¿Qué los perros y los gatos son los peores enemigos? Un ejemplo de la falsedad de este mito se da en los miles de casos que se reportan al año sobre canes y felinos ayudándose entre sí.
En esta ocasión les traemos la historia de una perrita que adopta a unos cachorros de gato.
Hace un tiempo empezó a circular en internet un vÍdeo enternecedor de una perra, Molly, que se estaba haciendo cargo de una camada de gatitos de seis semanas que habían quedado huérfanos.
Elbert Bristow, un señor de 84 años, se sorprendió al ver como su perra Molly, una mestiza de 3 años de edad, se hacía cargo de una camada de gatitos cuya madre (que también era de su propiedad) fue arrollada por un vehículo y había fallecido.
Lo que más sorprendió al dueño fue que, a los pocos días de estar con los cachorros, Molly se mostraba siempre atenta a los gatitos, llegando a ponerse ansiosa cuando alguno saltaba lejos de su alcance.
Incluso empezó a darles de mamar ella misma, alimentándolos varias veces al día.
¿Cómo es esto posible?
No es muy común, pero en ocasiones se presentan casos en que una perrita entra en periodo de lactancia para suplir las necesidades de un cachorro huérfano.
Esto se debe básicamente a un mecanismo de protección que heredaron los perros de sus ancestros, los lobos.
Las perras sufren, a lo largo de su vida fértil, una serie de embarazos psicológicos que las preparan para ser madres y asumir la protección de los cachorros de la manada en caso de que algo le ocurra a la hembra alfa.
Las perras practican cuidando objetos, juguetes u otros animales destrezas como mover los cachorros, organizar el nido y verificar que el sitio sea seguro.
Incluso llegan a lactar durante estas etapas, aunque se debe tener cuidado para evitar enquistamientos o mastitis.
De esta manera las perras pueden garantizar la supervivencia de una camada incluso si la madre muere, y es precisamente debido a este motivo que es frecuente escuchar de casos de perros que adoptan toda clase de animales.
El instinto maternal
El instinto desempeña un papel muy importante dentro de este proceso, pero la maternidad en las perras (al igual que en muchos mamíferos superiores) va mucho más allá.
Si bien gran parte de su proceso materno está dictado por la realidad hormonal de las perras, estas también se ven condicionadas por la experiencia y el aprendizaje que de jóvenes hayan recibido instruidas por su propia madre.
Sin embargo en los hogares esta experiencia se ve limitada, por lo que es necesario que la perra primeriza sea asistida por el cuidador. Una prueba de esto sería la alta tasa de muertes de cachorros durante la primera camada, imputable en gran parte a descuidos de la mamá.
Por lo tanto es bueno, si la madre sustituta es primeriza, no confiar del todo en el instinto y estar un poco más atento al estado de salud de los cachorros, en especial si no son de la misma especie.
Cuidados especiales
La perra que esté haciendo de sustituta requerirá alimentarse muy bien, sobre todo si también amamanta a los huérfanos. Asimismo, debes vigilar que se ejercite adecuadamente y que no empiece a sufrir afecciones relacionadas con el estrés.
Dale mucho afecto, pero ten cuidado: si ha entrado en faceta de embarazo o parto psicológico puede estar segregando progesterona, que es la hormona sexual que produce el ovario durante el embarazo y hace que las perras se tornen más protectoras y agresivas.
Igualmente, debes estar atento a que la perra se alimente bien, en especial porque durante esta etapa se apegan mucho a los cachorros y dejan incluso de alimentarse y de cuidar de ellas mismas.