¿Las serpientes tienen huesos?

Las serpientes no tienen patas, sin embargo, sus cuerpos están adaptados para un desplazamiento hábil y rápido gracias a sus músculos y su interesante sistema de soporte. ¿Quieres conocerlo?

El cráneo de una serpiente sobre un fondo negro.

Las serpientes son animales diferentes en aspecto a otros miembros de su grupo. Carecen de extremidades, no obstante, se movilizan de forma ágil y rápida. Además, cuando se alimentan muestran gran flexibilidad al expandir su boca para engullir a sus presas. Por ello, pareciera que fueran seres sin sistema óseo, así que es normal plantearse lo siguiente: ¿las serpientes tienen huesos?

Estos animales pertenecen al grupo de los vertebrados, en particular a los reptiles y al orden Squamata, por lo que sin duda deberían tener columna vertebral. En las próximas líneas te contamos todos los pormenores relacionados con el sistema de soporte, si las serpientes tienen huesos o no y cómo logran su elasticidad. ¡No te quedes sin leerlo!

Características de las serpientes

Los ofidios poseen un cuerpo alargado, cubierto de escamas y que carece de extremidades. Sin embargo, se desplazan de manera muy veloz arrastrándose en el suelo, trepando árboles y algunos ejemplares hasta nadan. En la cabeza tienen 2 ojos sin párpados, recubiertos por una escama transparente. También constan de una lengua bífida que les permite captar el olor del entorno.

Estos reptiles mudan su piel constantemente a medida que crecen. El número de mudas es variable y depende de las hormonas y del entorno. De igual manera, la escama del ojo se renueva de forma periódica. Gracias a este proceso, mantienen su epidermis efectiva y esta actúa como barrera biológica contra los patógenos.

Las serpientes son cosmopolitas. Sus hábitats son muy diversos y ocupan desde zonas bajas hasta altas montañas, pasando por desiertos, bosques húmedos y áreas de la tundra ártica. Por lo tanto, han desarrollado una gran variedad de colores, tamaños y estilos de vida. Existen especies arbóreas, excavadoras, acuáticas y terrestres.

Son animales depredadores y hábiles cazadores, con un olfato muy desarrollado y otras estructuras que les permiten detectar vibraciones y el calor de sus presas. No obstante, no escuchan muy bien los sonidos y carecen de aparato auditivo externo y medio, pero sí pueden percibir ondas de baja frecuencia gracias a su oído interno.

Algunas serpientes inoculan veneno a sus víctimas con el fin de matarlas y comerlas. Esta herramienta tan poderosa también puede ser empleada como método de defensa. Por otro lado, ciertas especies hacen uso de su musculatura para ahogar a sus víctimas y someterlas hasta el deceso.

Gracias a su nutrición carnívora, las serpientes cumplen un rol importante en los ecosistemas como controladoras de otras poblaciones de animales.

No se pueden tener animales salvajes como mascotas.

¿Las serpientes poseen huesos en sus cuerpos?

Ahora sí, vamos a resolver la inquietud sobre el sistema óseo de los ofidios. Al principio afirmamos que pertenecen al grupo de los vertebrados, por lo que las serpientes sí tienen huesos y columna vertebral, los cuales se encuentran organizados de una manera asombrosa para permitir una gran flexibilidad.

En general, su cuerpo alargado y sin patas posee numerosas vértebras, que protegen la médula espinal, un órgano esencial del sistema nervioso. Al esqueleto se fijan músculos poderosos que contribuyen al movimiento de estos reptiles y su gran agilidad.

¿Cómo es el esqueleto de las serpientes?

El esqueleto de los ofidios consta de un cráneo y numerosas vértebras con costillas. No tienen cintura y, por lo tanto, no existen huesos de las caderas y tampoco hay patas. Sin embargo, algunas familias pueden presentar ciertos esbozos de extremidades. Veamos en detalle cada una de las partes de este sistema óseo tan interesante.

Cráneo y mandíbula

El cráneo de las serpientes se caracteriza por su condición diápsida, es decir, que posee dos fosas temporales o agujeros detrás de las órbitas oculares (una es superior y otra inferior). Sin embargo, presenta algunas modificaciones que le permiten una flexibilidad notoria.

Entre las características más asombrosas de la cabeza tenemos su formación por varias piezas con articulaciones móviles, lo que se conoce con el nombre de cráneo cinético. Además, las mandíbulas de las serpientes no son rígidas y la inferior tiene sus dos partes unidas por músculos y piel, lo que les proporciona una enorme capacidad de expansión a la hora de alimentarse.

Las serpientes pueden consumir presas de gran tamaño, incluso mayor al de ellas. Este aspecto es posible gracias a su cráneo cinético y los detalles de su aparato bucal.

Otro carácter importante a mencionar de las serpientes son sus dientes. Aunque muchas poseen una dentadura uniforme, con piezas de la misma forma y tamaño (conocidas como aglifas), existen otras con colmillos especializados para inyectar el veneno. Entre ellas tenemos a las siguientes conformaciones:

  • Opistoglifas: son aquellas que presentan los colmillos en la parte posterior del maxilar.
  • Proteroglifas: con colmillos fijos en la parte anterior del maxilar.
  • Solenoglifas: serpientes dotadas con colmillos más especializados, los cuales son móviles y poseen un canal interno que se comunica de manera directa con la glándula de veneno.

Columna vertebral y costillas

Otra característica interesante del esqueleto de las serpientes es la formación de la columna vertebral por múltiples vértebras. Estas son cortas y anchas, lo que les permite realizar movimientos rápidos sobre la hierba y otros sustratos rugosos. Su número es variable y depende del largo del organismo. Por lo general, las vértebras se cuentan desde 100 hasta más de 400.

Por ejemplo, en observaciones realizadas en la columna vertebral de Boa constrictor, se contaron hasta casi 300 vértebras a lo largo de todo su cuerpo. Las más numerosas van desde el cráneo hasta la cloaca, luego le siguen unas pocas en la cloaca y 40 como un aproximado para la parte caudal. El número varía de acuerdo al tamaño de cada ejemplar.

Las vértebras en dicha especie (B. constrictor) tienen como características su gran tamaño y robustez. Además, se presentan más pequeñas a medida que se avanza en la cola.

El esqueleto de las serpientes también posee algunas costillas, las cuales son de tipo flotante. Le proporcionan rigidez a la columna vertebral y se anclan a las vértebras por uno de sus lados, mientras que por el otro quedan sueltas. Carecen de esternón, al igual que otros organismos (entre ellos los peces, las tortugas y algunos lagartos).

Cintura y extremidades

Como hemos mencionado, las serpientes no tienen cintura (ni pectoral ni pélvica), ni tampoco extremidades (son ápodas). Solo algunas familias conservan esbozos de estas partes como son las boas (Boidae) y las pitones (Pythonidae), entre otras.

¿Las serpientes tienen huesos?

En resumen, las serpientes sí tienen huesos. Su esqueleto presenta algunas adaptaciones para que puedan lograr esa flexibilidad tan asombrosa que se observa cuando engullen presas completas de gran tamaño. Además, carecen de cintura y extremidades, pero esto no impide que su cuerpo esté diseñado para desplazarse de manera ágil y rápida.

Bibliografía

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