¿Sabes por qué se pelean los gatos?

Los gatos son animales territoriales solitarios que odian compartir su espacio, de modo que es normal que peleen para defender sus cosas.

Seguro que muchas veces has visto peleas callejeras entre gatos. O incluso, si tienes más de un gato, puede que hayas sufrido estas peleas en tu propia casa y sabrás que es mejor mantenerse alejado. Pero, ¿por qué se pelean los gatos?

¿Cuáles son las razones por las que pelean los gatos?

Los gatos pueden pelearse por varias razones que generalmente se resumen en dos: peleas de territorio y peleas por una hembra. Los gatos son altamente territoriales y tienen un gran instinto de lucha. Si los gatos que se pelean son los tuyos propios, intenta evitar las luchas territoriales poniéndoles areneros y comederos separados y en diferentes lugares de la casa y asegúrate que les dedicas a los dos las mismas atenciones.

Las peleas entre tus gatos deben frenarse cuanto antes utilizando premios para reforzar buenas conductas. Si la pelea es callejera, suele producirse entre gatos no castrados que pueden tener o contraer enfermedades infecciosas, lo que agravaría sus peleas.

El instinto salvaje

Los conflictos entre gatos provienen de instintos salvajes antiguos, los cuales provienen de sus ancestros. Estos en realidad son un mecanismo de supervivencia que les permite asegurar recursos y proteger su integridad. De otra forma, sus enemigos podrían desplazarlo y “quitarle todo lo que tiene”. Por ello es tan difícil erradicar este comportamiento a pesar de los años que tiene como mascota doméstica.

¿Cuáles son los tipos de comportamiento agresivo que pueden mostrar los gatos?

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Los gatos pueden mostrar distintos tipos de comportamientos agresivos.

Si la agresión es territorial, el gato puede ser agresivo con unos gatos pero tolerante con otros. El comportamiento típico de este tipo de agresión incluye el caso, la persecución, emboscadas, bufidos, maullidos altos e incluso el gato agresor puede intentar impedirle al otro el acceso a sitios como su arenero o su cama. Aunque parece que los machos son más agresivos, las hembras felinas pueden llegar a ser tan agresivas como los machos en cuestión de territorio.

No obstante, los machos pueden llegar a pelearse entre ellos simplemente por ser machos, por una hembra, por un lugar más alto en la jerarquía o para defender su territorio. El hecho de que un gato está amenazando a otro puede verse por el acoso del gato agresor hacia el otro, la mirada fija, el lomo arqueado y el pelaje erizado. Si el otro gato no da la vuelta, se producirá una pelea.

Una tercera forma de agresión es la agresión defensiva. Esto ocurre cuando un gato intenta protegerse de otro animal o humano del que piensa que no puede escapar. Puede darse ante el castigo o la amenaza de castigo por parte del dueño, un ataque o intento de ataque por parte de otro gato o cualquier incidente que haga que el gato se sienta amenazado o asustado.

La postura defensiva que el gato adopta en estas circunstancias es agacharse con la cola y las patas debajo del cuerpo, aplastar las orejas contra el cráneo y rodar ligeramente hacia un lado. Aproximarse a un gato en esta postura puede hacer que se sienta más amenazado y ocasionar un ataque.

Los gatos pueden redirigir su agresión contra otro animal o persona, aunque estos no hayan provocado el ataque, simplemente porque se sienten amenazados o nerviosos. Aunque tu intención sea consolar al gato, puede que te ataque porque está nervioso por otra cosa.

Si tu gato agrede a los demás con frecuencia, consulta con tu veterinario, puesto que puede que tu gato esté enfermo y esté pagando su estrés con otros.

¿Cómo separo a dos gatos que se pelean?

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No se te ocurra meterte en medio de la pelea o tocarles mientras se peleen, porque podrías salir mal parado. Para separar a dos gatos que se pelean, debes dar un grito o una palmada muy fuerte, lo más cerca posible de la pelea, o usar un chorro de agua contra los gatos. En definitiva, algo que distraiga su atención. Bajo ningún concepto se deben utilizar o lanzar objetos contra los gatos o creerán que quieres participar en la pelea. Una vez separados, debes conseguir que se relajen, y luego consolarlos por separado.

No cuentes con que sean tus gatos los que solucionen sus problemas ellos solos. Deberás ser tú el que medie entre ellos, buscando la causa del problema y poniendo soluciones para evitar que ocurra. Sobre todo, cuando se peleen no les toques ni les castigues, puesto que solo conseguirás agravar las peleas. Y bajo ningún concepto introduzcas más gatos en tu casa.

En el caso de los machos, una buena opción para disminuir la cantidad de peleas es por medio de la castración. Este proceso reduce su actividad territorial y permite que sean más sociables con otros felinos. Recuerda que eres responsable de los actos de tu mascota, de modo que es mejor tomar las alternativas adecuadas para evitar cualquier conflicto.

Bibliografía

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  • Arroyo, P. (2005) Métodos de esterilización en gatos. Anatomía aplicada de los pequeños animales. Recuperado el 29 de enero de 2022, disponible en: https://www.uco.es/organiza/departamentos/anatomia-y-anat-patologica/peques/curso01_05/esteriliza2.pdf
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