23 diferencias que hay entre el dugongo y el manatí

Muchas personas confunden al dugongo y al manatí por su apariencia física. El parecido entre ellos se debe a que pertenecen al mismo orden, pero en realidad cuentan con varias diferencias. ¡Descúbrelas en este artículo!
23 diferencias que hay entre el dugongo y el manatí
Luis Gabriel Garcia Trompa

Revisado y aprobado por médico veterinario Luis Gabriel Garcia Trompa.

Última actualización: 30 noviembre, 2023

Existen cientos de animales muy parecidos en cuanto a su físico: las llamas y las alpacas, así como las focas y los lobos marinos. En esta ocasión, precisamos las diferencias entre el dugongo y el manatí, para que no los confundas.

Ambos tienen ciertas características en común. Además de su aspecto, pertenecen al orden de los sirenios, donde se agrupan mamíferos acuáticos herbívoros grandes. Sin embargo, existen más diferencias que similitudes y te las contaremos todas a continuación. ¡No te lo pierdas!

Los dugongos y los manatíes: parte del orden Sirenia

Tanto los dugongos como los manatíes pertenecen al orden de mamíferos Sirenia. Es un orden muy pequeño, conformado por 4 especies y solo dos familias, la Dugongidae y la Trichechidae. Sin embargo, es posible que hayan existido más de 50 especies distribuidas en cuatro familias, de las cuales Prorastomidae y Protosirenidae están extintas.

Se cree que aparecieron por primera vez hace 50 millones de años. En efecto, los primeros sirenios pueden haber sido terrestres o anfibios, como indica la Animal Diversity Web. En la actualidad, son mamíferos acuáticos grandes con movimientos lentos. Se caracterizan por su forma alargada, con lomos extensos y anchos que se estrechan hacia la cola.

También, se distinguen por carecer de extremidades traseras.

Este orden de vertebrados mamíferos habita en aguas tropicales y subtropicales poco profundas, a lo largo de costas. Su preferencia es por las aguas de, al menos, dos metros de profundidad con mucha vegetación. A su vez, las que están por debajo de cierta temperatura pueden ser fatales para ellos.



Diferencias entre los dugongos y los manatíes

Ahora que sabemos algunas semejanzas básicas dentro de este orden de mamíferos, nos enfocaremos en sus diferencias. A pesar de que los dugongos y los manatíes son muy parecidos, existen ciertos rasgos que los caracterizan. ¡Veámoslos a continuación!

1. Familia

Diferencias taxonómicas entre el dugongo y el manatí.

Una de las principales diferencias entre el dugongo y el manatí es que no pertenecen a la misma familia. Como indicamos antes, existían cuatro familias de sirenios, de las cuales perviven solo dos en la actualidad.

Así, el dugongo pertenece a una de ellas, la Dugongidae. En ella también se encontraba la vaca marina de Steller, que está extinta desde 1768. Se sabe que era mucho más grande y pesada. Por otro lado, los manatíes forman parte de la familia Trichechidae.

2. Especies

De la misma manera, también existen diferencias entre el dugongo y el manatí con respecto a las especies. En este sentido, el dugongo es una especie cuyo nombre científico es Dugong dugon. En cuanto a los manatíes (Trichechus), estos son un género de mamíferos que incluye a tres especies en su interior:

  • Manatí del Amazonas (Trichechus inunguis).
  • Manatí antillano o del Caribe (Trichechus manatus).
  • Manatí de África occidental (Trichechus senegalensis).
A la vez, existen dos subespecies de manatí del Caribe: Trichechus manatus latirostris y Trichechus manatus manatus.

3. Agua dulce y agua salada

Los manatíes, de acuerdo con la especie, pueden vivir en agua dulce o salada. Los manatíes del Amazonas son los únicos restringidos al agua dulce. Sin embargo, aquellos que viven en agua salada también pueden sentirse atraídos por otras aguas.

Por el contrario, el dugongo es un animal marino, por lo que solo habita en agua salada. Así, existen hipótesis sobre la capacidad de los dugongos de filtrar el agua salada, gracias a una cavidad especial o que obtienen sus reservorios de agua dulce debido a su alimentación.

