El maltrato animal es indignante. Existen dos tipos de crueldad animal inherentes en todo el espectro de maltrato animal. Por un lado la crueldad activa, esto es la intención deliberada de dañar a un animal causando dolor y sufrimiento de inmediato y por el otro lado la crueldad pasiva que es el daño infligido a través de negligencia intencional creando sufrimiento prolongado.
Ambos tipos de crueldad suele ser sufridas por animales de compañía, animales utilizados en rituales, en la producción en masa de cachorros, la industria de la alimentación y en la moda.
¿Enfermedad mental?
Independientemente de los argumentos que justifican la crueldad es crueldad y no se puede disimular. Todos los animales muertos en estas prácticas son “conscientes”. Sienten un dolor insoportable de miedo y terror. Este hecho no puede ser ignorado. Como sociedad tenemos la opción de no apoyar estas prácticas aberrantes y condenar esta ausencia de sentido.
El maltrato a animales no es un tema sencillo y no puede ser ignorado. Ahora cobra mayor visibilidad a través de las redes, por eso es necesario hacer lo poco que esté a nuestro alcance para detenerla.
De acuerdo a estudios, los abusadores de animales son cinco veces más propensos a cometer crímenes violentos contra las personas. Conductas desviadas tales como el abuso de animales en general se originan de una infancia traumática.
La Asociación Americana de Psiquiatría considera a la crueldad animal como un trastorno de conducta. La cuarta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) define el trastorno de conducta como “un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que se violan los derechos básicos de los demás o las principales normas sociales propias de su edad o reglas.” El trastorno de conducta se encuentra en aquellos que abusan de los animales y abusan de la gente.
La evidencia clínica indica que los síntomas de crueldad animal se observan durante las primeras etapas del trastorno de conducta, a menudo por la edad de ocho años. Esta información ha sido recientemente incluida en el DSM por lo que algunos psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales están ahora tomando conciencia de ello.
Diversos estudios indican que existen ciertas motivaciones que son aplicables a los jóvenes que abusan de animales. Muchos lo hacen para mejorar la propia agresividad, para impresionar a la gente por diversión, la represalia contra una persona por herir a su mascota o para experimentar el sadismo entre muchos otros motivos.
También puede ser por presión de los pares, para mejorar el estado de ánimo (por ejemplo, el maltrato de animales se utiliza para aliviar el aburrimiento), la satisfacción sexual, el abuso forzado, fobias animales, juego postraumático o imitación
Existe una conexión entre la violencia intrafamiliar y el maltrato animal. Algunas investigaciones dicen que en el 80% de los hogares, en los que las agencias de control de animales encontraban mascotas maltratadas, habían antecedentes de abuso físico y negligencia.
Los niños y adolescentes que son abusivos con animales a menudo actúan por la violencia experimentada o presenciada en su casa. Los individuos suelen ser agresivos debido a una injusticia real o percibida. En ese sentido, de acuerdo a estudios, los niños expuestos a violencia doméstica son tres veces más propensos a ser crueles con los animales que los niños de hogares no violentos.
Los niños víctimas de abusos sexuales son cinco veces más propensos a abusar de los animales, y el 20% de los niños que abusaron sexualmente de otros niños tenían antecedentes de abuso sexual de los animales.
¿Cómo evitar el maltrato a animales?
La omisión también es crueldad. Por lo tanto, si ves que alguien está maltratando a un animal comunícate en el momento con un funcionario de manera que se pueda evitar. Dependiendo del país existen legislaciones que protegen a los animales y deben hacerse valer.
Si tienes hijos en edad escolar, trata de que el equipo educativo genere charlas sobre este tipo de temas. Algunas instituciones están abiertas a estas problemáticas.
Reforcemos valores que nos fortalezcan como sociedad, desde nuestra propia práctica se puede hacer mucho para evitarlo.
Finalmente, los grandes cambios siempre empiezan por casa. Por lo tanto desde tu lugar trata de sensibilizar y construir un mundo mejor con pequeñas acciones.