Si hay algo que muchos odiamos de los meses de verano es que es una temporada como ninguna otra en la que abundan toda clase de molestos insectos.
Muchos sufrimos al ver cómo somos las víctimas predilectas de los mosquitos y probamos todo tipo de remedios para tratar de luchar contra ellos, unos más científicos y otros que podríamos calificar como más tradicionales.
Con nuestras mascotas nos puede suceder lo mismo, es decir, podemos probar infinidad de métodos para evitar que esos pequeños animalitos se acerquen a ellos. Uno de los más habituales son los collares antiparasitarios para gato, sin embargo hoy te mostramos que su uso puede poner en peligro no solo a tu mascota.
Los collares antiparasitarios para gatos
Los collares antiparasitarios para gatos llevan a nuestra disposición muchos años. De hecho, han sido otros métodos los que se ha incorporado al mercado con posterioridad, como los pulverizadores o las pipetas.
El éxito de este tipo de dispositivos se debe en buena medida a que son muy eficaces y duran varios meses, hasta medio año.
Gozan así mismo de popularidad gracias a que no suponen una gran inversión. Sin embargo, aunque a la luz de lo visto hasta ahora nos podría parecer la mejor opción a la hora de mantener a nuestro gato libre de insectos y parásitos, como vamos a ver a continuación puede que no sea lo más indicado.
Los peligros de los collares antiparasitarios para gatos
Existen diferentes problemas a los que se han enfrentado aquellos que han decidido utilizar collares antiparasitarios para gatos.
Accidentes al intentar quitarse el collar
Los gatos no son amigos de llevar nada puesto, por lo que es probable que, si intentas colocarle un artilugio de este tipo no se conforme con simplemente resistirse a ello.
Una vez puesto podría intentar quitárselo, corriendo el grave peligro de ahogarse con él.
Dientes
En concreto algunos gatos han perdido dientes, sobre todo en el caso de los cachorros, al intentar arrancarse el collar. Si esto le sucede a tu mascota puede que tenga que encararse a una vida futura con bastantes problemas.
Ahorcamiento
Otro riesgo que corre tu mejor amigo es el de enganchar el collar a algún saliente de la vivienda. Sobre todo si está situado en alto, puede acabar ahorcándose al no poder soltarse solo.
Alergias
No olvides que le estas colocando un producto químico en su cuello de forma permanente. Es verdad que los collares antiparasitarios para gatos están debidamente testados, pero no quita para que tu mascota pueda sufrir una reacción alérgica con graves consecuencias.
Envenenamiento
Algunos componentes de estos collares anti-insectos para gatos pueden resultar altamente tóxicos para tu animal. Pueden provocar que se envenene. Este hecho podría derivar en que sufra daños, como nauseas, vómitos, diarreas entre otros efectos, o hasta matar a nuestra mascota.
Enfermedades
Precisamente esos tóxicos que comentábamos en el punto anterior pueden provocar daños a largo plazo, que podrían perjudicar a su sistema nervioso, al hígado o incluso un cáncer.
Piel
Un daño menor pero que no por ello debemos olvidar es el que puede producir en la piel y el pelaje de nuestra mascota. Pueden ocasionar que su piel se irrite o heridas de diversa consideración, sobre todo si el collar no está bien rematado.
Además, debido a la fricción y a los intentos del animal por, podría causar la pérdida de su pelo.
Los collares antiparasitarios para gatos y los niños
Está claro que queremos mucho a nuestras mascotas y nos preocupamos enormemente por ellas, pero el amor que sentimos por nuestros hijos es aún mayor, por lo que no debemos olvidar jamás que los collares antiparasitarios para gatos podrían ser un peligro para ellos.
Los niños no tienen un organismo maduro que sea capaz de metabolizar ciertas sustancias de la misma manera que los adultos, por lo que la toxicidad de estos collares puede perjudicarles.
No olvides que, cuanto más pequeños son nuestros hijos, más riesgos hay de que toquen el objeto, o incluso de que se lo lleven a la boca.
Por eso, si además de con mascotas convivimos con niños, deberíamos cuestionarnos si este tipo de collares son lo más conveniente para nuestro gato. No querríamos que en ningún caso una mala decisión al respecto nos pese durante toda nuestra vida.