La aspirina es un fármaco de uso frecuente en la vida diaria, ya que sirve para reducir el dolor y la inflamación. Aunque este medicamento en dosis adecuadas es inofensivo para el humano, sus efectos son peligrosos e incluso hasta mortales para los gatos.
A pesar de las semejanzas que existen, el metabolismo de los felinos domésticos no funciona exactamente igual que el de los humanos. Por esta razón, ciertos tipos de medicinas tienen un efecto diferente en su cuerpo, el cual puede resultar letal si no se tiene precaución. Sigue leyendo este espacio y descubre por qué es malo darles aspirinas a los gatos.
¿Qué es la aspirina?
El ácido acetilsalicílico, conocido de manera comercial como aspirina, es un producto derivado de la salicina que tiene efectos antiinflamatorios, analgésicos y antipiréticos. Su componente de origen (la salicina), se aisló por primera vez de la corteza del sauce, pero su manipulación química permitió crear fármacos más eficientes.
Este medicamento goza de una gran popularidad en la medicina humana por su capacidad para aliviar dolores de baja intensidad, como cefaleas, mialgias y artralgias. Se ha convertido en un analgésico de uso doméstico bastante común, aunque existen efectos secundarios leves que no muchas veces se toman en cuenta. Por ello, se debe ser cuidadoso al emplearla, sobre todo si se padece hipersensibilidad al compuesto.
Mecanismo de acción de la aspirina
La aspirina es un fármaco antiinflamatorio no esteroideo (AINE) que se encarga de inhibir a la enzima ciclooxigenasa (COX). Dicha enzima interviene en la producción de prostaglandinas, prostaciclinas y tromboxanos, compuestos esenciales en el proceso inflamatorio y el mantenimiento de la circulación sanguínea.
En esta reacción, la inhibición de la enzima ciclooxigenasa es de carácter irreversible. Esto significa que los niveles de los compuestos afectados, como las prostaglandinas, tardan más en volver a sus niveles óptimos y el efecto del fármaco es más prolongado.
A pesar de que el carácter irreversible de la reacción es uno de los aspectos más útiles de la aspirina, este también es el causante de los efectos secundarios. Según un artículo publicado en la Revista de la Sociedad Española del Dolor, el bloqueo que ocasiona el ácido acetilsalicílico genera un desequilibrio de la ruta metabólica, lo cual produce sustancias que participan en los efectos adversos.
Por supuesto, los efectos secundarios de la aspirina suelen ser leves en el caso de los humanos, pues las dosis adecuadas no representan un peligro para el metabolismo. Sin embargo, este mismo desequilibrio metabólico puede ser perjudicial para otras especies debido a las diferencias fisiológicas.
¿Por qué es peligroso darles aspirinas a los gatos?
El principal problema que existe cuando se les da aspirinas a los gatos es la sobredosis. Todas las presentaciones del ácido acetilsalicílico que existen están formuladas para el peso y el tamaño de un humano. Por lo tanto, al administrar este fármaco a las mascotas, se debe calcular la dosis y dividir la pastilla. Estos pasos no siempre son precisos, lo que propicia los problemas de sobredosificación.
Efectos secundarios de las aspirinas en los gatos
Por supuesto, la sobredosis no es el único problema que pueden tener los gatos al ingerir aspirina, sino que también se enfrentan a varios efectos secundarios a pesar de que se use la dosis correcta. Según un estudio publicado en el British Veterinary Journal, el ácido acetilsalicílico genera hemorragias internas y anemia que aparecen en apenas una semana de tratamiento.
Como se mencionaba, la aspirina inhibe a la enzima ciclooxigenasa para producir sus efectos terapéuticos. El único problema es que esta misma enzima es un componente esencial de otras funciones vitales del cuerpo. Por ejemplo, está presente en el sistema nervioso central, en el riñón, en el endotelio vascular y en el aparato gastrointestinal.
Al momento de que se inhibe la acción de la ciclooxigenasa, los procesos metabólicos de los sistemas y los órganos que la utilizan también son afectados. Esto ocasiona diferentes complicaciones en la salud de los gatos, como:
- Problemas en los riñones.
- Hemorragias internas.
- Problemas del sistema digestivo (diarrea o sangrado en los intestinos).
- Reducción en la eficiencia de coagulación.
- Letargia o depresión.
- Micción alterada.
- Problemas hepáticos (posible hepatotoxicidad).
A pesar de lo anterior, las aspirinas han sido utilizadas como un fármaco poco frecuente para tratar cardiomiopatías en los gatos. No obstante, el riesgo que se corre es tan alto que en la actualidad se opta por emplear otros medicamentos con efectos similares y menos peligrosos, como el meloxicam o clopidogrel.
No automediques a tu gato
Tu gato no debe consumir medicamentos formulados para humanos si no se cuenta con la vigilancia y la recomendación de un profesional. Ten en cuenta que su metabolismo es diferente y los fármacos podrían no generar los mismos efectos terapéuticos.
Aunque aún no se cuenta con evidencia científica suficiente, algunos especialistas creen que el cuerpo de los gatos podría ser más susceptible a la aspirina. Esto explicaría por qué desarrollan efectos secundarios evidentes y en tan poco tiempo, cuando en los humanos suelen ser leves a dosis adecuadas.
En cualquier caso, es crucial evitar la automedicación y acudir al veterinario siempre que sea necesario. Recuerda que solo los profesionales están capacitados para diagnosticar y recetar la medicina adecuada para tu mascota. No expongas su salud y ofrécele la atención que se merece, ten por seguro que te lo agradecerá con mucho cariño.
Bibliografía
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