Sabemos que un gran número de las decisiones que tomamos a diario repercuten en quienes están a nuestro alrededor, y por eso no solemos hacerlo a la ligera.
Sin embargo, cuando tenemos una mascota vamos un paso más allá, porque tenemos la absoluta responsabilidad de determinar todo lo que tiene que ver con su vida. Por eso, y como es algo que depende de nosotros, nos interesa conocer cuál es la diferencia entre los gatos castrados y no castrados, para conocer la mejor opción.
¿Los gatos castrados son una buena idea?
No podemos obviar que castrar o no a un gato es una decisión personal que corresponde tomar únicamente a cada dueño, pero es un tema que genera una cierta controversia.
Además tampoco es fácil para quienes tienen un animal de este tipo decidir qué es lo mejor para todos.
Hay quienes opinan que castrar a los gatos es un proceso antinatural que impide que disfrute de su vida sexual. Sin embargo, hay que tener claro que el concepto del sexo que tiene el animal es muy diferente al nuestro.
Ellos suplen una necesidad que tienen debido al celo y es, por supuesto, su herramienta de reproducción.
Si eliminamos el celo, eliminamos el deseo. Con esto, claro, no podemos olvidar que el gato que no está castrado tendrá un comportamiento diferente y que para nosotros puede suponer algún trastorno.
Además, podemos estar permitiendo que nazcan gatos que tendrán un futuro incierto. Por todo ello, lo ideal es tener claras las ventajas y desventajas, para poder decidir qué queremos hacer.
Diferencias entre los gatos castrados y los gatos no castrados
Empezaremos por decir que se puede esterilizar tanto a gatos machos como a las hembras, aunque suele ser más habitual hacerlo a los primeros. Veamos ahora cuáles son las diferencias entre los gatos castrados y los que no lo están.
Facultades reproductivas
Como es evidente, la primera consecuencia que tienen los gatos castrados es que no pueden reproducirse. Esto puede ser algo bueno o malo, depende de nuestras intenciones.
Si tenemos un gato que deseamos que críe por algún motivo, la esterilización no es buena idea. Sin embargo, si no queremos hacernos cargo de más gatitos, lo mejor es poner todos los medios para conseguirlo y, por supuesto, evitar el sufrimiento del animal al no poder consumar su celo.
Tranquilidad
Los gatos castrados son mucho más calmados que lo que conservan sus genitales. Es uno de los factores que suele incidir en tomar esta medida.
Cuando tenemos una mascota confinada básicamente en el hogar, resulta difícil que el ambiente sea de paz si no ha sido castrada ya que, en muchos casos, son animales nerviosos por naturaleza.
Peso
Los gatos al ser castrados van a sufrir un aumento de peso debido a que no tendrán esa necesidad de gastar esa energía que ahora ya no tienen. Este es el motivo por el cual en muchos casos el gato no castrado es más esbelto y puede gustarnos más su apariencia física.
Comportamiento
En el caso de los machos que no han sido esterilizados el celo les lleva en muchas ocasiones a mostrarse agresivos, en diferentes grados, y a pelearse con otros machos.
Igualmente, suelen mostrar más interés en salir de casa por lo que, si encuentran la oportunidad, no dudarán en escaparse para satisfacer sus necesidades sexuales, con todos los riesgos que entraña su fuga.
No podemos olvidar que puede ser algo irritante para todos sus lloros y lamentos en época de celo.
Marcar
Tienes que tener claro que, si optas por conservar a tu animal íntegro y es macho, su tendencia será marcar tu casa con orina, para evitar que se acerquen otros gatos. Es un comportamiento natural, que a los dueños nos cuesta aceptar.
Salud
Cuando a un gato le quitamos sus órganos genitales estamos evitando que padezcan ciertas enfermedades que afectan a la zona, como el cáncer.
Esperanza de vida
Los gatos castrados suelen tener una vida más larga por todos los factores que hemos estado viendo. No salen de casa, por lo que evitan exponerse a un sinfín de peligros.
Además, no se pelean con otros machos, lo que podría provocarles daños de diferente consideración. Asimismo, como mencionamos en el punto anterior, evitamos que padezcan algunas enfermedades.
Ahora ya conoces cuáles son las diferencias esenciales entre los gatos castrados y los que no lo están. Sin duda, con esta información serás capaz de decidir qué es lo mejor en vuestro caso.