Lagartijas venenosas: tipos, características y ejemplos

Los lagartos venenosos no poseen colmillos para inyectar el veneno, las toxinas penetran a través de las heridas de la mordida, mezcladas con la saliva y, por lo general, representan poco riesgo para los humanos.

Lagartijas venenosas: tipos, características y ejemplos

Cuando pensamos en reptiles tóxicos, es común que vengan a la mente las serpientes. No obstante, no son los únicos productores de toxinas peligrosas. También hay lagartijas venenosas, aunque el número de estas especies es más pequeño. ¿Quieres saber más?

Hace unos años, se pensaba que solo existían dos ejemplares venenosos, el monstruo de Gila y el escorpión mexicano, ambos del género Heloderma. Sin embargo, a día de hoy, la lista se incrementó con miembros del Varanus, incluso se descubrió que otros reptiles como las iguanas pueden producir veneno. Veamos 13 de estas especies, con sus características. ¡No te los pierdas!

Lagartijas venenosas del género Heloderma

Los 5 miembros del género Heloderma son venenosos. Producen sus compuestos en un par de glándulas que se comunican con conductos hasta la base de los dientes de la mandíbula inferior.

A diferencia de las serpientes, las glándulas se ubican debajo de los labios inferiores. Además, sus dientes son ranurados, lo que permite que los compuestos fluyan hasta la herida de la víctima, durante la mordida.

Los efectos del veneno de estas lagartijas venenosas son variables en los diferentes animales. A continuación, te presentamos algunos de los más comunes en los mamíferos:

  • Taquicardia
  • Hipotermina
  • Hemorragia interna
  • Problemas respiratorios
  • Disminución de la presión arterial

Las lagartijas de este tipo también son venenosas para perros y gatos. Los síntomas incluyen vómitos, secreciones urinarias y de heces, salivación abundante y lágrimas. Se puede producir muerte por grandes dosis de veneno, que afecta principalmente al sistema respiratorio.

En humanos, se genera un gran dolor, no solo en el área de la mordida, sino que puede extenderse. Además, hay hinchazón, debilidad, sudoración y disminución rápida de la presión arterial.

1. Monstruo de Gila (Heloderma suspectum)

Monstruo de Gila sobre suelo arcilloso.
Pueden encontrarse en laderas rocosas, fondos de cañones y cerca de arroyos. Créditos: © Steve Byland.

Una de las especies de lagartijas venenosas más conocida es el monstruo de Gila, un reptil que se distribuye desde Nevada y California, en el suroeste de Estados Unidos, hasta el suroeste de México. Sus hábitats son diversos, incluyen áreas desérticas, espinosas y pastizales.

Son animales grandes, robustos, de color oscuro, pero con un diseño con tonos rosa y amarillo en las escamas de la región dorsal. Presentan una longitud máxima de 56 centímetros. Asimismo, tienen una cola corta, pero gruesa.

Poseen una mordida poderosa, con dientes grandes que cuentan con ranuras en su mandíbula inferior, por medio de las cuales el veneno fluye por capilaridad. Sus toxinas son bastante tóxicas y suelen introducir una cantidad pequeña de compuestos venenosos a sus víctimas.

El monstruo de Gila se encuentra casi amenazado de extinción, gracias a la destrucción de su hábitat y la explotación comercial.

2. Lagarto de cuentas mexicano (Heloderma horridum)

Dos lagartos de cuentas mexicano frente a frente, sobre arena.
Posee una coloración oscura, en la que resaltan manchas amarillas en el cuello y la cola. Créditos: Buffalo Zoo.

También se le conoce como lagarto enchaquirado o escorpión, se trata de una de las lagartijas venenosas de México, que ocupa el área central y el oeste del país. Al igual que el ejemplar anterior, puede encontrarse en regiones rocosas semiáridas, fondos de cañones y también en bosques abiertos.

Es grande, pero hay diferencias en los sexos en cuanto a esta característica. Así, el macho puede alcanzar los 90 centímetros de longitud y los 4 kilogramos de peso, mientras que la hembra solo llega hasta 76 centímetros y los 2 kilogramos.

Como ocurre con los otros lagartos del género Heloderma, cuenta con dientes ranurados en su mandíbula inferior.

3. Lagarto de cuentas del río Fuerte (Heloderma exasperatum)

Lagarto de cuentas del río Fuerte sobre el tronco de un árbol.
Habita bosques tropicales secos, con un rango de elevación que no supera los 1400 metros de altura. Créditos: iNaturalist.

