Los insectos normalmente sufren cierto grado de estigmatización. Sus formas irreales, su número exagerado de extremidades, y sus miembros modificados nos otorgan una imagen de otro planeta con la que nos cuesta empatizar. Pero, ¿cual sería tu reacción si te decimos que algunos de ellos son unos padres ejemplares? Así es, el cuidado parental en insectos existe.
Introduciendo el tema con el vocabulario más técnico, hay que definir qué es el cuidado parental:
- Se trata de una estrategia comportamental y evolutiva adoptada por algunos animales que hacen una inversión para incrementar la eficacia biológica de sus descendientes. Esto es, ellos gastan energía y recursos en favorecer en lo máximo posible el desarrollo y supervivencia de sus hijos.
Esta estrategia está sobre todo registrada en aves y mamíferos, pero el mundo de los insectos también cuenta con padres entregados.
Una excepción a la regla
Solamente un 1% de las especies de insectos descritas muestran cuidado parental. La selección natural favorece la puesta de cantidades ingentes de huevos, imposibilitando esta estrategia.
Aún así, existen especies de artrópodos que limitan el número de descendencia que traen al mundo en cada episodio reproductivo, y por tanto son capaces de mostrar ciertos grados de cuidados dignos de cualquier mamífero. A continuación te nombramos los ejemplos más representativos.
Cuidado de huevos
En algunas especies, el cuidado parental comienza incluso antes de la eclosión de las crías.
Diversas especies de tijeretas limpian sus huevos ante posibles hongos y patógenos. Su atención va más allá, pues secretan bacterias simbiontes sobre ellos que son antifúngicas y bactericidas, protegiéndolos al máximo. Un estudio mostró que solo el 4% de los huevos eclosionaron cuando no existía cuidado por parte de la hembra, en contraposición con casi el 80% cuando ella estaba presente.
Algunas chinches de agua (Belostomatidae) también cuidan de su prole. Los machos adhieren los huevos a su espalda, cargándolos hasta su eclosión. Esto aumenta su visibilidad ante depredadores y les impide realizar su vida con normalidad, pero se arriesgan igualmente.
Atención parental sofisticada
Algunos escarabajos enterradores (Nircrophorus vespilloides, por ejemplo) muestran cuidados parentales complejos.
Tanto los machos como las hembras se ocupan de las larvas en estos casos:
- Construyen nidos donde alojan a su descendencia. En estos depositan carcasas de insectos en descomposición que servirán de alimento a su descendencia.
- Pueden alimentar con carne regurgitada a sus larvas si ellas así lo piden.
- Ante situaciones de escasez, son capaces de sacrificar a las larvas más demandantes de alimento y nutrir con ellas al resto de su descendencia.
Esto puede sonar ciertamente desagradable e incluso salvaje, pero el mundo natural se rige por una mera cuestión de utilidad y supervivencia.
Cuidados grupales
Las cucarachas, a menudo detestadas en círculos humanos, pueden llegar a mostrar el grado de cuidado parental más refinado en todos los insectos.
Algunas especies son vivíparas, es decir, que dan lugar a su descendencia completamente formada sin necesidad de pasar por una etapa de huevo. Estas pequeñas cucarachas conocidas como ninfas se alojan en el interior de las alas de su madre, y esta produce un líquido rico en carbohidratos para nutrirlas.
Por bizarro que pueda sonar, sí, existe la “leche de cucaracha” si lo queremos enfocar de esa manera.
¿Por qué se da el cuidado parental?
Esta estrategia reproductiva, al igual que en aves y en la mayoría de mamíferos, no se da por simple altruismo.
Los padres no deciden perder energía cuidando a su prole porque quieran mucho a sus hijos, si no porque suponen un mecanismo directo de perpetuar su información genética a las siguientes generaciones.
El cuidado parental tiene un motivo evolutivo claro. Cuando existe una una probabilidad muy baja de supervivencia en las crías por si mismas, los padres se ven obligados a sacrificar parte de su ciclo vital en cuidarlas.
Siguiendo el ejemplo anterior de las cucarachas, estas necesitan unos protozoos específicos para digerir ciertos componentes de su dieta. En cada muda de su exoesqueleto estos microorganismos se pierden, por lo que tienen que recibirlos nuevamente de individuos adultos.
Este tipo de sucesos promueven un cuidado parental: Si el animal recién nacido no puede sobrevivir por sí mismo, claramente les toca a los padres sacrificarse.
Bibliografía
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- Mastering enthomology, parental care in insects. Recogido a día 4 de Mayo en https://aphidsrus.wordpress.com/2018/10/30/parental-care-in-insects/