¿Cómo afecta la deforestación a la biodiversidad?

La biodiversidad de las distintas regiones nos aporta información sobre la salud general del ecosistema. Este parámetro tiene efectos directos sobre la salud humana.

Proceso de deforestación visto desde arriba.

Las altas tasas de deforestación afectan a la conservación de la biodiversidad en muchos aspectos, todos ellos negativos. Alrededor del mundo, la deforestación causa la degradación del suelo, cambios climáticos locales y globales y la pérdida de los ecosistemas.

Una de las principales preocupaciones que conciernen a la deforestación es la distribución de las especies y, como consecuencia, su estado de conservación.

Una necesidad de urgencia

Como resultado, la estrategia más recurrente que tienen los estados para proteger a las especies son las áreas protegidas, como los parques naturales o nacionales, los cuales están respaldados por una fuerte legislación. A pesar de ello, estos parques sufren una gran variedad de amenazas y procesos de degradación alrededor del mundo.

¿Sabías que solo el 10 % de la superficie del planeta está protegida por este tipo de leyes? A continuación, te contamos más sobre la deforestación, la pérdida de hábitat y la biodiversidad.

¿Qué es y cómo se mide la biodiversidad?

La biodiversidad no es únicamente una medida que nos da información sobre el número de especies que hay en el mundo. Esta abarca muchos factores, como la variabilidad genética dentro de una población y entre distintas poblaciones.

Además, nos aporta información sobre la historia evolutiva de una especie y otros tipos de medidas con respecto a las especies y sus hábitats, como por ejemplo:

  • Ecología de las especies.
  • Tipos de hábitats, disponibilidad de estos.
  • Cualidades físicas.
  • Condiciones climáticas.
  • Patrones geológicos e hidrológicos.

Por otro lado, la forma en la que las especies se distribuyen alrededor del mundo no es uniforme. Mientras más cerca del ecuador observes, aparece un fuerte aumento en la riqueza de las especies, así como un mayor número de especies por unidad de área.

Si se sigue esta regla, se observa que la diversidad es mayor en zonas bajas que en las altas (montañas), y más abundante en las zonas boscosas que en los desiertos.

La deforestación destruye el planeta.

Estos patrones de distribución sugieren que el ambiente cerca de los trópicos es más favorable para la evolución y permanencia de las especies.

Según los estudios, esto se debe a la alta productividad de este tipo de ecosistemas, la baja variación ambiental por carecer de cambios estacionales, una depredación y competencia entre especies poco variables y menos impactos por cambios climáticos a los largo de la historia (ausencia de fuertes glaciaciones).

Como resultado de estas investigaciones, los esfuerzos de conservación se han centrado en los bosques tropicales por ser los más ricos en biodiversidad. Cuando la deforestación alcanza estos ecosistemas, se producen graves daños a la biodiversidad terrestre.

Daños de la deforestación a la biodiversidad

La degradación de los hábitats y la consecuente pérdida de la biodiversidad vienen dadas por varias amenazas importantes, como son:

  • La pérdida y fragmentación del hábitat, impulsadas por la deforestación.
  • Explotación y contaminación de los ecosistemas.
  • Introducción de especies no nativas que acaban por convertirse en especies invasoras.

La principal amenaza de la deforestación, aparte de la destrucción directa del hábitat, es la fragmentación. La fragmentación ecológica altera la dinámica de los paisajes y su funcionamiento.

Por ejemplo, la composición de las especies y la diversidad dentro de un bosque tropical es diferente en el lugar donde haya caído un árbol (de forma natural) en comparación con una zona densa.

No obstante, la recuperación de este área es rápida y no daña al conjunto del ecosistema. Por el contrario, si los árboles caídos se cuentan por cientos, como ocurre con la deforestación humana, la recuperación puede no suceder nunca.

Los paisajes fragmentados tienden a continuar en ese estado de forma permanente y, finalmente, nos encontramos con un ecosistema formado por parches de bosques, entre los cuales, las especies no pueden desplazarse y se produce un aislamiento genético que deriva en el empobrecimiento de la biodiversidad y su destrucción.

Otras consecuencias de la deforestación

Ahora que sabemos cómo la deforestación afecta a la biodiversidad, veremos otras de sus consecuencias que, como no podrías ser de otra forma, también afecta a la supervivencia de las especies.

Una de las funciones de los bosques y la cobertura vegetal es la de mantener el cauce de los ríos en un sitio más o menos fijo. Cuando se elimina el bosque, en primer lugar, se provoca un cambio en el clima local y se propicia la aparición de sequías.

Además, tras las sequías, suelen llegar las inundaciones que, al no tener el muro natural que formaba el bosque, llegan a las zonas urbanas y provocan tanto pérdidas económicas como humanas.

Otro de los graves daños de la deforestación es la erosión del suelo y su posterior pérdida. Los árboles y demás plantas, con su raíces fijan el suelo y evitan que se pierda por las fuertes lluvias.

Cuando el bosque desaparece, el suelo queda expuesto y se pierde poco a poco. Al final, acaba en un proceso de desertización y pérdida total de sus propiedades.

Por si lo comentado hasta ahora no fuera suficiente, otra de las consecuencias de la deforestación es la aparición de nuevas enfermedades o cepas más virulentas de las ya conocidas. 

Las selvas son el pulmón de la tierra.

Como hemos podido comprobar, la deforestación afecta enormemente a la biodiversidad, pero también a otros muchos aspectos. Olvidar o ignorar que vivimos en un mundo en el que todas las especies, tanto animales, como plantas o bacterias, estamos totalmente conectadas, puede conducirnos a un futuro muy poco alentador.

Bibliografía

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