Al igual que el ser humano, los perros también poseen una etapa vital que podemos considerar como vejez. Cuando las mascotas envejecen, a menudo sufren una pérdida en la función cognitiva.
Algunos ejemplos de esto son la pérdida de memoria, dificultad en el aprendizaje, falta de percepción o momentos de falta de consciencia. Con toda probabilidad, estos cambios surgen del deterioro cerebral que sufren los perros ancianos.
La disfunción cognitiva, además de lo nombrado anteriormente, da lugar también a cambios en el comportamiento, como episodios de desorientación. Los perros ancianos parecen olvidar cosas ya aprendidas, como:
- La distribución de su casa.
- Cómo comunicarse con otras personas o animales.
- Aparecen nuevos miedos y ansiedades.
- Parecen olvidar personas, lugares y otras mascotas.
Por si fuera poco, no solo el cerebro es el que envejece, también lo hacen otros órganos. Como consecuencia, pueden aparecer otras patologías que contribuyan a los signos típicos del síndrome de disfunción cognitiva.
No obstante, si un perro comienza a tener pérdidas de memoria u otras conductas típicas del envejecimiento, es fundamental acudir al veterinario. Muchas veces, la patología no está relacionada con la vejez, y si lo estuviera, existen tratamientos para paliarla.
El cerebro de los perros ancianos
El cerebro de los perros que han envejecido naturalmente, es decir, en un ambiente sano que no acelera el envejecimiento, termina acumulando varios tipos de neuropatías. Estas patologías neuronales parecen estar relacionadas con el deterioro cognitivo en los canes.
Por un lado, se produce una atrofia cortical (capa más externa del cerebro) que aumenta de forma significativa con la edad. Asimismo, aparecen más ventrículos, que son unas cavidades que existen en el cerebro y sirven para que circule el líquido cefalorraquídeo.
Por otro lado, existen evidencias de que ciertas neuronas se pierden y que, también, se ve reducida la neurogénesis en el hipocampo. Esta es una región del cerebro encargada del aprendizaje y la memoria. La razón de la pérdida de estas neuronas puede residir en la acumulación progresiva de ciertas neuronas tóxicas, que además de daño oxidativo, generan patologías cerebrovasculares y cambios en la expresión de los genes.
Un buen ejemplo de lo anterior, es que los perros acumulan una proteína concreta que participa de forma crítica en el desarrollo del Alzheimer en humanos.
De hecho, el proceso de envejecimiento del cerebro canino es extremadamente similar a la de las personas.
¿Cómo prevenir la pérdida de memoria en perros?
La vejez y sus consecuencias son un proceso totalmente natural de todos los seres vivos. No podemos pretender que nuestro perro se mantenga joven, sano y activo toda la vida. Debemos ser consciente de que, en algún momento, nuestra mascota comenzará a mostrar los signos típicos de la edad. Cuando llegue, lo importante es estar preparados y apoyarle todo lo que podamos.
A pesar de ello, podemos hacer que su vejez sea lo más positiva posible. Para ello, es fundamental que el can lleve una dieta equilibrada y evitar la obesidad. Además, es muy recomendable hacer un chequeo veterinario completo cuando el perro alcance la edad senior para su raza.
Por otro lado, y con respecto a la pérdida de memoria en perros ancianos, las investigaciones sugieren que una dieta enriquecida con antioxidantes previene el deterioro cerebral. Hay muchos alimentos ricos en antioxidantes, pero si el perro se alimenta a base de pienso, siempre se puede recurrir a un suplemento alimenticio.
¿Debo jugar con mi perro senior?
Muchos tutores, cuando su mascota alcanza cierta edad y se vuelven más perezosas, dejan de estimularlos. Es cierto que, cuando el perro llega a la vejez, la plasticidad cerebral se reduce y les cuesta más aprender cosas nuevas.
A pesar de ello, el enriquecimiento ambiental a través de juegos y pruebas de intelecto motiva mucho a los perros, que mantendrán la mente activa. De esta forma, es muy probable que se reduzca la probabilidad de pérdidas de memoria.
Para concluir, nunca hay que olvidar que, durante la vejez, los perros nos necesitan como cuando eran unos cachorros. Olvidarán que debe hacer pis en la calle, a veces se asustarán al ver a personas conocidas o podrían desorientarse y no recordar dónde se encuentran. Por esta razón, es el momento cuando más cariño y apoyo debemos aportarles.
Bibliografía
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