Cuando hablamos de un Dogo Argentino, lo hacemos de un animal de enorme tamaño. Esta raza tiene un carácter muy cazador, es capaz de participar en cacerías de especies grandes, como jabalíes y hasta tigres. Su raza proviene de mastines y perros de pelea, por lo que es un animal preparado para la caza mayor.
Como su nombre indica, es un perro que procede de Argentina. Se dice que corría el año 1920 cuando los hermanos Nores Martínez cruzaron razas para conseguir un perro de gran tamaño, sereno pero no agresivo.
Entre las razas que fueron cruzando para conseguir el “producto” final, estaba el terrible perro de pelea cordobés, el Pointer para potenciar el olfato, el Bóxer para añadir templanza, el Gran Danés para conseguir un gran tamaño, el Mastín, el Bull Terrier, el Woolhound, etc.
Origen, raza y caracteres
La raza conseguida fue sometiéndose a diferentes pruebas, dentro de la cacería, como perros de ayuda y vigilancia, en los trineos, etc.
Aunque lo solemos ver con las orejas pequeñas, se exhibe de las dos formas, con las orejas cortadas y también en su forma natural. El aspecto de su cara según se corten o no las orejas, cambia mucho. Con ellas cortadas, parecen perros de pelea, y si las mantienen naturales tienen más aire de perros de cacería.
El dogo argentino es un magnífico guardián, con una fidelidad absoluta hacia su amo, además de ser unos buenos amigos de los niños. Su envergadura requiere que hagan ejercicio de forma regular para mantener su forma. En cuanto a su pelo, no precisa especiales cuidados, pues no son animales de pelo largo. Será suficiente con un buen cepillado.
La pureza de su raza
Entre los datos permitidos por las federaciones para mantener la pureza de la raza, está la mancha oscura en la cara, siempre que no supere el 10% de la cabeza, y sea una única mancha. Si hay más de una puede ser motivo de descalificación. Entre las preferencias de color, se intenta que el perro sea lo más blanco posible.
Los bordes de los ojos del Dogo Argentino deben ser un tono rosado o negro. Sus patas son muy musculosas y tienen un corvejón corto, sin espolones. La cola es gruesa y larga y suele llevarla baja. El pelo es blanco grueso y no tiene capa interior. Puede tener una mancha en la cabeza, que se conoce como “pirata”, aunque esto no se admite en todos los clubs.
Los ojos deben ser de un color castaño uniforme. Ojos muy claros suelen penalizarse a la hora de determinar los rasgos puros de la raza. La nariz será negra en los adultos.
Como decimos, el Dogo Argentino se trata de un animal robusto, de gran tamaño, de una estructura compacta y resistente, con una fuerte mandíbula. El peso ideal de un macho adulto debe estar entre 40 y 45 kg en el caso de los machos, y de 40 a 43 en las hembras.
El Dogo Argentino, un perro muy sociable
En el análisis de su sociabilidad, son animales creados para interactuar con otros perros, lo que les predispone a trabajar bien en equipo. Son buenos para relacionarse con otros animales domésticos, tanto en entornos rurales como urbanos, desde una granja, la naturaleza sin más, viviendas urbanas o pisos y apartamentos.
Aunque son perros con antepasados muy fieros, con los que fueron cruzándose para formar esta raza, no es usual que los humanos tengan riesgo con ellos de sufrir un ataque. En todo caso, su gran tamaño y fuerte carácter exige que tengan un entrenamiento consistente.
Es preciso tener mucha paciencia con ellos y socializarlos desde el primer día, educándolos en la costumbre de no atacar a otros perros y vivir en armonía con otros animales domésticos.
Medidas legales de control
En el aspecto legal, la normativa a cumplir con estos animales suele variar según el país donde estén. La variedad de normas es grande. Algunos países no ofrecen ningún obstáculo a la tenencia de un Dogo Argentino. En otros casos, es preciso tener una licencia especial, e incluso en otros está totalmente prohibido tener este animal.
Como medidas más comunes, a causa de su elevado tamaño, está la identificación por medio de chip o tatuajes, la obligatoriedad de usar un bozal si se va a transitar por parques, o cualquier lugar público, e incluso la esterilización.