evolutivo entre peces y reptiles.

Sin embargo, estos seres representan un hito en la evolución, pues fueron uno de los primeros grupos en divergir de la población ancestral de peces tetrápodos que solamente vivían en el agua.

Existen tres órdenes diferentes de anfibios

Hoy en día, la subclase Lissamphibia se divide en tres órdenes diferentes, que difieren dramáticamente en la forma del cuerpo:

  • El primero, representado por ranas y sapos, conforman el orden Anura.
  • Los tritones y salamandras conforman el orden Caudata.
  • Las cecilias representan el orden Gymnophiona.

Las extremidades, por su presencia los reconocerás

Este es un rasgo que distingue los tres subórdenes. Las ranas y los sapos no tienen cola y son algo rechonchos. En ellos destacan sus extremidades traseras largas y poderosas modificadas para saltar.

Por el contrario, las cecilias no poseen extremidades, son parecidas a gusanos y están muy adaptadas para una existencia excavadora. Las salamandras y los tritones tienen colas y dos pares de extremidades de aproximadamente el mismo tamaño; sin embargo, están algo menos especializados en forma corporal que los otros dos órdenes.

La asombrosa diversidad en la reproducción

Es muy interesante conocer que las aproximadamente 8 100 especies vivas de anfibios muestran más experimentos evolutivos de modos reproductivos que cualquier otro grupo de vertebrados. La metamorfosis de la vida acuática a la terrestre ocurre en miembros de los tres grupos de anfibios, sin embargo, existen numerosas variantes.

Así, algunos taxones tienen huevos y larvas acuáticos, mientras que otros incrustan sus huevos en la piel del lomo de la hembra. También existen grupos cuyos huevos eclosionan como renacuajos mientras que en otros nacen como ranas en miniatura.

En otras especies, las crías se desarrollan dentro del oviducto y los embriones se alimentan de la pared epidérmica de la madre. Es motivo de asombro conocer que existen especies en las que los huevos se desarrollan dentro del estómago de la hembra.

También difieren en tamaño y diversidad de estructura

Los tres órdenes vivos de anfibios varían mucho en tamaño y estructura. A continuación, te mostramos sus características más generales.

Los tritones y salamandras

Se distinguen de otros anfibios por la presencia de una cola larga y dos pares de extremidades de aproximadamente el mismo tamaño, aunque los miembros de la familia Sirenidae son parecidos a una anguila, pues no tienen extremidades traseras.

Los tritones y las salamandras varían mucho en longitud; Los miembros del género mexicano Thorius miden de 2.5 a 3 centímetros, mientras que el género Andrias, endémico de China y Japón, alcanza una longitud de más de 1.5 metros.

¡En qué se diferencian una rana y un tritón?

Las ranas y los sapos

Se identifican fácilmente por sus largas extremidades traseras y la ausencia de cola. También tienen diversos tamaños: la rana goliath de África occidental, que puede alcanzar los 30 centímetros y pesar hasta 3.3 kilogramos, es el anuro más grande.

La ranita Monte Iberia Eleutherodactylus iberia es el ejemplo claro de lo contrario, pues el individuo adulto no llega al centímetro de longitud total. Como podemos ver, la variabilidad morfológica en este grupo es inabarcable.

Un sapo sobre un fondo blanco.

Las cecilias

Son largas, delgadas y sin extremidades. Estas criaturas se han adaptado a los estilos de vida fosoriales (excavadores). Para ello, desarrollaron un cuerpo segmentado por ranuras anulares y una cola corta y roma que no se distingue del resto del animal.

Las cecilias pueden crecer hasta más de un metro de largo. La especie más grande, Caecilia thompsoni, alcanza una longitud de 1.5 metros. Por otro lado, la especie más pequeña, Idiocranium russeli, mide solo de 9 a 10 centímetros de largo.

Una cecilia sobre un fondo blanco.

Otras adaptaciones corporales desarrolladas en cada orden

Además de las especializaciones para saltar, muchos anuros han desarrollado estructuras que les permiten excavar o trepar a los árboles. Así, los anuros que viven en los árboles tienen extremidades y dedos largos con almohadillas adhesivas terminales grandes, mientras que los que excavan presentan extremidades cortas y robustas y grandes tubérculos espatulados hechos de queratina en los pies.

Además, la percepción visual es clave en los anuros para alimentarse y moverse y, por lo tanto, los ojos de la mayoría de las especies son grandes y están bien desarrollados.

También, la vocalización es parte de su comportamiento territorial y de apareamiento y junto al sentido del oído están bien desarrollados. Así, la mayoría de las especies de anuros tienen un tímpano externo, mientras que esta estructura que está ausente en salamandras y cecilias.

Bibliografía

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