5 curiosidades sobre el piojo de la carpa

El piojo de la carpa es un parásito que, como su nombre lo indica, afecta a la carpa o Cyprinus carpio, tanto sus formas silvestres y ornamentales. Es también llamado piojo de los peces de agua dulce, porque puede perjudicar a otras especies (como los espinosos o percas, entre otros), incluso a ciertos anfibios. Es de pequeño tamaño, pero se observa a simple vista.

Pertenece al grupo de los crustáceos. En particular, al orden Arguloida, familia Argulidae y el género Argulus. Tiene gran importancia económica por parasitar a ejemplares de interés en la piscicultura. Sigue leyendo hasta el final y entérate de algunos datos curiosos de este tipo de artrópodo.

¿Cómo es el piojo de la carpa?

Este piojo presenta un cuerpo segmentado. Su morfología es ovoide y aplanada. Posee una cabeza oval con 4 antenas, 4 maxilas, 2 mandíbulas y un par de ojos compuestos. Además, tiene un tórax con apéndices para la natación y un abdomen corto con dos lóbulos. Los apéndices disponen de cerdas largas.

La cabeza se encuentra cubierta por un carapacho, que en algunos tipos de argúlidos puede prolongarse hasta el tórax o el abdomen.

Las antenas constan de garfios que les ayudan a la fijación. Asimismo, el segundo par de maxilas presenta ganchos en su extremo distal, aunque su apariencia es más de apéndices. Por su parte, el primer par maxilar está especializado, a modo de discos de succión o ventosas con forma de copa para adherirse al huésped. También tiene un estilete hueco y retráctil que perfora la piel para succionar su alimento, el mucus, las células epiteliales y la sangre.

Posee un tamaño reducido. Por lo general, no sobrepasa los 10 milímetros. No obstante, algunos ejemplares tienen mayores proporciones. Por ejemplo, Argulus foliaceus puede alcanzar los 15 o 22 milímetros de longitud. En cuanto a su coloración, podemos decir que es variable, aunque lo común es que sea transparente con tonos verdosos.

Curiosidades del piojo de la carpa

Los piojos de los peces de agua dulce causan daños considerables, en particular cuando hay gran cantidad de individuos que generan la infestación. A continuación te desglosamos 5 aspectos curiosos e interesantes de estos temibles y pequeños crustáceos.

1. Los machos son más pequeños que las hembras

Aunque los sexos en este género están separados, es decir, existen individuos de ambos tipos (dioicos), los machos son de menores longitudes que las hembras. Estas ganan tamaño, lo que incrementa su fertilidad. Por su parte, los piojos del sexo masculino sacrifican esta característica para invertir la energía en la búsqueda de la pareja. De esta manera, garantizan la reproducción.

En un estudio realizado en Uruguay, en el año 2017, se encontró una población de estos piojos en bagres. Se lograron determinar las medidas entre machos y hembras. Así, los miembros masculinos tenían un promedio de 3,8 milímetros, con un rango que iba de 2 a 5,7. En el caso de las femeninas, adquirían mayores cifras, con una media de 4,1 y un valor máximo de 6,4.

2. Son parásitos no permanentes

Otro dato interesante de estos organismos, es que se trata de parásitos no permanentes. Además, los adultos, dejan de manera periódica a los peces huéspedes para nadar de forma libre. Por una parte, las hembras los abandonan luego de la cópula, con la finalidad de depositar sus huevos, mientras que los machos deben hacerlo con el objetivo de encontrar pareja.

Estos piojos pueden sobrevivir cierto tiempo fuera de sus huéspedes. Se estima que este lapso en la especie A. foliaceus es de alrededor de 15 días. Aunque solo pueden estar en su total capacidad y actividad para buscar un nuevo hospedero la mitad de ese período.

3. Cada hembra puede poner hasta 200 huevos

Los piojos de la carpa efectúan la cópula sobre los huéspedes. Luego de este proceso, la hembra con su tórax lleno de huevos se desprende para realizar la puesta. Esta se puede llevar a cabo en sustratos como rocas, vegetación acuática o superficies planas.

La fertilidad es alta, ya que las hembras pueden poner hasta 200 huevos de forma ovoide y de 0,3 a 0,6 milímetros de largo. También los recubren con una masa gelatinosa que sirve para la adhesión al sustrato. Así, quedan agrupados y bastante compactos. El tiempo de eclosión de las larvas varía con la temperatura del agua.

4. Presenta una glándula en la base del estilete

El estilete del piojo de la carpa es delicado y hueco. Aparte de su poder de perforación, está dotado de una glándula en su base. Esta es de pequeño tamaño, pero tiene la capacidad de secretar un líquido que contribuye con la digestión. Además. Posee acción anticoagulante, es decir, que evita que la sangre se coagule. Dicha sustancia sale por medio de una de las dos aperturas que presenta en la punta de esta estructura.

5. El piojo de la carpa provoca pérdida de la condición corporal

La mayoría de los parásitos se adhieren al tegumento. Sin embargo, también invaden las branquias o el interior de la boca. A pesar de que producen mayor mortalidad en alevines, el daño a los adultos, puede ser considerable, todo depende del tamaño de los peces y el número de parásitos.

Generan pérdida de la condición corporal general, disminuyen la tasa de crecimiento, ocasionan debilidad y cambios en el comportamiento. Asimismo, causan daños al tegumento, con lo que pueden observarse algunas alteraciones en la coloración habitual de los peces. Esto también produce úlceras. Estos daños a la piel son muy peligrosos, ya que cada herida puede servir como puerta de entrada a otros patógenos, complicando el cuadro.

Como ves, el piojo de la carpa es un insecto muy bien dotado para su vida a expensas de otros, con ventosas, ganchos y un estilete perforador. Además, inyecta sustancias digestivas y anticoagulantes, que también perjudican al hospedero. Armas que lo convierten en un audaz y eficaz parásito que no quieres tener en tu koi o ningún otro pez.