La temperatura es un parámetro fundamental para el desarrollo de la vida de todas las especies que habitan en el planeta, pues cada ser vivo se desarrolla dentro de un intervalo determinado de temperatura ambiental. A la vez, cada especie tiene un intervalo aun más determinante de temperatura corporal para que las funciones vitales funcionen correctamente.
El aumento o el descenso de esta temperatura interna puede indicar que algo en el organismo no está funcionando bien. Por esta razón, es importante conocer la temperatura de las mascotas cuando las sentimos débiles y saber cómo tomarla.
Se denomina fiebre o hipertermia al aumento de la temperatura corporal, mientras la hipotermia es el descenso de esta.
Los animales tienen sus propios mecanismos para controlar su temperatura corporal: algo conocido como termorregulación. Pero, en ocasiones, las condiciones ambientales superan las defensas del organismo y es cuando pueden aparecer la fiebre o la hipotermia:
- La fiebre aparece generalmente cuando hay alguna infección en el cuerpo y el organismo lucha para eliminarla.
- La hipotermia, por el contrario, surge cuando el cuerpo pierde más calor del que produce, como por ejemplo en condiciones ambientales frías.
En algunas ocasiones, la temperatura de la mascota puede verse alterada momentáneamente no por una patología, sino por algún estrés a su alrededor como puede ser una mudanza o la época de celo. A continuación te mostramos cómo monitorizar este parámetro tan esencial en el mundo animal.
Cómo tomar la temperatura según la mascota
La manera más exacta de tomar la temperatura es emplear un termómetro, pero no siempre lo tenemos cerca, y existen otros signos corporales que indican esta variación en la temperatura de las mascotas.
Es conveniente que cuando tomemos la temperatura del animal este se encuentre cómodo respecto al lugar y la posición: a nadie le gusta que le muevan mucho cuando siente molestias. Sobre todo cuando empleamos el termómetro, que en general se introduce en la boca o el ano.
Perros
La temperatura corporal de los perros oscila entre 38 – 38,8 grados centígrados. Para comprobarla sin usar el termómetro se pueden palpar orejas y patas, la nariz, las axilas, las ingles e incluso la boca.
Si el perro tiene fiebre se notan más calientes de lo normal las orejas y las patas, y los mismo ocurre con ingles y axilas, que en condiciones normales no lo están. En el caso de la nariz y la boca, cuando la temperatura ha subido, se encuentran secas.
Cuando se comprueba la temperatura del animal con nuestro tacto se aconseja realizar esta medida con las mejillas u otra parte corporal sensible.
Gatos
Los gatos son más sensibles a las altas y bajas temperaturas, y su intervalo de temperatura corporal es algo mayor que en los perros. Se encuentra entre 38 – 39 grados centígrados.
Al igual que en los perros, nos podemos fijar en su nariz: si está seca y caliente, es un síntoma de fiebre. También es un indicador de fiebre en gatos un aumento de la frecuencia cardíaca y la respiración.
Cuando las mascotas están enfermas notamos cambios en su comportamiento, y en gatos cabe destacar que cuando tienen fiebre desatienden su aseo.
Conejos
La temperatura corporal de los conejos el algo más elevada que los dos anteriores, y oscila entre 38 – 40 grados centígrados. Cuando su temperatura se eleva por encima de estos valores notaremos al conejo inapetente, durmiendo demasiado, con los ojos llorosos y temblores. La nariz también se nota caliente y seca.
En el caso del conejo, los indicios corporales de un cambio de temperatura son menores que en perros y gatos, por lo que el uso del termómetro será la mejor opción.
Aves
La mayoría de las aves presentan una temperatura corporal alrededor de los 40 grados centígrados, y cuando enferman su temperatura disminuye drásticamente.
Para determinar su temperatura la mejor opción en este caso es el empleo del termómetro, introduciéndolo en su cloaca. Cambios en el comportamiento y una notable disminución de peso son indicadores de que el sistema de termorregulación del ave no está funcionando correctamente.
Reptiles
A diferencia de todas las mascotas nombradas anteriormente, los reptiles carecen de sistemas propios de autorregulación de la temperatura corporal, y dependen totalmente de la temperatura ambiental.
Además, la escasez de pelo y grasa en su cuerpo hace que les sea difícil mantener el poco calor que producen. Pero esta situación tiene sus ventajas: no necesitan gastar energía metabólica en mantener su temperatura corporal.
Debido a esto, para tomar la temperatura corporal de los reptiles basta con tocar su piel. Un indicador de ella puede ser el lugar donde se encuentren. Estarán al sol cuando la temperatura corporal sea baja y a la sombra cuando sea alta y deseen disminuirla.
Son muchos los indicadores físicos y de comportamiento de la mascota que pueden hacernos pensar que está pasando por un proceso febril o de otros cambios en su temperatura.
En todos los casos, lo más exacto para conocer la temperatura del animal será el empleo del termómetro. Como hemos comentado antes, variaciones importantes en la temperatura corporal indican problemas de salud normalmente, por lo que la vista al veterinario es recomendable.
Bibliografía
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Termorregulación, Khan Academy. Recogido a 15 de Mayo en https://es.khanacademy.org/science/biology/principles-of-physiology/metabolism-and-thermoregulation/a/animal-temperature-regulation-strategies Homeotermos, All you need is biology. Recogido a 15 de Mayo en https://allyouneedisbiology.wordpress.com/2015/09/19/animales-sangre-caliente-fria/