También conocido como escorpión del río Fuerte. Como es un ejemplar muy parecido al lagarto de cuentas mexicano, anteriormente, se consideraba una subespecie de él. Es uno de los animales endémicos de México. En concreto, se localiza en el sur de Sonora y el suroeste de Chihuahua.

Aunque es menos frecuente, puede ubicarse en matorrales espinosos, así como en bosques de pino y roble adyacentes a las zonas boscosas secas.

Es una especie con un tamaño variable, que no sobrepasa los 90 centímetros de longitud. Por lo general, se distingue por su patrón dorsal, más moteado de amarillo que el de otras especies de lagartos cuentas. Esta coloración predomina en la cola.

4. Lagarto de cuentas de Chiapas (Heloderma alvarezi)

Lagarto de cuentas de Chiapas
En la etapa adulta, conservan algunas motas en la cola. Créditos: Edith Belén Jiménez Díaz/iNaturalist.

Como es de suponer, se encuentra en el estado de Chiapas, en México, pero su ubicación se extiende hasta el extremo occidental de Guatemala. Habita en bosques secos de elevación variable, que va desde los 400 a los 1600 metros sobre el nivel del mar.

También se le conoce con el nombre de escorpión negro, gracias a su coloración oscura. Cuando los individuos están maduros pierden los patrones dorsales amarillos de los estados juveniles, y pasan a ser grises, marrones o negros.

Este lagarto está vulnerable de extinción, debido a la pérdida y fragmentación de su hábitat, al igual que por la persecución que sufre.

5. Lagarto de cuentas de Guatemala (Heloderma charlesbogeti)

Lagarto de cuentas de Guatemala en su hábitat.
Cuenta con una mayor envergadura en sus patas traseras. Créditos: Daniel Ariano.

En este caso particular tenemos una especie endémica de Guatemala, ubicada en la cuenca Atlántica. Habita en áreas de bosque seco en el valle del río Motagua, entre los 300 y los 950 metros de altitud.

Su apariencia es similar a la de los otros lagartos de cuentas, con el dorso negro con patrones de color amarillo pálido, en especial, en la parte posterior. Posee de 4 a 5 pares de anillos amarillos en la cola, como carácter distintivo.

Este reptil venenoso es otro de los animales en peligro de extinción, amenazado por la pérdida de su hábitat, la persecución local y la caza para el comercio de mascotas.

Lagartijas venenosas del género Varanus

Otros de los tipos de lagartijas venenosas son los lagartos monitores, miembros del género Varanus. Sin embargo, su veneno es menos conocido y estudiado que el de los Heloderma y las serpientes. De hecho, existe gran controversia sobre el tema, ya que se piensa que falta evidencia para tildarlos de animales venenosos.

No obstante, algunas investigaciones arrojan que poseen glándulas que producen sustancias tóxicas diversas y complejas, lo que se refleja por la variedad ecológica encontrada en las numerosas especies que ocupan el género.

Así, lo detalla una publicación en la revista Toxins, que menciona una actividad hemorrágica y destructiva del fibrinógeno en los venenos producidos por estos lagartos, que es variable en las diferentes especies de acuerdo con sus hábitos y comportamientos, con efectos más potentes en ejemplares arbóreos y habitantes del desierto.

Asimismo, hay que mencionar que las glándulas venenosas de los varanos son pares. Se ubican una en cada mandíbula y desembocan (por medio de canales) a los dientes.

Entre los efectos que causan tenemos: defectos en la coagulación sanguínea, hipotensión, hemorragias y shock por caída de la presión arterial. No obstante, representan poco riesgo para los humanos. Veamos algunos ejemplos de estos lagartos venenosos:

6. Varano de agua (Varanus salvator)

Varano de agua sobre la arena.
Las marcas amarillas de su cuerpo disminuyen con la edad. Créditos: Carlos Delgado/Wikimedia Commons.

Conocido también como monitor de agua común. Es una especie de amplia distribución, en el sur y sudeste de Asia. Reptil semiacuático, que puede vivir en hábitats diversos, como bosques primarios, manglares, regiones montañosas, pero cercano a ríos, al igual que pantanos, a unos 1800 metros sobre el nivel mar.

Puede medir hasta 3 metros de longitud, aunque no suele sobrepasar los 1,5. Su coloración es oscura, entre marrón y negro, con manchas amarillas en la parte inferior del cuerpo.

Según la Enciclopedia Británica, es uno de los lagartos más peligrosos del mundo. La acción del veneno sobre los humanos es leve y no fatal, pero hay riesgo de exposición a bacterias infecciosas durante la mordida.

