12 síntomas de que tu gato está estresado

Los gatos son animales muy reservados y se alejan con facilidad de aquello que no les agrada. Detectar sus motivos de estrés es esencial para una buena convivencia.
12 síntomas de que tu gato está estresado

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 24 septiembre, 2021

Como todo tutor de un félido sabrá, los gatos son animales bastante reservados y a veces es difícil detectar cambios en su comportamiento. Conocer los síntomas de que tu gato está estresado es esencial, pues estos animales son bastante proclives a padecer cuadros emocionales ante cambios mínimos. 

Como los félidos mantienen un marcado instinto salvaje, son expertos a la hora de esconder sus emociones para no mostrarse vulnerables. Ya sea por agentes estresantes externos o por enfermedades en su propio organismo, los gatos pueden estar estresados y lo más probable es que el tutor ni se dé cuenta.

Sigue leyendo para detectar este cuadro emocional en tu mascota, pues te presentamos 12 síntomas de que tu gato está estresado. Si notas estos signos por más de unos días, no dudes en acudir al veterinario (o a un educador, en caso de que se descarten enfermedades físicas).

1. Orina fuera de la caja

Que tu gato orine fuera de su caja de arena nunca es buena señal. Los félidos son animales muy limpios y rutinarios por naturaleza, así que nunca van a cambiar de sitio en el que hacer sus necesidades sin motivo. Puede que el estrés sea un desencadenante o, por el contrario, que la incontinencia urinaria surja por un problema fisiológico.

2. Orejas bajas

Los mamíferos se comunican de forma excelente gracias a la musculatura presente en (y cerca de) las orejas. Los humanos no podemos moverlas, pero los gatos son capaces de direccionar sus pabellones auriculares en la dirección de los estímulos para ubicarlos mejor. También utilizan estos músculos faciales para mostrar sus emociones, aunque sea de forma sucinta.

Uno de los síntomas más comunes de que tu gato está estresado es que tenga las orejas “planas” y echadas hacia atrás. El animal también tenderá a poner su cuerpo contra el suelo y a erizar sus bigotes. Si el felino adopta esta posición, mejor que no lo toques.

Un gato muy enfadado en el exterior de una casa.

3. Se vuelve menos tolerante

Los gatos son seres poco sociales, pero esto no significa que no disfruten de la compañía de su tutor de vez en cuando. Si al intentar acercarte a tu felino se va corriendo de forma inmediata o te ataca cuando lo intentas coger, lo más probable es que esté muy estresado. Esta falta de socialidad puede deberse a un agente estresante externo o a una mala educación.

Si es adoptado, la falta de tolerancia en el felino puede deberse a experiencias traumáticas pasadas.

4. Se esconde más

Los felinos son maestros del escondite: si no quieren ser vistos, un humano puede pasar días sin encontrarse con ellos. Es normal que estos animales tengan sus lugares favoritos de descanso, pero si están todo el rato en ellos (o buscan zonas aún más recluidas) es momento de sospechar. ¿Hay un integrante nuevo en la familia? ¿Se han instaurado ruidos en casa de forma reciente?

5. Tiene diarrea

El estrés promueve la aceleración de los movimientos intestinales. Si el ritmo de la digestión se incrementa, el organismo del animal absorbe menos líquidos, por lo que es probable que las heces sean más frecuentes y acuosas. Por esta razón, la diarrea se considera uno de los principales síntomas de estrés en el gato. 

6. Come demasiado

El término adecuado para referirse al aumento de ingesta de alimento en un ser vivo es polifagia. El entorno puede fomentar que el gato coma mucho más de lo normal, pero también es posible que los centros del apetito del animal se vean modificados por un trastorno cerebral.

Este síntoma es bastante más subjetivo que otros de los citados. Por esta razón, es mejor que acudas al veterinario antes de hacerte con un pienso dietético o reducir la comida que le das al gato. Recuerda que el ritmo de alimentación de los animales varía de forma natural dependiendo de la edad y el estado fisiológico.

7. Come muy poco

Este es un síntoma de que el gato está estresado mucho más común que el anterior. Cuando un animal sufre estrés o ansiedad crónicos, lo primero que hace es dejar de alimentarse (y de reproducirse). En este caso, podrás ver como el félido baja de peso con el tiempo y empiezan a notarse sus costillas.

8. Come cosas que no debería

La ingesta de elementos que no reportan valor nutricional (plásticos, telas, tierra y otros) se conoce a nivel clínico como picaEsta conducta puede ser uno de los síntomas de estrés en el gato, aunque a veces también indica un trastorno grave que solo se puede solucionar con ayuda de un educador. Se trata de un tema serio, ya que la pica favorece que aparezcan bloqueos intestinales.

9. Se acicala demasiado

Como hemos dicho, los gatos son famosos por su obsesión con la limpieza. Es normal que se laman la capa de pelo para higienizarse, pero no que lo hagan hasta dejarse calva la zona o hacerse sangre. El lamido excesivo puede indicar un problema fisiológico o la falta de estímulo ambiental (pues a veces forma parte del grupo de las estereotipias).

Las estereotipias ocurren cuando el animal está falto de estímulos. El lamido excesivo, el perseguirse la cola y el “cazar moscas” son conductas comunes en gatos.

10. Letargia generalizada

Un gato duerme de media de 12 a 16 horas al día. Es normal ver a la mascota tumbada durante casi todo el día, pero que no quiera jugar o que no responda a estímulos es motivo de preocupación. Los felinos estresados o enfermos pierden el interés por toda actividad física: sea cual sea el desencadenante, este síntoma implica una visita al veterinario. 

11. Vocaliza demasiado

Una de las cosas más desesperantes para un tutor es que su felino no deje de maullar. Si ves que tu mascota vocaliza de forma constante, intenta localizar el estímulo que le llama la atención. Es probable que no encuentres nada, y en este caso, se hace necesario ir al veterinario. Puede que el maullido sea un signo de dolor provocado por una enfermedad.

12. Se mueve de forma exagerada

Uno de los síntomas de estrés en el gato se ve representado por la rapidez de sus movimientos. Estos animales son veloces y precisos, pero no es normal que salten a un metro de altura cada vez que se cierra una puerta o cuando una persona habla. La facilidad a la hora de asustarse y la respuesta de huida exagerada indican que el animal no se siente seguro en su entorno.

Un gato singapura.

Como puedes ver, los signos del estrés en gatos son muy sucintos. Como tutor, debes prestar especial atención al comportamiento de tu felino para evitar que esta condición se cronifique. El primer paso al detectar cualquiera de estos síntomas es ir al veterinario y recibir un diagnóstico. Tras ello, debes trabajar para disminuir el estrés de tu animal.


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