No hay dudas de que acostarse en la cama y tener cerca a tu gato ronroneando es una situación muy agradable. Sin embargo, mucha gente se pregunta si dormir con su minino en la misma cama puede ser perjudicial para la salud. Entonces, ¿dormir con gatos es bueno o malo? Lo cierto es que no existe una respuesta definitiva.
De hecho, la ciencia se ha encargado de establecer que hay riesgos relacionados con la transmisión de enfermedades zoonóticas, pero que también existen beneficios emocionales asociados.
A continuación, exploraremos cuáles son las ventajas y las desventajas de dormir con tu minino en la misma cama, y qué acciones puedes tomar para que esta práctica sea siempre segura.
Estos son los pros de dormir con tu gato
Dormir con el gato es una práctica muy común. En ese sentido, una revisión realizada por la Clínica Mayo estudió a dueños de mascotas y descubrió que más de la mitad (un 56 %) dormían con ellas. Y es que descansar con tu gato trae consigo una serie de ventajas emocionales, gracias a la sensación de tranquilidad y a la compañía que nos puede brindar nuestra mascota. En este sentido, los principales beneficios son los siguientes:
1. Mejoras tu salud emocional
Las personas que tienen lazos estrechos con sus animales de compañía tienen una mejor salud emocional, pues experimentan una sensación de acompañamiento y afecto que mejora su bienestar psicológico. Por otra parte, se ha descubierto que los gatos son empáticos; es decir, que pueden comprender las emociones humanas y responder a ellas de manera sensible. Esto quiere decir que los gatos perciben las energías de las personas.
Por ello, está claro que dormir con nuestro gato podría proporcionar beneficios emocionales y psicológicos, como reducir el estrés y brindar apoyo emocional.
2. El ronroneo te tranquiliza
El ronroneo de los gatos puede tener efectos tranquilizadores en las personas, según diversas investigaciones. El zumbido característico que emiten los felinos domésticos cuando están relajados, incide en el sistema nervioso humano, al reducir el estrés, disminuir la presión arterial y mejorar el estado de ánimo.
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3. Te mantiene calentito en la cama
La temperatura corporal de un gato adulto es de unos 38 ° C. Por eso, en especial si hace frío, tener a un gato acurrucado junto a ti, puede ser reconfortante y contribuir a mantener una temperatura agradable en la cama.
4. Te transmite seguridad
En diversas culturas, los gatos están considerados como animales protectores. Según algunas creencias, hay muchos motivos por los que un gato puede llegar a tu vida, y uno de ellos se refiere al cumplimiento de su misión: protegerte. Dormir con un gato puede brindarte una sensación de protección y seguridad debido a estas creencias arraigadas.
Estos son los contras de dormir con tu gato en la misma cama
Aunque dormir con tu gato puede ser muy beneficioso en términos emocionales, existen algunos problemas asociados a esta práctica. Veamos:
1. Transmisión de enfermedades zoonóticas
Las mascotas pueden constituir un riesgo potencial en la transmisión de enfermedades al dormir con su dueño. Las principales bacterias y parásitos zoonóticos que ocasionan un riesgo, según estudios de las revistas Pathogens y Emerging Infectious Diseases, son Enterobacteriaceae, Bartonella henselae, Pasteurella spp y Cheyletiella spp.
Las personas más propensas a padecer algún problema de salud por dormir con su gato son aquellas con un sistema inmunológico debilitado, las personas asmáticas o con alergias, los ancianos y los niños.
2. Alteración del sueño
Compartir la cama con tu mascota puede tener efectos negativos en el sueño. ¿Tu gato te despierta en la madrugada? Esto tiene fácil explicación: los gatos pueden tener comportamientos activos, sobre todo a primera hora (pues son animales crepusculares), que interrumpen el sueño al saltar, caminar sobre nosotros o ponerse a jugar.