7. Dragón de Komodo (Varanus komodoensis)

Dragón de Komodo.
Carecen de dimorfismo sexual: el macho y la hembra poseen apariencia similar. Créditos: Lentera Bumi Pertiwi Foundation.

Se trata del lagarto de mayor tamaño, ya que alcanza 165 kilogramos de peso y puede medir más de 3 metros. Como su nombre lo indica, se encuentra en Indonesia, en la isla de Komodo, pero también puede ubicarse en las islas circundantes de la región menor de la Sonda. Habita en bosques de sabana tropical.

Su coloración es marrón a rojo grisáceo en la etapa de adulto, mientras que en la juvenil presenta un tono verde con bandas amarillas y negras. De igual forma, es interesante mencionar que cuentan con un cuerpo robusto que está cubierto con escamas.

Sus toxinas venenosas inhiben la coagulación sanguínea, por lo que sus víctimas atraviesan un shock, por causa de la pérdida de sangre.

8. Varano del desierto (Varanus griseus)

Varano del desierto sobre la arena.
Puede ubicarse en zonas urbanas, buscando alimento en los vertederos. Créditos: Reptiles and Amphibians of Kazakhstan.

Este lagarto es oriundo del norte de África y de Asia occidental y central. Se encuentra en tierras áridas, en variedad de hábitats, con presencia de arena o suelo blando, hasta los 1300 metros sobre el nivel del mar.

Como es de suponer, posee una coloración grisácea. Aunque también puede ser marrón o amarillo. Además, cuenta con bandas amarillas. En promedio, mide alrededor de 1 metro de longitud. Asimismo, hay que mencionar que existen dos subespecies diferentes que varían en tamaño y número de franjas corporales.

9. Monitor cocodrilo (Varanus salvadorii)

Monitor cocodrilo sobre el tronco de un árbol.
Por lo general, no mantiene contacto con el ser humano. Créditos: Rubén Barros/iNaturalist.

En este caso, tenemos a una lagartija venenosa endémica de Nueva Guinea. Se puede encontrar en hábitats diversos, como selva tropical, bosque mixto, ribereño, entre otros ambientes, hasta los 740 metros sobre el nivel del mar.

Es la especie de lagarto más grande de Nueva Guinea, con tamaños de hasta 2,65 metros de longitud y 20 kilogramos de peso. Presenta una coloración negra, con manchas que pueden ser amarillas, blancas o verdes.

Se trata de un ejemplar ágil, con una mandíbula fuerte y dientes largos y afilados, capaz de causar graves daños a los seres humanos con sus mordeduras. Asimismo, se estima que su veneno posee propiedades neurotóxicas.

10. Varano o monitor de la sabana (Varanus exanthematicus)

Monitor de la sabana sobre suelo arcilloso.
Mide hasta 2 metros de longitud. Créditos: Steven Schulting/iNaturalist.

Es un lagarto de África subsahariana, aunque se introdujo en otras zonas geográficas, gracias al comercio de mascotas. Habita en sabanas, pero también en pastizales, bosques, áreas rocosas y agrícolas, hasta los 1400 metros de altura. No se encuentra en la selva tropical, ni en las regiones desérticas.

Posee un cuerpo robusto, con una coloración marrón o gris y manchas redondas amarillas que tienen un borde oscuro. Además, cuenta con anillos en la cola de dos colores alterados (pardo y amarillo).

Los varanos de la sabana son animales territoriales y agresivos, que no dudarán en atacar si se sienten acorralados.

11. Goanna o monitor de encaje (Varanus varius)

Monitor de encaje que se refleja en una puerta panorámica.
Posee un color oscuro, entre gris y negro azulado, con manchas y bandas claras. Créditos: Zoochat.

Un reptil venenoso endémico de Australia. Se ubican en bosques secos, templados y fríos. Es posible encontrarlo en áreas perturbadas, como patios suburbanos que colinden con hábitats boscosos o de matorrales. También se producen encuentros de esta especie y las personas en parques y reservas locales, en especial, en época de sequía, mientras busca alimento.

Este lagarto arbóreo presenta gran tamaño, ya que puede alcanzar hasta 2 metros de longitud y 14 kilogramos de peso, con lo que se lleva el título del segundo monitor más grande Australia.

12. Varano gigante de Australia (Varanus giganteus)

Varano gigante de Australia sobre una piedra.
Se encuentra en espacios abiertos, matorrales, pastizales y llanuras. Créditos: Bernard Dupont/Wikimedia Commons.

Se trata de otro ejemplar australiano. De hecho, el más grande de esa región. Habita en áreas rocosas, en madrigueras y afloramientos. También se observa en zonas desérticas y arcillosas mientras busca alimento.

