¿Por qué los gatos aman dormir en lugares altos?

Los gatos prefieren dormir en lugares altos por la seguridad que ello les reporta. Sin embargo, esta no es la única razón: descubre aquí las demás.
¿Por qué los gatos aman dormir en lugares altos?
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 06 marzo, 2024

Los felinos acurrucados en las alturas representan una imagen típica: encima del armario, en los tejados, en las copas de los árboles y en cualquier otro espacio que se te ocurra. Parece que los gatos adoran dormir en lugares altos y, en ocasiones, con aspecto peligroso.

¿Por qué esta preferencia por las zonas elevadas? La respuesta a esta pregunta se asienta en varios pilares y es más compleja de lo que crees. Si sientes curiosidad, en las siguientes líneas podrás satisfacerla, así que no te lo pierdas.

¿Por qué los gatos prefieren dormir en lugares altos?

Dormir es una parte fundamental de la vida del felino y un ejemplar adulto pasa de 12 a 16 horas haciéndolo, así que buscará el mejor lugar para descansar sin interrupciones. Cabe destacar que los gatos son de hábitos nocturnos, por lo que la mayor parte de nuestra vigilia la pasamos observándolos con los ojos cerrados.

Pero ¿qué empuja a un gato a dormir en lo alto de una estantería? ¿O a subirse a un árbol para echarse la siesta (del que luego quizá no sepa bajar, además)? En los siguientes apartados tienes las razones principales de este comportamiento.

¿Por qué mi gato trepa los muebles?

Es entretenido para los gatos

Los gatos son animales curiosos por naturaleza y necesitan estimulación constante, como cualquier animal cazador. Es justo por esta necesidad de observar su ambiente en busca de presas que su instinto los lleva a buscar lugares elevados.

El mero hecho de subirse a un sitio alto y observar sus alrededores ya es un entretenimiento completo, al igual que cuando miran por la ventana. Si tu felino tiene esta tendencia, asegúrate de que sus lugares favoritos no suponen un peligro para él o para los elementos de su entorno.

Por dominancia

Si hay varios gatos en casa, es muy posible que alguno de ellos quiera estar en un lugar más alto que el resto. De esta forma se muestra ante los demás como el individuo dominante y tiene una buena vista de lo que pasa a nivel social en el resto del grupo.

Esta conducta es un reflejo de lo que harían los felinos la naturaleza: tener ventaja a la hora de encontrar presas y defenderse de los rivales puede ser fundamental para vivir un día más.

Sienten mayor seguridad

Los gatos más miedosos o tímidos tienden a subir a las alturas para sentirse más seguros. Eventos como la llegada de otro animal al hogar o una reunión social pueden provocarle a la mascota estrés, de forma que huye a un lugar en el que pueda controlar la situación (al mismo tiempo que es inalcanzable).

Descansan tranquilos

Los sitios altos son tranquilos: están libres de parte del ruido de la casa, son rincones resguardados y se encuentran normalmente alejados del tránsito de los demás miembros de la familia. Aunque el gato no quiera dormir de forma profunda, estos son lugares ideales para descansar sin que nadie rompa la paz.

Regulan su temperatura

Todo felino pasa largos periodos al sol, así que seguro que habrás deducido que los ejemplares de esta especie prefieren el calor al frío. En invierno, los gatos buscan dormir en lugares altos porque el aire caliente asciende, de forma que estarán más cómodos subiéndose a un rincón elevado.

El calor de la calefacción en invierno se concentrará en las zonas del techo, lo que resulta atractivo para el felino.

Manejan mejor el estrés y ansiedad

Los gatos son reacios a los cambios. Como seguramente ya sepas, un mueble fuera de lugar, el ruido de obras en la casa o incluso cambiar el color de las paredes puede perturbar a los ejemplares más sensibles. Por eso, refugiarse en un lugar seguro en las alturas (que además le sea familiar) será una forma efectiva del gato a la hora de manejar su propio estrés.

El síndrome del gato paracaidista

Un gato subido a un lugar elevado puede sentirse más seguro, pero lo cierto es que el riesgo de accidentes aumenta. Los felinos no siempre prefieren muebles para trepar: a veces gustan de hacer equilibrios sobre las barandillas de los balcones o en los alféizares.

En estos casos, un sobresalto o un simple resbalón puede ocasionar que el gato se precipite al vacío. Esto se conoce como el síndrome del gato paracaidista, un cuadro en el que el felino sufre graves lesiones o incluso fallece si no consigue corregir su postura antes de llegar al suelo.

Los gatos caen mejor desde alturas elevadas, pues tienen más tiempo para colocarse y amortiguar el impacto. De todas formas, no son animales indestructibles.

Aunque dentro de casa puedes confiar en la agilidad de tu gato, en las ventanas y los balcones la cosa se torna más peligrosa. Si alguna vez lo ves caminar por lugares peligrosos, no pierdas la calma: si le gritas o realizas movimientos bruscos, podrías asustarlo y hacer que se caiga. Lo mismo pasa si se ha subido a un árbol, pues si trata de bajar precipitadamente puede perder pie y precipitarse.

Los gatos echan de menos a sus dueños.

Como siempre, la prevención será tu mejor arma contra las caídas peligrosas. Asegura las ventanas y los accesos al exterior para que tu gato pueda asomarse sin problemas. El mejor invento hasta la fecha son las redes anticaídas, que encajan en cualquier abertura, incluso en terrazas. Aplicando las medidas adecuadas podrás ver a tu amigo felino disfrutar del sol y de las alturas sin riesgo para su seguridad.


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