3. Problemas de higiene
Otro de los problemas de dormir con nuestro gato tiene que ver con problemas de higiene relacionados con sus deshechos. Lo cierto es que el minino podría despertarse a mitad de la noche para ir a utilizar su caja de arena y regresar de inmediato a la calidez de la colcha de tu cama. En vista de esto, puede contaminar tu ropa de cama con partículas de orina o de heces.
¿Puedo dormir con mi gato si estoy embarazada?
No está recomendado que las mujeres embarazadas duerman con el gato en la misma cama, sobre todo si el minino tiene acceso al exterior o si no conoces el estado de salud del felino. En estos casos, el problema más importante tiene que ver con la transmisión del parásito Toxoplasma gondii, que causa la toxoplasmosis.
Las mujeres embarazadas son más susceptibles a las complicaciones de esta enfermedad, pues el parásito se transmite mediante la placenta y podría infectar al feto. De acuerdo con Healthy Children, del 70 % al 90 % de los recién nacidos con toxoplasmosis no tienen ningún síntoma.
Sin embargo, podrían aparecer complicaciones como problemas de visión, crisis convulsivas, sorderas o retraso en el desarrollo. En casos más extremos, el feto podría morir en el útero o el bebé a los pocos días de nacer.
En cualquier caso, conviene tomar medidas preventivas para minimizar el riesgo de toxoplasmosis durante el embarazo, al hacer énfasis en la limpieza del hogar y en visitas regulares al veterinario con el minino.
Consejos para hacerlo de manera segura
Si consideras que dormir con tu gato te aporta bienestar, entonces quizá quieras saber cómo minimizar los riesgos de esta práctica. Para dormir con tu gato de manera segura, puedes seguir los consejos que detallamos a continuación.
1. Cambia las sábanas de forma regular
Si vas a dormir con tu minino en la cama, procura mantener la higiene en las sábanas, pues la presencia del animal aumentará la cantidad de pelo, suciedad y alérgenos. Por lo general, se recomienda cambiar las sábanas una vez por semana, como mínimo, pero te recomendamos que aumentes la frecuencia a dos, por lo menos. También es clave que laves las colchas y las frazadas.
2. Considera añadir una cama para tu gato
Lo ideal es que proveas a tu gato de diferentes rincones agradables en toda la casa donde puedan echarse a descansar. Aunque tu minino duerma de forma regular contigo, a veces puede buscar otros rincones, como plataformas elevadas, repisas, torres para gatos o camas para gatos hechas a mano.
3. Haz que tu gato gaste energía durante el día
Jugar con el gato lo ayudará a adquirir destreza, a desarrollar sus capacidades y a ejercitarse. Cuando el minino juega, está gastando energía que luego necesitará reponer durante el descanso. Si logras que tu mascota gaste energía durante todo el día, es menos probable que se despierta reiteradas veces durante la noche e interrumpa tu sueño.
4. No olvides desparasitarlo
Desparasita a tu gato contra agentes externos como pulgas, garrapatas o ácaros. Los medicamentos para este procedimiento son recetados por un veterinario, aunque las tiendas de mascotas también venden productos para desparasitación externa, como pipetas, collares, sprays o comprimidos.
La frecuencia para desparasitar a tu gato dependerá un poco de sus hábitos. Por ejemplo, un gato que pasa mucho tiempo en exteriores debería desparasitarse mensualmente, mientras que un «gato de apartamento» puede desparasitarse cuando identifiques que sea necesario, de manera general, cada tres meses.
5. Lleva al gato al veterinario
No olvides mantener al día las visitas al veterinario de tu minino. Algunas de las vacunas básicas que necesita tu gato son las que protegen contra la panleucopenia felina (FPV), el herpesvirus felino 1 (FHV-1), el calicivirus felino (FCV) y la rabia.
Dormir con el gato en la misma cama: ¿sí o no?
Como ves, no hay una inclinación definitiva hacia si es malo dormir con un gato en la cama. En líneas generales, si el michi tiene un buen estado de salud, es poco probable que represente algún riesgo para la persona que duerme. Si decides dormir con tu minino, te recomendamos que sigas algunas medidas para garantizar la seguridad y la comodidad de ambos.
Bibliografía
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