Cuenta con un cuerpo robusto, de color claro, amarillo o crema, con manchas marrones, que tienen bordes oscuros en la región de la espalda. Las patas son también pardas y con motas, mientras que la parte anterior (cabeza y cuello) es blanca con líneas y marcas negras, que le brindan un aspecto llamativo.

13. Varano de manchas amarillas (Varanus panoptes)

Varano de manchas amarillas sobre la tierra.
Varanus panoptes posee una cola es comprimida. Créditos: Aaron Bean/iNaturalist.

Este varano se encuentra al norte y oeste de Australia, así como al sur de Nueva Guinea. Habita variedad de ambientes:

  • Costas
  • Sabanas
  • Bosques
  • Ribereños
  • Manglares
  • Llanuras aluviales
  • Entornos urbanos

Es un reptil terrestre y semiarbóreo, que puede alcanzar 120 centímetros de longitud. Posee una coloración parduzca o rojiza, con abundantes manchas (grandes y oscuras, alternadas con pequeñas y pálidas) dispuestas en filas.

Otros lagartos monitores venenosos

Además de las lagartijas venenosas mencionadas, existen otras especies de varanos con reportes de glándulas productoras de sustancias tóxicas. Entre ellas tenemos las siguientes:

  • Varano negro (Varanus beccarii).
  • Monitor de Spencer (Varanus spenceri).
  • Varano de cola espinosa (Varanus acanthurus).
  • Monitor de árbol manchado (Varanus scalaris).
  • Varano de agua de Mitchell (Varanus mitchelli).

¿Las lagartijas de casa son venenosas?

Hemos visto en esta lista que las lagartijas conocidas hasta ahora como venenosas corresponden a lagartos de mayor tamaño que, por lo general, no habitan ambientes urbanos. Por su parte, los ejemplares más pequeños que normalmente encontramos en casa, no producen veneno.

Estas especies son inofensivas, no suelen atacar a los humanos y no representan un riesgo. No obstante, esto no quiere decir que no debamos tener cuidado al manipularlas o mantener una higiene correcta, ya que igual se trata de reptiles, por lo que pueden portar bacterias, como la salmonela.

Entre las especies que pueden encontrarse en entornos urbanos, suburbanos o espacios agrícolas tenemos al varano del desierto, el de la sabana, de manchas amarillas o el monitor de encaje. Asimismo, algunos lagartos se emplean como mascotas.

¿Qué hacer si encuentro un lagarto venenoso en casa?

Si bien no es común que los lagartos venenosos se encuentren en nuestros hogares, te dejamos algunas sugerencias ante este panorama. Lo primero que tienes que tener presente es que no debes acorralar o intentar capturar a estos reptiles.

Aunque las diferentes especies presentan comportamientos variables, algunas pueden ser territoriales y agresivas, en especial, si se sienten amenazadas. Por lo tanto, la mejor opción es buscar ayuda de un profesional en animales exóticos, que lo retire de la vivienda sin lastimarlo y proceda a ubicarle el destino correcto.

¿Qué hacer ante una mordida de lagartija venenosa?

Aunque los casos de mordidas de lagartijas venenosas son raros. Te traemos algunas recomendaciones para que sepas cómo actuar ante estas circunstancias. El manual de Merck menciona que las mordeduras representan poco riesgo para los humanos. Los síntomas incluyen dolor, hinchazón y, en casos más graves, pueden aparecer manifestaciones sistémicas, incluso colapso cardiovascular, pero es poco común.

Ante una mordida, lo primero que hay que hacer es quitar las mandíbulas del lagarto. Se pueden emplear alicates, sumergir al animal en el agua o aplicar fuego en su barbilla. Luego, se procede a trasladar a la víctima a un centro de salud, en el que evalúan la gravedad de la herida, si hay algún diente, cuerpo extraño o fractura y se suministra tratamiento. Hasta el momento, no existen antídotos para el veneno.

Lagartijas venenosas: animales fascinantes de los que falta mucho por descubrir

Por último, hay que tener presente que esta lista no es definitiva, las investigaciones continúan a día de hoy, por lo que pueden haber especies adicionales menos conocidas o que todavía no se descubra su carácter venenoso.

Además, se desconocen ciertos aspectos sobre el veneno. En particular, en los lagartos monitores o varanos, en los que existe mucha controversia con respecto al tema. De esta manera, es importante mantenerse informado y actualizado, en especial, si queremos tener y brindarle cuidados a una lagartija como mascota.

Imagen de portada mgkuijpers/Adobe Stock. 
Bibliografía

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