Lagarto enchaquirado: hábitat y características

Una de las razones por la que el lagarto enchaquirado ha sido muy poco estudiado es debido a que puede pasar más del 95 % de su vida enterrado bajo tierra.
Lagarto enchaquirado: hábitat y características
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Escrito y verificado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Última actualización: 02 agosto, 2022

El lagarto enchaquirado, también llamado “lagarto escorpión”, es un reptil peculiar poco común del que se desconoce mucho en la actualidad. La piel de este animal es muy particular, ya que parece estar formada de cuentas, con patrones de color simples pero hermosos. Además, pertenece al único grupo de lagartos que son capaces de producir veneno.

Este animal forma parte de la familia Helodermatidae, que incluye a lagartos nativos de América. En específico, nos referimos a Heloderma horridum, un organismo que, en conjunto con los varanos, representa a los parientes más cercanos de las serpientes. Sigue leyendo para conocer más de este fabuloso reptil.

Hábitat y distribución del lagarto enchaquirado

Este lagarto se distribuye en el centro y norte de América, siendo casi exclusivo de México, debido a que se encuentra por las costas del Océano Pacifico. En general, se le puede ver desde Chiapas hasta el sur de Sonora, incluyendo la zona del Río Balsas, dentro de los estados de Puebla, Oaxaca, Morelos, Guerrero y Michoacán.

El hábitat natural de este reptil se compone de ambientes semiáridos y rocosos, en los que la vegetación está fragmentada y separada, pero que mantienen algunos bosques abiertos. De forma específica, el ecosistema al que pertenece se conoce como “selva baja caducifolia”, uno de los más amenazados a nivel mundial.

Un heloderma.

Características del lagarto enchaquirado

Este imponente animal tiene un cuerpo cilíndrico, robusto y alargado, que alcanza los 80 centímetros de largo, y pesa más de 800 gramos. De hecho, su cola robusta representa casi el 50 % de su tamaño, ya que ahí almacena nutrientes para sobrevivir a sus letargos. Además, debido a que sus patas son cortas, no puede moverse con rapidez, incluso aunque esté en peligro.

Aunado a ello, este reptil también comparte cierto parecido con las serpientes, debido a su lengua bífida, a sus colmillos que funcionan como agujas y a la presencia de veneno. Esto lo destaca frente a la mayoría de especies en su grupo, ya que es uno de los pocos lagartos capaces de sintetizar toxinas e inocularlas de forma directa.

Por otro lado, su piel presenta escamas con forma granular y redondeadas que asemejan a cuentas, también conocidas como “chaquiras”, denominativo del cual proviene su nombre. A su vez, estas mismas escamas forman un patrón de colores en su cuerpo, en el que predomina el negro, con algunas manchas amarillas a lo largo de su figura.

Comportamiento

Debido a la forma a la que se comporta, este reptil parece tener hábitos nocturnos, ya que se oculta en la tierra durante el día. Además, cuando sale, sus movimientos son torpes y lentos, pero se vuelve más agresivo y activo conforme avanza la noche.

Se conoce que estos animales solo responden a las agresiones en momentos límite, ya que su primera opción siempre será huir. Sin embargo, debido a su lento desplazamiento, se ocasiona un comportamiento peculiar denominado mordida de perro, en el que este lagarto usa la flexibilidad a su favor.

En este movimiento, si percibe que no podrá escapar, el lagarto enchaquirado se voltea de manera súbita y muerde al agresor, algo similar al comportamiento de un perro.

Alimentación del lagarto enchaquirado

Este reptil es un carnívoro por excelencia y su dieta consiste en pequeños mamíferos, aves, lagartijas, ranas, insectos y algunos huevos de otros animales. De hecho, al igual que las serpientes, traga por completo a sus presas, digiriéndolas poco a poco de manera interna. Es más, en el extremo caso de que sus alimentos escaseen, puede hacer uso de la reserva de grasa en su cola para resistir durante un tiempo.

Aunque no lo parezca, este animal es muy cuidadoso al alimentarse, ya que cuando consume los huevos de otras especies, lo hace por pasos. En otras palabras, primero perfora un poco el huevo sin romperlo, para que al sostenerlo en su boca pueda aplastarlo fácilmente. Esto es muy similar a cuando un chef cocina, golpeando un poco el cascarón para quebrarlo y poder abrirlo con las manos sin complicación.

Reproducción del lagarto enchaquirado

Este reptil es ovíparo y tiene una época de reproducción que se lleva a cabo entre febrero y marzo. Previo a esta temporada, los machos deben establecer una jerarquía, que les permite saber quién tiene derecho a aparearse. Para esto realizan una serie de combates, en los que luchan cuerpo a cuerpo, tratando de tirar y someter al rival.

Al finalizar los enfrentamientos, los ganadores son los únicos que tendrán acceso a las hembras.

En lo que respecta al apareamiento, la especie realiza copulas que pueden durar entre 30 y 60 minutos y que finalizan con la puesta 2 meses después. En este punto, la hembra es capaz de colocar entre 3 y 8 huevos, excavando un hoyo de 12 centímetros de profundidad para resguardarlos durante su incubación.

Gracias a su madriguera o cueva, se incubarán por al menos 6 meses y de los cascarones saldrán pequeños lagartos de apenas 20 centímetros. Al igual que en otros reptiles, esta especie no otorga ningún tipo de cuidado parental a sus crías, ya que las abandonan poco después del desove. Esto último no representa gran problema, ya que al no tener muchos depredadores, sus hijos pueden sobrevivir fácilmente.

Estatus de conservación

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, este reptil se encuentra clasificado como especie de “preocupación  menor (LC)”. Sin embargo, esto no significa que no es encuentre amenazado, ya que la población de estos animales se reduce año tras año. Por esta razón, los gobiernos locales han propuesto normativas para protegerlo, calificándolo como un organismo “en peligro”.

A parte de la destrucción de su hábitat, los mayores problemas que enfrenta este lagarto son los aspectos místicos que le rodean. Esto se refiere a las creencias que giran alrededor de su aspecto atractivo y curioso, que a su vez ocasiona el tráfico y compra-venta de este animal. En algunos casos es atrapado para usarse con fines medicinales y afrodisiacos, que son atribuidos solo por desconocimiento.

Un lagarto de la especie Heloderma horridum.

De forma lamentable, el consumo de animales exóticos está relacionado con las culturas que los rodean. En este sentido, debido a que se desconoce a las especies, se le atribuyen características místicas, afrodisiacas y medicinales que carecen de sustento. Esta es una de las razones, por la cual la difusión científica es tan importante: el objetivo es que conozcas más lo que te rodea, aprendiendo a respetarlo en el proceso.


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