La mosca escorpión

Con la llegada de la primavera, un insecto volador que reclama nuestra atención es el que se conoce como mosca escorpión. Su nombre puede sonar peligroso, sin embargo se trata de un animal completamente inofensivo para el ser humano.

Por lo tanto, de nuevo nos encontramos con un insecto poco agraciado para algunos y que puede mostrar un aspecto amenazador. Pero nada más lejos de la realidad. La mosca escorpión, lejos de causarnos daño, nos ayuda al alimentarse de otros insectos que sí pueden resultar molestos.

Curiosidades sobre la mosca escorpión

Nombrada científicamente como Panorpa spp., pertenece al orden de los mecópteros. Estos insectos puede llega a medir hasta 3 centímetros se caracterizan por tener un cuerpo tubuliforme y dos pares de alas oscuras.

Además, tienen una cabeza alargada, en el extremo de la cual se sitúan las piezas bucales (estas piezas son sumamente largas, formando una especie de pico) y por disponer de un par de patas traseras, que utilizan para atrapar y matar a las presas.

Por otra parte, resulta curioso saber que los órganos reproductores de algunos machos asemejan el posabdomen de los escorpiones, de ahí su nombre vulgar. Esta pinza u órgano sexual, llamado gonopodio, le sirve al macho para sujetar a la hembra durante el apareamiento.

¿Dónde podemos encontrar a la mosca escorpión?

La mosca escorpión es un insecto que normalmente se encuentra en zonas boscosas húmedas y sombrías, con abundante vegetación. Por eso, es tan común en las riberas de los ríos, donde suele posarse sobre plantas bajas, lo que facilita su avistamiento.

En la península ibérica existen cinco especies, cuatro del género Panorpa spp. y una del género Bittacus spp. La especie más común es Panorpa meridionalis, que se distribuye desde el sur de Francia hasta nuestras tierras.

La importancia del género Panorpa spp. radica en que a él pertenecen los fósiles más antiguos de insectos con metamorfosis completa.

¿Cómo se alimentan estas panorpas?

La larva y el adulto no desaprovechan nada para alimentarse, son depredadores carroñeros y detritívoros.

Hay especies capaces de atacar a grandes larvas y a otros insectos, a los cuales devoran. Además, algunas especies se alimentan de néctar, pétalos de flores u hojas de plantas comunes.

Con frecuencia se las ve colgando de sus patas anteriores, agarradas a hojas o ramitas, dispuestas a coger pequeños insectos o, incluso, arañas.

La cabeza de estos insectos es relativamente larga y recuerda el pico de un pájaro. Y esta forma de pico les es especialmente útil cuando comen.

Al alimentarse de otros insectos, que suelen tener una capa exterior dura o caparazón, este “pico” les permite atravesarlo y llegar hasta los órganos del animal.

Otras curiosidades

Los adultos se pueden observar entre primavera y otoño, en las épocas de calor y humedad. Pese a disponer de alas, no son buenos voladores.

Si se le asusta, vuela solo unos pocos metros y luego busca rápidamente el lugar más cercano para posarse. A su lado, las moscas domésticas son verdaderos pilotos aéreos.

La reproducción de la mosca escorpión y las técnicas de cortejo

La mosca escorpión realiza una sola puesta por año. Las hembras depositan sus huevos en el suelo, y las larvas se alimentan de las hojas en descomposición y de la materia que forma el humus. Si no se dan la humedad y la temperatura adecuadas, la hembra puede permanecer a la espera largo tiempo antes de la puesta.

Los machos, unos galanes expertos

Todos los mecópteros practican el galanteo de forma muy curiosa. Durante el cortejo, el macho agita sus alas y ofrece a la hembra su saliva como regalo, escupiendo sobre una hoja.

Cuanto mayor sea el volumen de saliva, más probabilidades tendrá de ser aceptado por la hembra, porque contiene feromonas. Esta técnica de distracción permite que. mientras la hembra se inclina para comer aquellas gotas dulces, él apresa su abdomen para aparearse. Así evita que lo devore.

Conclusión

Habitualmente, los invertebrados no generan demasiada simpatía al ser humano, quien no hará demasiados esfuerzos por protegerlos. Sin embargo, debemos tener en cuenta el inmenso favor que muchos de estos invertebrados nos hacen día a día.

Por ejemplo, la mosca escorpión sufre de mala fama por su aspecto, que bien le ha valido su nombre. Pero se trata de una especie inofensiva para el hombre y beneficiosa para el medio ambiente.

¿Debería esto hacernos reflexionar sobre los prejuicios que tenemos con ciertos animales?

Portada: Gonzalo M. Lagar.