Un pequeño perro blanco, de pelaje largo y ensortijado, de carácter alegre e ideal como compañía. Así podríamos resumir las principales características del bichón frisé, pero hay mucho más para contar sobre este bello e inteligente can. ¿Nos acompañas a descubrirlo?
Un perro de ancestros canarios
También conocido como bichón de pelo rizado, todo parece indicar que los orígenes de este animal hay que buscarlos en el siglo XII, en la Cuenca del Mediterráneo.
Una antigua raza francesa hoy desaparecida, y conocida como barbet, fue cruzada con canes falderos de color blanco. De ahí surgieron los caniches y los ‘perros barbichones’ que, con el paso del tiempo, empezaron a llamarse ‘bichones’.
Estos animales presentaban cuatro variedades: maltés, habanero, boloñés y de Tenerife. En esta última, desarrollada en la isla canaria, encontramos al ancestro directo del actual bichón frisé, que no tardó en convertirse en la mascota preferida de muchos nobles.
Sin embargo, la raza estuvo a punto de desaparecer durante la Primera Guerra Mundial. En la década del 30 del siglo pasado algunos ejemplares fueron rescatados por criadores franceses y belgas, y así pasaron a llamarse bichón a poil frisé (bichón de pelo rizado). Y, a mediados de los años 50, estos simpáticos canes llegaron a América.
Te presentamos al bichón frisé, un elegante y pequeño perro que destaca por su pelaje blanco y rizado, pero también por su inteligencia, adaptabilidad y alegría.
Características físicas del bichón frisé
Con una altura a la cruz inferior a los 30 centímetros, de acuerdo a los estándares de la raza, el bichón frisé es un perro fuerte y compacto a pesar de su tamaño. Entre las características físicas de este refinando y elegante perro podemos destacar:
- Peso: entre tres y seis kilogramos.
- Pelaje: denso, fino y suave.
- Lomo: ligeramente arqueado, ancho y musculoso.
- Cola: de inserción baja, aunque suele llevarla levantada y algo curvada.
- Cuello: largo y erguido.
- Cabeza: achatada en la parte superior. El cráneo es más largo que su hocico.
- Trufa: grande, negra y de forma redondeada.
- Ojos: oscuros y redondos, con expresión de alerta e inteligencia.
- Orejas: colgantes, largas y peludas.
Conoce el carácter de este pequeño can
Muy activo, extrovertido y juguetón, pero adaptable a distintas circunstancias y espacios, el bichón frisé es ideal para personas que no tienen experiencia previa de convivencia con mascotas.
Cariñoso, sociable y sensible, se lleva bien con otros animales domésticos y con los niños pero, dado su reducido tamaño, deben tomarse recaudos si convive con pequeños menores de cinco años, que aún no poseen autocontrol de su fuerza y que podrían llegar a lastimarlo.
Por si esto fuera poco, es un can obediente y fácil de entrenar. Pero, como nada es perfecto, no soporta quedarse demasiado tiempo solo. Así que este es un punto a tener en cuenta al elegirlo como mascota.
Cuidados que requiere la raza
Otro punto a tener en cuenta al decidir tener un bichón frisé como perro de compañía, es el cuidado de su pelaje. Es un animal que no pierde pelo y, para que se lo vea en un estado óptimo y evitar nudos, el cepillado debe ser diario y el baño frecuente.
Además, necesita realizar más ejercicio que otros perros de su tamaño. Lo pasa muy bien en excursiones al aire libre y hasta puede participar sin problemas en competencias de agility.
Con una esperanza de vida de entre 12 y 16 años, es un can que goza de buena salud. Sin embargo, hay que prestar atención a:
- Pérdida de piezas dentales
- Cataratas
- Acumulación de sarro
- Sobrepeso
- Luxación patelar (rótula dislocada), a causa del ejercicio intenso
- Alergias de piel
- Cálculos en la vejiga
- Infecciones en los oídos
Por lo demás, una alimentación adecuada a sus características y acorde con cada etapa de su vida, visitas periódicas al veterinario y no olvidar desparasitarlo y vacunarlo en tiempo y forma, son detalles esenciales para que un perro de cualquier raza lleve una vida sana y feliz.