Los parches calientes en perros

Cualquier cosa que cause irritación en la piel de nuestra mascota puede dar origen a esta patología, que provoca que el perro se rasque continuamente

Perro se rasca

La denominación parche caliente proviene del vocablo inglés hot spot. Médicamente se conoce como dermatitis húmeda aguda. Lleva ese nombre porque las lesiones pueden sentirse calientes si ponemos nuestra mano cerca de ellas.

Es una patología bastante frecuente en la consulta del veterinario. Son molestias en la piel que llevan a que los perros se rasquen de forma constante y pueden ocasionar parches calientes .

Dónde se colocan los parches calientes

Cualquier cosa que cause irritación en la piel de nuestra mascota puede dar origen a parches calientes en perros. Alergias, picaduras, sarna, cortaduras, raspones o sequedad pueden provocar picor en la piel.

Estos picores originan que el animal se rasque vigorosamente y se produzca heridas en la piel.  Incluso infecciones en el oído o en el ano pueden provocar el reflejo de rascar en el perro.

Perro rascándose

Estas lesiones causan muchas molestias. Al infectarse la herida, el perro se rasca y lame y rápidamente esta infección se convierte en un círculo húmedo y sin pelo que, incluso, puede supurar. Son lesiones profundas, pueden terminar en carne viva o estar cubierta de una costra y despiden mal olor.

Las señales de los parches calientes suelen verse con más frecuencia en las mejillas, las caderas, el pecho y la cabeza del perro. Lógicamente, en lugares donde alcance a rascarse.

La única manera de prevenir la aparición de parches calientes en perros es evitando los factores que pudieran irritar la piel. Es recomendable revisar cuidadosamente a nuestra mascota si observamos que comienza a rascarse con frecuencia.

Cómo tratar los parches calientes en perros

La cura de estas lesiones pasa por la consulta del veterinario. Son heridas con infecciones bacterianas que muchas veces requieren de la aplicación de medicamentos para su tratamiento. Además, a causa del dolor, el perro puede reaccionar agresivamente cuando se le toque la lesión.

Dermatitis atópica

Los parches calientes crecen con rapidez. En pocas horas pueden aumentar considerablemente su tamaño. La premura con la que actuemos evitará que se extienda y empeore.

El tratamiento de los parches calientes en perros debe ir dirigido tanto a curar las lesiones infectadas como a erradicar su causa. Por eso es importante conocer, en principio, qué ocasionó  que el perro se rascara.

El proceso comienza con el rasurado de los pelos alrededor de la herida para airear la zona inflamada y saber su extensión. Después se procede a la limpieza y desinfección de la herida con algún antiséptico.

Pueden utilizarse productos especiales para secar la lesión; la herida debe mantenerse aireada y debe tener un seguimiento constantemente para ver su evolución.

El veterinario determinará, de acuerdo a la gravedad de las lesiones, si es necesaria la administración de antibióticos, así como antiinflamatorios y analgésicos.

Después de atender las lesiones

Tal vez no sea necesario volver al veterinario para revisar las lesiones, todo dependerá de la severidad de las mismas. Lo más probable es que el especialista nos indique cómo hacer la limpieza de las heridas en casa, así como el tratamiento a administrar.

Seguramente será necesario colocar al perro un collar isabelino para evitar que lama y rasque las heridas. Mantener al perro entretenido con juguetes y ejercicio puede ayudar a que no esté pendiente de las molestias de las lesiones.

Los parches calientes en perros, una vez tratados, pueden mejorarse en algunas semanas. Aunque pudieran quedar cicatrices, estas son poco probables.

Prevención

Podemos tomar algunas medidas para minimizar las posibilidades de que nuestro perro sufra de parches calientes.

  • Asear frecuentemente al perro. Si es una raza de pelo largo, debemos tratar de mantenerlo corto, sobre todo en épocas de mucho calor.
  • Usar productos para eliminar pulgas y garrapatas de los espacios donde permanece el perro. También es bueno bañarlo con regularidad con champús contra estos parásitos.
  • Si observamos que se rasca con mucha insistencia y parece molestarle, hay que revisar con cuidado su piel en busca de heridas o picaduras.
  • Monitorizar su alimentación para asegurarnos de que no tenga alguna alergia alimentaria.
  • Hacer que nuestro perro ejercite diariamente. El aburrimiento puede causar ansiedad, y esta puede desencadenar en episodios de rascarse y lamerse que produzcan lesiones en la piel.
  • Llevar a nuestra mascota a controles veterinarios de rutina para constatar que no esté padeciendo trastornos que no sean fácilmente detectables. Cualquier dolor o molestia puede llevarlo a rascarse.
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