Irresponsabilidades de los propietarios de perros 

Perro tumbado

Cuando adquirimos o adoptamos una mascota, nos estamos haciendo cargo de un ser vivo al que hay que respetar y cuidar adecuadamente. Sin embargo, más allá de situaciones extremas como el maltrato y el abandono, hay una serie de irresponsabilidades de los propietarios de perros que, lamentablemente, son muy comunes.

Principales irresponsabilidades de los propietarios de perros

paseo

La teoría suele ser muy bonita y muchos se llenan la boca con ella pero, a la hora de ponerla en práctica, otra suele ser la historia. Es así como consciente o inconscientemente, una buena parte de los dueños de canes actúan de manera irresponsable.

Para empezar, los dueños no suelen identificar debidamente a sus perros con el microchip, tal como establecen las normas vigentes. No tienen en cuenta que este tema se vuelve fundamental si el animal se extravía, o si es necesario viajar al extranjero con él.

Otros pasan de largo la etapa de socialización y no se preocupan por educar a los peludos en reglas básicas de comportamiento. Seguramente, después culparán a las mascotas, cuando manifiesten distintos problemas de conducta.

Dejando de lado situaciones extremas como el maltrato y el abandono, hay una serie de irresponsabilidades que los propietarios de perros cometen de forma frecuente.

Descuidos en la salud de los canes

La visita periódica al veterinario debería ser una regla de oro desde el primer momento que un perro entra en nuestras vidas. Sin embargo, muchas personas se manejan irresponsablemente con sus peludos, poniendo en serio riesgo la salud de estas criaturas. Por ejemplo:

  • No los desparasitan ni los vacunan en tiempo y forma.
  • No acuden a la consulta cuando el can presenta síntomas persistentes de no estar bien. Eso sí, después lloran si la mascota se muere.
  • Les dan medicamentos para humanos que pueden resultar letales para los perros.
  • No los esterilizan para evitar nacimientos no deseados.

Falta de responsabilidad a la hora de alimentar a los peludos

No darle la alimentación adecuada, de acuerdo a la edad, el tamaño y la raza es una de las grandes irresponsabilidades que cometen las personas con sus perros.

Esto, sumado a no calcular la cantidad de alimento que debe ingerir al día un can, suele generar problemas de obesidad. El problema se agrava aún más si se le proporciona a la mascota un exceso de golosinas como premio, o simplemente para consentirla.

En este rubro también es un error no adquirir alimentos de calidad con la excusa de ahorrar algo de dinero o por creer que son todos iguales. Así, las consecuencias de una dieta con déficit nutricional no tardarán en aparecer.

Irresponsabilidades a la hora del paseo

Hay quienes creen que si tienen una casa amplia, con patio, terraza o jardín, no es necesario sacar a pasear al perro, ya que puede hacer tranquilamente sus necesidades y tiene suficiente espacio para moverse.

Sin embargo, el paseo es fundamental para el animal, ya que no solo se ejercita sino que también socializa con sus congéneres y explora el entorno, sobre todo a través de su olfato. Por eso, hay que darle el tiempo necesario para que pueda realizar tranquilamente estas actividades.

Una gran irresponsabilidad en este área es dejar atado al perro en la vía pública y aprovechar el paseo para realizar trámites o compras. Muchos animales son robados en estas circunstancias.

Aquí cabe también el tema de que hay que hacerse cargo de los excrementos del animal. Todo propietario responsable debe llevar consigo los elementos necesarios para recogerlos y desecharlos de manera correcta.

La responsabilidad no admite vacaciones

cachorros de paseo

Lo importante es entender que los perros no son juguetes u otro tipo de objetos. Nunca está de mal repetirlo, tener una mascota implica una serie de responsabilidades. Entre ellas se encuentra también poder dedicarles el tiempo necesario.

Dejar solo al animal todo el día no es un buen plan. Mucho menos castigarlo si el can, angustiado por la soledad, destroza todo lo que encuentra a su paso.

Más allá del cariño que se le debe brindar a un perro, existen otras formas de demostrarle afecto y es, cuidándolo de la mejor manera posible: con responsabilidad.

Imagen cortesía de Travel and Roll.

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