El hombre hizo de la Tierra un infierno para los animales

El filósofo alemán Arthur Schopenhauer (1788-1860) dijo alguna vez que “el hombre ha hecho de la Tierra un infierno para los animales”.

Y es que, desde tiempos inmemoriales, la crueldad en diversas formas ejercida por los humanos contra otros seres vivos alcanzó y alcanza ribetes a veces muy difíciles de entender y de soportar para aquellas personas que aman y respetan a todas las criaturas que pueblan el planeta.

Un infierno antiguo

La brutalidad con los animales se manifestó y se manifiesta aún de diversas formas. Desde la antigüedad hay terribles historias de cómo los animales eran usados para atacar y matar, incluso a seres humanos considerados el enemigo.

El empleo de canes en las distintas guerras libradas por el hombre llegó a límites casi intolerables con el uso de perros bomba. Estos canes eran alimentados bajo tanques de guerra y luego privados de comida por varios días.

Al momento de entrar en combate, se los cargaban con explosivos que eran detonados cuando, inocentemente, se acercaban a los tanques de los contrarios en busca de alimento. No pasó hace tanto. Estamos hablando de hechos concretos acaecidos durante la Segunda Guerra Mundial.

Espectáculos atroces

leones

 

La utilización de animales en distintos espectáculos, tanto legales como ilegales, es un tema controvertido. Más allá de que algunos se amparen en cuestiones culturales y de tradición, resulta difícil sostener que alguien pueda concurrir a una plaza de toros a presenciar gustoso cómo un pobre toro en inferioridad de condiciones sufre los peores maltratos antes de ser ultimado por su cobarde matador.

Y qué decir de los circos. Aunque cada vez en más lugares se prohíbe el empleo de animales en este tipo de exhibiciones, no debemos olvidar los terribles castigos que sufren distintas criaturas extraídas de su ámbito natural y que son obligadas a hacer pruebas y malabares para el disfrute de los humanos, que pagan una entrada y aplauden esas “proezas”.

En el mundillo de lo ilegal y de las apuestas clandestinas, las riñas de gallos y las peleas de perros se mantienen como dos manifestaciones de lo más aberrante que puede esconder el alma humana.

Experimentando el horror

Si bien, algunos se pueden amparar en los grandes avances para la humanidad que ha habido en la cura de diversas enfermedades, hay que tener coraje para introducir a una criatura inocente vaya a saber qué virus mortal.

Peor es cuando esos experimentos se realizan en laboratorios de cosmética. Para que las personas tengamos menos arrugas o el cabello perfecto, miles de animales testearon estos productos hasta lograr la fórmula perfecta. Imagínate el mientras tanto.

Ni qué decir de los que consideraron un logro mandar perros y monos al espacio y no traerlos de vuelta.

“La conmiseración con los animales está íntimamente unida con la bondad de carácter, de tal manera que se puede afirmar, de seguro, que quien es cruel con los animales no puede ser buena persona.”

-Arthur Schopenhauer-

El humano como creador del infierno para los animales

Y así podríamos extendernos hasta el infinito. Aquí os dejamos solo una lista de otras formas que el hombre encontró para que la vida en este planeta se torne un infierno para los animales, llevándolos en muchos casos a la extinción.

  • Destrucción de hábitats naturales
  • Tráfico de especies exóticas
  • La caza indiscriminada o como deporte
  • Maltrato doméstico y callejero
  • Condiciones de vida insostenibles en distintos tipos de criaderos
  • Matanzas crueles en busca de pieles, carne, colmillos o en mataderos
  • Explotación como “bestias” de transporte y carga
  • Encierros en zoológicos

Educar en el amor y en el respeto a todos los seres vivos

niño perro

Abundar en detalles puede resultar insoportable. Para aquellos que lo deseen, internet es generoso en la muestra de imágenes y vídeos para concienciar sobre el maltrato hacia los animales.

Mientras tanto, tratemos de evitar que los niños crezcan en un ámbito donde las distintas formas de crueldades hacia estas criaturas sean aceptadas o naturalizadas y que, por tal motivo, puedan llegar a reproducir conductas similares en algún momento.

Concienciar sobre los diversos maltratos que sufren los animales, y contribuir a que se cumplan sus derechos, resulta una tarea ardua. Pero no por ello debe ser abandonada.

Imagen cortesía de Tony.

 

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