Que tu peludo devore todo lo que encuentra a su paso y no deje de reclamarte comida no es, sin duda, algo normal. Las razones por las que un perro tiene demasiado apetito pueden ser diversas y con distinto grado de gravedad. Te contamos algunos detalles.
Posibles causas por las que un perro tiene demasiado apetito
Entre las principales causas por las que un can tiene un hambre excesivo, podemos señalar:
- Una dieta que no cubra sus necesidades nutricionales
- Parásitos internos
- Enfermedades
- Que no desarrolle suficiente actividad física
- Que copie malas actitudes de sus dueños
- Ámbitos en el entorno
La consulta al veterinario se torna fundamental para detectar problemas actuales o prevenir inconvenientes a futuro a causa del exceso de alimentación.
Los motivos por los que un perro tiene demasiado apetito pueden ser variados. El veterinario seguramente te ayudará a identificar las causas y a encontrar las formas de solucionar este problema.
Cómo debe ser la dieta adecuada para tu peludo
Una dieta adecuada para tu can debe cubrir sus necesidades nutricionales de acuerdo a:
- Edad
- Tamaño
- Peso
- Actividades que desarrolla
Un especialista en nutrición animal podrá ayudarte a determinar la mejor forma de alimentar a tu peludo en cada etapa de su vida, ya sea que elijas darle alimento balanceado o comida casera.
Lo cierto es que si no le das la ración adecuada de acuerdo a las características de tu peludo, se quedará con hambre y demandará más comida. Por ejemplo, si el perro gasta mucha energía en juegos y paseos, necesitará más alimento que el indicado en la bolsa del pienso, que es una indicación general.
Más ejercicio y menos bocadillos entre comidas
Por otra parte, si tu peludo no desarrolla la suficiente actividad física, seguramente suplirá esa falta de ejercicio y de juego comiendo. Y de allí a la obesidad hay un paso. Ten presente que, según una información difundida por la la Asociación Mundial de Veterinarios de Animales Pequeños, el exceso de peso de los dueños se está trasladando a las mascotas.
Así que, si tus costumbres son sedentarias, no se las trasmitas a tu amigo de cuatro patas. Es más, entusiásmate con la idea de pasear y jugar un rato al aire libre con tu perro. Así, los dos estaréis más saludables.
Además, si eres de los que picotea entre comidas y siempre andas masticando algún bocadillo, ten presente que tu peludo querrá imitarte y no dejará de reclamar su parte del botín cada vez que te vea llevarte comida a la boca.
Trucos para que tu perro no coma en exceso
Entonces, como lo ideal es que tu peludo coma la cantidad adecuada de alimento repartida en las veces que indique el veterinario, y evite así los “extras”, es conveniente que:
- Lo mantengas alejado de la cocina cuando estés preparando la comida.
- No le permitas que reclame parte de la cena o del almuerzo cuando la familia se siente a la mesa.
- En vez de malcriarlo con bocadillos a cualquier hora del día, mejor ofrécele un juguete para que se entretenga. O juega un rato con él.
Cuando el exceso de apetito aparece de forma repentina
A veces, las causas del hambre excesivo pueden deberse a algunos problemas de salud, sobre todo si el apetito voraz aparece de forma repentina.
Tu peludo puede tener parásitos intestinales, o estar padeciendo, por ejemplo:
- Problemas hormonales
- Diabetes
- Insuficiencia pancreática
- Mal funcionamiento de los riñones
Otras causas que pueden desatar el hambre de tu peludo
En algunos casos, si de repente el perro tiene demasiado apetito, puede deberse a que se han producido cambios en el entorno familiar. La llegada de un bebé o la adopción de una nueva mascota suelen provocarle celos y desencadenar reacciones en tu peludo como la de romper cosas, orinar en cualquier sitio o… engullir todo lo que se le ponga a tiro.
Estos trastornos de comportamiento pueden corregirse con paciencia y cariño. Ten presente que el veterinario sabrá aconsejarte de manera adecuada también en estos temas.