Los jerbos son seres muy ágiles. Se les conoce con el nombre de roedores de las pirámides, ya que provienen de un hábitat desértico. En estado salvaje, suelen vivir en África y Asia, lugares en los que habitan en madrigueras que ellos mismos construyen para protegerse del calor.
Debido a la convivencia en un hábitat seco, los jerbos sacan casi toda el agua que necesita su organismo de la comida. Son muy sociables con los humanos y debido a que son muy independientes, no requieren de grandes cuidados.
Características físicas
Los jerbos tienen una larga cola que mide casi lo mismo que su cuerpo; llegan a medir unos 12 centímetros. También tienen patas traseras más desarrolladas que otros roedores, gracias a las cuales dan enormes saltos.
Estos pequeños animales se caracterizan por tener ojos muy grandes, lo que les permite estar alerta con respecto a su entorno en caso de encontrarse con un depredador durante la noche (son de hábitos nocturnos). Viven muy poco tiempo en relación a los humanos: de dos a tres años.
Consejos sobre la alimentación del jerbo
La dieta de los jerbos se basa en tres tipos de alimentos principalmente:
- Los granos (cereales y semillas). A los jerbos no les gusta cualquier tipo de comida. Es difícil encontrar alimentos especializados para este tipo de animal en tiendas comunes; por eso es recomendable que el dueño le haga una mezcla especial de cereales y semillas. Todos los ingredientes requeridos son de uso común y pueden encontrarse por separado.
Para comenzar esta mezcla, se usa como base la comida para hámster y simplemente se adapta. ¿Cómo? Primero se sacan la mayoría de semillas de girasol, por su alto valor en grasas y calorías, y luego se agregan otras semillas como alpiste, amaranto, linaza y sésamo.
A este preparado también se le pueden agregar cereales como avena, cebada, centeno, maíz, trigo, etc. Lo ideal es que las semillas y cereales utilizados sean variados y de fácil manipulación, que quepan en sus manos.
Las semillas y cereales deben ser la base alimenticia de cualquier jerbo doméstico; también se les puede dar arroz cocinado, guisantes y soja.
- Frutas. Se recomienda darles frutas una vez por semana. Les encantan las manzanas, y se deben evitar frutas como las fresas, uvas y pasas.
- Verduras. Se recomiendan con una frecuencia de dos veces por semana, sobre todo hervidas. Las verduras que más les gustan son las lechugas y zanahorias; sin embargo, comen casi cualquier vegetal u hortaliza.
Otros alimentos para su dieta
Además de su comida, también de vez en cuando pueden alimentarse de otras cosas:
- Pan. Es importante que esté duro para que puedan roerlo con sus dientes.
- Pipas de girasol y calabaza. Son sus favoritas, pero por su alto contenido graso se recomienda dosificarlas y combinarlas con ejercicio.
- Frutos secos. Sin sal, tales como almendras, nueces, maní o cacahuete y quinoa.
Cuanto más variada sea su alimentación, mejor; lo más importante de esta es que sea alta en proteínas. Un jerbo adulto con actividad normal requiere de un 12% de proteínas y un 7% de grasas en su dieta; uno mayor de dos años cambia a 17% y 4%, respectivamente.
Alimentos prohibidos
A continuación, veremos una lista de alimentos comunes en casa que podrían dañar la salud del jerbo:
- Dulces, chocolates y miel. Tóxicos, pues contienen demasiados azúcares.
- Leche. Estos animales no digieren la lactosa, pues no es natural en su dieta.
- Ajo y cebolla. Pueden provocar anemia e irritan las mucosas.
- Tomate verde (sin madurar). Provoca intoxicación.
- Semillas de manzana o pera. Contienen cianuro, así que son tóxicas.
- Berenjena. Les causa intoxicación.
- Comida de conejo. No satisfacen las necesidades nutricionales propias de un jerbo; además, contienen antibióticos que pueden hacerlos enfermar.
- Pescado crudo. Podría contener parásitos.
- Frijoles crudos. Tóxicos.
- Cítricos. Por su acidez, pueden provocar diarrea.
Comida y comportamiento
Hay algunas pautas de comportamiento que pueden indicarnos la forma en que debemos actuar, en lo que a la comida del jerbo se refiere.
- Los jerbos suelen enterrar los alimentos y el comedero. Cuando desentierran el comedero y lo ponen nuevamente a la vista en la jaula, significa que ya han acabado de comer y quieren más.
- No se recomienda volverles a poner comida si aún tienen en su plato, pues tienden a comerse primero las semillas que más le gustan y dejar el resto. Si no se le da más alimento, optarán por comerse lo que hay.
- La ración de alimento diaria equivale a una cucharada.