Cuatro niños que fueron criados por los animales

En la mitología, literatura y cine se han presentado múltiples casos de niños que, ya sea por abandono o por alguna tragedia, han terminado siendo criados por los animales salvajes, tales fueron los casos de Rómulo y Remo o Tarzán. Sin embargo estos casos también ocurren en la vida real y, aunque no son muy frecuentes, sorprenden tanto a investigadores, psicólogos y sociologos.

A esta clase de niños se los conoce como “niños ferales” (Proveniente del griego ferālis, que significaba feroz). En los casos documentados de estos niño se pueden observar problemas a nivel de comportamiento (conductas agresivas, se arrancan la ropa, aúllan o imitan animales), dificultad para caminar erguidos y problemas de habla.

Este tipo de actitudes derivan de 2 situaciones, en la primera y más común, niños que han crecido en aislamiento casi absoluto, por lo tanto no tuvieron la oportunidad de aprender patrones conductuales de los círculos humanos a su alrededor. En la segunda los niños fueron (supuestamente) criados por animales, por lo tanto tienden a comportarse como estos por imitación.

A continuación les dejamos algunos de los casos más famosos de niños ferales criados por animales:

John Ssbunya

John Ssbunya es un niño africano quien fue criado y vivió durante 3 años con monos. Cuando John tenía entre 3 o 4 años de vida observó como su padre asesinó a su madre. El niño escapó de casa y se internó en la selva. Otra historia cuenta que posiblemente su padre fue quien de hecho lo abandonó en la selva porque no se quería hacer cargo de él.

Una vez en la selva el niño fue encontrado por una manada de monos, quienes le ofrecieron comida y el niño decidió seguirlos. Al poco tiempo empezó a imitar sus movimientos y poco a poco se integró como miembro de esa manada.

Pasados cerca de 3 años una joven llamada Milly Sebbavio lo vio desnudo y recogiendo frutos con otros monos jóvenes y fue a alertar a la comunidad. Después de un duro rescate (Ni los monos ni Jhon permitían que se lo llevaran), John fue atendido por personal médico y, a pesar de que tuvo conflictos con la comida, tenía parásitos y un grado de desnutrición alto, pudo sobrevivir. Actualmente Jhon continua viviendo en Uganda y forma parte de un coro con el cual a viajado a muchos países como Inglaterra y Francia.

Natasha

El caso de Natasha es bastante reciente, se descubrió en el 2009 en Siberia en la localidad de Chita cuando tenía 5 años. Lo que sorprendió a las autoridades era que la niña se mostraba agresiva al contacto con humanos, además de caminar en 4 patas y beber agua con la lengua. También se comunicaba por medio de ladridos.

La niña había estado toda su vida encerrada en una habitación con perros y gatos, siendo su único contacto humano cuando sus padres entraban a la habitación para alimentarla. Estos fueron arrestados y condenados por negligencia.

María Isabel Quaresma Do Santos

niña y gallinas

María Isabel vivió toda su vida recluida en un gallinero hasta ser descubierta por una trabajadora social a los 9 años de edad. Procedente de una familia numerosa en Portugal, María fue encerrada por su madre, quien padecía serios trastornos mentales, en el gallinero después de que esta considerara que no pertenecía a la familia.

Probablemente lo que más asombre de este caso es que el caso de la niña no era desconocido en el lugar donde vivía, Tábua sin embargo nadie denunció. Al ser rescatada la niña solo emitía algunos cacareos, moviéndose como las gallinas y pasaba de estados de la euforia y la furia al total ensimismamiento.

Además de esto, producto de haberse alimentado exclusivamente del alimento de las gallinas desarrolló serios problemas de crecimiento. A pesar de los esfuerzos que se hicieron en su caso, el haber estado aislada tanto tiempo, sumado a la extrema desnutrición, hicieron que se estancara en los 2 años para siempre, viviendo en una institución para enfermos mentales hasta nuestros días.

Marcos Rodríguez Pantoja

lobo

Marcos Rodríguez es el caso más documentado sobre un niño salvaje español. Procedente de Andalucía y nacido en 1946, fue vendido por su padre a un pastor de ovejas que pronto lo abandonó en la sierra. Al poco tiempo fue encontrado por una manada de lobos, con quien el niño empezó a compartir presas y convivió con ellos durante 12 años.

Durante la guerra civil española fue encontrado y trasladado a la casa de un cura y posteriormente a un convento, donde le corrigieron una desviación en la columna producto de tantos años caminando encorvado. Tuvo muchos problemas para adaptarse a las normas y a la vida en la ciudad, y llevó una vida difícil incluso hoy día.

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