Los animales exóticos cada vez se abren más paso en los hogares. Los lagartos, las serpientes, las tortugas, las ranas, los tritones y los invertebrados son solo algunos de ellos, pero existen muchos más y vienen en todos los tamaños y los colores. Aquí te contamos los cuidados básicos para tener una rana como mascota, aunque te adelantamos que no son sencillos de cubrir.
Los anfibios son seres bastante frágiles, razón por la cual se consideran el taxón de vertebrados más amenazado a nivel global en la naturaleza. Tener una rana en casa puede parecer una tarea sencilla, más requiere paciencia, conocimiento y, sobre todo, respeto con el medio ambiente. No dejes de leer los consejos que te mostramos para iniciarte en el mundo de la terrariofilia.
1. Nunca cojas a la rana del campo
No hay debate en este punto. Tal y como indica la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), el 41 % de las especies de anfibios descritas están en peligro de extinción. El cambio climático, la deforestación de los bosques, la contaminación de las aguas y la expansión de patógenos (como el ranavirus y el quitridio) son los principales culpables.
También hay que tener en cuenta que, aunque algunas poblaciones de anfibios son grandes, muy pocos se reproducen cada año en ellas por sus sistemas de apareamiento. Sustraer un ejemplar adulto de su entorno natural es un verdadero golpe para el ecosistema, pues pocas son las ranas lo suficientemente afortunadas como para llegar a su etapa reproductiva.
Nunca cojas a un animal del campo. Además de ser poco ético, se considera ilegal.
2. Elige muy bien a la especie que vas a adquirir
Antes de informarte sobre los cuidados de una rana en concreto para tenerla como mascota, debes saber muy bien qué especie elegir y a quién se la vas a comprar. Busca solo vendedores con tiendas físicas que tengan permiso de cría y que te aporten los papeles pertinentes de cesión. Solo así te asegurarás de que tu mascota ha sido criada en cautiverio (y no sustraída de la naturaleza).
Más allá de esto, hay que tener en cuenta que cada especie de anfibio tiene adaptaciones propias. Las ranas del género Agalychnis son estrictamente arborícolas, mientras que las del género Xenopus viven en el agua y casi nunca salen a la superficie. El acondicionamiento del terrario siempre debe hacerse antes (y no después) de adquirir al animal.
3. Monta un terrario bioactivo
Si algo tienen en común todos los anfibios es lo siguiente: requieren humedades relativas altas para vivir. Como utilizan la piel para respirar, esta debe estar siempre húmeda y el agua no puede faltar en el entorno. Aunque los rangos exactos varían según la especie, todo terrario con una rana como habitante deberá tener una humedad del 70-90 %.
Para conseguir estos valores, deberás montar una instalación con plantas naturales, troncos, sustrato absorbente (como la fibra de coco) y poner siempre una piscina de profundidad variable para que el anfibio pueda hidratarse. Ten cuidado e infórmate bien sobre la parte acuática de tu terrario, ya que no todas las ranas nadan bien (la rana pacman o Ceratophrys cranwelli es un ejemplo).
Aunado a esto, también debes tener en cuenta que la mayoría de anfibios provienen de regiones tropicales. Esto significa que requerirán una fuente de calor externa (en forma de manta térmica) para no morir de frío. El intervalo térmico adecuado para muchas ranas está entre 24-28 °C, aunque existen excepciones.
La profundidad y extensión de la parte acuática del terrario dependerá de los requerimientos de cada especie.
4. Fija las dimensiones del terrario según la especie
Las dimensiones del terrario dependerán de los requerimientos de cada rana. Por ejemplo, la rana de ojos rojos (Agalychnis callidryas) es arborícola y muy activa, así que una instalación de 30x70x30 centímetros de largo, alto y ancho será necesaria para un grupo. Por otro lado, la rana pacman ya citada es terrestre y se mueve muy poco, así que basta con un terrario de 50x20x20.
Algunas ranas necesitan plantas y ramas para escalar, mientras que otras requieren mucho sustrato y guaridas para enterrarse. Todo depende de la especie.
5. Mantén a la rana con compañeras (salvo excepciones)
Los cuidados de una rana como mascota casi siempre pasan por hacerse con otras compañeras de su misma especie. Las ranas arborícolas, las ranas dardo (género Dendrobates) y los sapos terrestres viven en grupos, por ejemplo. Eso sí, nunca mezcles ejemplares de especies diferentes y procura que todos sean del mismo tamaño, ya que de lo contrario podrían devorarse entre ellos.
De nuevo, la rana pacman es una excepción en este punto. Esta debe mantenerse sola porque se comerá todo lo que le quepa en la boca.
6. Tendrás que criar alimento vivo
Todos los anfibios son depredadores insectívoros sin excepción. Esto quiere decir que se alimentan de invertebrados y, además, sus presas deben estar vivas para que se sientan atraídos por ellas. Dicho de otro modo, los cuidados de una rana como mascota pasan por tener cultivos de gusanos, grillos y cucarachas en el hogar.
Esto puede parecer desagradable para muchos, pero no hay sustitutivos posibles. La mayoría de ranas comen unas 2-3 veces por semana un número variable de presas, aunque esto varía según la especie. Además, 1 vez a la semana hay que rociar a los insectos con complementos vitamínicos específicos para anfibios.
No cojas a los insectos del campo o la calle. Estos podrían estar enfermos o haber ingerido insecticidas.
7. Ten mucho cuidado al manipular a la rana
Las ranas no son mascotas como un perro y un gato. No les gusta salir de su terrario, sienten pavor cuando son manipuladas y se estresan con muchísima facilidad. Si coges a tu anfibio todos los días e intentas jugar con él, no tardará en morirse.
Además, debes tener en cuenta que la piel de los anfibios es extremadamente sensible. Si tienes que coger al tuyo por cualquier motivo (como la limpieza), haz uso de guantes de nitrilo o lávate muy bien las manos (sin jabón). Lo mismo se aplica a todo producto que introduzcas en el terrario: desinféctalo con agua hirviendo, pero nunca adicionando químicos.
Algunos países tienen agua de consumo con un alto índice de cloro. En estos casos, lo mejor es utilizar agua embotellada natural para aumentar la humedad del terrario y llenar la piscina.
Como habrás podido comprobar, los cuidados de una rana como mascota no son nada sencillos de satisfacer. Es posible tener a uno de estos simpáticos animales en el hogar, pero el terrario debe estar muy bien montado y el tutor tiene que poseer cierta experiencia previa manteniendo animales exóticos.
Bibliografía
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- IUCN Red list, IUCN. Recogido a 10 de noviembre en https://www.iucnredlist.org/