4. Hábitat

Los dugongos tienen una amplia distribución, en el sur de África, Asia y en el norte de Australia, hasta Vanuatu. Por lo tanto, habitan en aguas tropicales. Sus mayores poblaciones están en Australia y en el Golfo Pérsico.

Con respecto a los manatíes, su distribución depende de la especie. Comencemos por el manatí antillano o manatí del Caribe. La subespecie Trichechus manatus latirostris vive solo en Estados Unidos, en aguas costeras, ríos y estuarios de Florida. De marzo a noviembre, puede dispersarse por la costa atlántica.

La subespecie Trichechus manatus manatus habita sistemas ribereños y costeros del Atlántico, desde las Bahamas hasta Brasil. Incluso, es posible hallarla en el mar Caribe y el Golfo de México.

El manatí de África occidental habita en diversos países del oeste de África. Es posible hallarlo en aguas marinas costeras, estuarios y ríos adyacentes que están a lo largo de la costa africana. Es común que, durante la estación seca, busquen refugio en lagos que se comunican con los ríos.

Por último, el manatí del Amazonas es endémico de la cuenta del río Amazonas, en los siguientes países:

  • Perú
  • Brasil
  • Ecuador
  • Colombia
En ocasiones, esta especie puede llegar hasta el sur de Guyana, aunque su existencia en ese país es incierta.

5. Aguas profundas o superficiales

Por lo general, el dugongo marino habita aguas poco profundas, de unos 10 metros de profundidad. Sin embargo, en ocasiones, se sumerge hasta los 39 metros para buscar alimento. Los manatíes viven a menor profundidad —a solo unos metros— y evitan sumergirse a más de 6 metros.

6. Temperatura del agua

Los manatíes del Amazonas habitan en aguas templadas de entre 25 °C y 30 °C. A diferencia de ellos, los dugongos pueden toleran vivir en aguas un poco más frías. Sin embargo, no deben ser inferiores a los 19 °C, ya que estas temperaturas pueden ser mortales para estos miembros de la familia Dugongidae.

Algo similar ocurre con los manatíes antillanos o del Caribe, que en otoño o invierno buscan aguas más cálidas. Por lo general, con temperaturas mayores gracias al calor que generan las centrales eléctricas. También, los manatíes de África occidental prefieren aquellas que superan los 18 °C.

7. Cráneo

Diferencias entre el dugongo y el manatí respecto a su cráneo.
A la izquierda de la imagen se observa el cráneo de un manatí y a la derecha se puede apreciar el del dugongo. Créditos: Trabajar en el Zoo.

En los cráneos de ambos mamíferos es posible encontrar algunas diferencias. Las distintas especies de manatíes suelen poseer huesos nasales, ausentes o que persisten como vestigios en el dugongo marino.

También, el hueso frontal es más ancho y menos largo en los dugongos. En cambio, en los manatíes, esta zona es mucho más larga y extendida.

8. Cola

En cuanto a su fisonomía, los sirenios son semejantes. Tienen forma de torpedo, con el cuerpo alargado y un poco más estrecho hacia la cola. De hecho, tienen características diferenciadas en el extremo posterior de sus cuerpos. En este sentido, la cola de los manatíes tiene forma de cuchara. Mientras tanto, la de los dugongos es bilobulada, es decir, cuenta con dos lóbulos.

9. Uñas

Otra de las diferencias entre el dugongo y el manatí, relacionadas con su aspecto, son las uñas. Los manatíes poseen de tres a cuatro uñas en el segundo, tercer y cuarto dedo (a excepción del manatí amazónico). Por el contrario, los dugongos carecen de ellas.

10. Dientes

Estos animales, a diferencia de otros como las ballenas, poseen dientes. En comparación con los dugongos, los manatíes tienen premaxilares más pequeños. Además, solo están desviados de forma ligera y ventral, mientras que en los dugongos están inclinados hacia abajo.

Así, sus dientes son inconfundibles, porque tampoco poseen incisivos ni caninos. En efecto, los incisivos son dientes de leche enterrados en los premaxilares. Por si fuera poco, los manatíes tienen una gran cantidad de muelas, algo inusual entre los mamíferos.

11. Labios

Imagen ilustrativa de las diferencias de los labios del dugongo y el manatí.
En la imagen de la derecha se puede observar la pronunciada división en el labio del manatí. Créditos: iStockphoto.

Quizá no lo hayas notado, pero los labios son otra de las diferencias entre el dugongo y el manatí. Los manatíes tienen labios divididos de derecha a izquierda y ambas partes trabajan en conjunto para agarrar la vegetación que consumen. A diferencia de ellos, el labio superior del dugongo no está dividido de forma tan profunda.

12. Peso

De acuerdo con la especie, el peso puede variar. Los dugongos son más livianos que la mayoría de los manatíes. Así, pesan hasta 400 kilogramos, mientras que los manatíes pueden superar los 1000 kilogramos de peso. Sin embargo, los manatíes amazónicos son más pequeños y ellos sí pesan alrededor de 400 kilogramos.

13. Tamaño

Diferencias de tamaño y peso entre el dugongo y el manatí.
En esta imagen se observan las diferencias físicas entre ambos animales. El de la izquierda es un dugongo. El de la derecha es un manatí del Caribe con un peso y tamaño promedio. Créditos: Encyclopaedia Britannica.

Relacionado con su peso, los dugongos suelen ser más pequeños que los manatíes. Por lo tanto, pueden medir desde 2.2 a 3.4 metros. A diferencia de ellos, los manatíes suelen superar esa longitud.

Como excepción a la regla, el manatí del Amazonas puede ser del mismo tamaño que un dugongo marino, con unos 2.8 metros de largo.

14. Preferencia de alimentación

Si bien todas las especies se alimentan de vegetación acuática sumergida, existen otras diferencias entre los dugongos y los manatíes que corresponden con su preferencia para alimentarse. Así, los dugongos se alimentan de forma estricta del fondo y prefieren las praderas marinas.

Esta característica se manifiesta en su fisonomía, con un rostro muy curvo. Por el contrario, las especies de manatíes no tienen esos hábitos particulares, y pueden consumir hasta 60 especies de plantas distintas.

15. Ayuno

Una de las diferencias entre el dugongo y el manatí —en particular del manatí amazónico— es su ayuno. Los manatíes amazónicos suelen abstenerse de comer durante la estación seca, a causa de la falta de alimento.

Por esa razón, suelen consumir tierra o arcilla en ese momento, algo que puede ser fatal para ellos. Sin embargo, es conocido que pueden pasar hasta 200 días sin comer.

16. Uso de aletas

Si bien todas estas especies utilizan sus aletas al nadar, los dugongos les dan otra finalidad. Les son útiles para extraer desde el fondo marino los pastos y la vegetación que consumen. De esa manera, también pueden acceder a las raíces y consumirlas. A su vez, «caminan» sobre ellas y dejan un inconfundible rastro tras su paso.

17. Tiempo de inmersión

Una de las grandes diferencias entre el dugongo y el manatí está ligada al tiempo que pasan debajo del agua. Los dugongos marinos suelen permanecer sumergidos por períodos que oscilan los 6 minutos. A diferencia de ellos, se sabe que los manatíes tienen largas inmersiones, de más de 15 minutos.

18. Apareamiento

Los sirenios son animales polígamos y, de hecho, son las hembras las que atraen a los machos. Así, ellos las persiguen, mientras estas intentan evadirlos. Pueden permanecer durante varias semanas de esa manera hasta copular.

Sin embargo, una excepción son los dugongos de Australia. A diferencia de los manatíes, ellos son quienes atraen a las hembras para copular. En ambos casos, la reproducción ocurre durante todo el año, pero las tasas de natalidad son muy bajas.

19. Vínculos

Manatí junto a su cría.
La madre manatí y su cría establecen un vínculo muy cercano. En la imagen se ve a un pequeño alimentándose de leche materna: los pezones de la hembra se encuentran debajo de las aletas pectorales. Créditos: Twitter.

Por lo general, la mayoría de los sirenios mantiene una fuerte unión entre la madre y su cría. A su vez, si forman un grupo, estos suelen ser asociaciones temporales. Pero aquí hay otra de las diferencias entre el dugongo y el manatí.

Los dugongos no suelen tener esta clase de vínculo accidental. Por lo general, son muy sociales y se encuentran en grupos de hasta 200 individuos. Aunque, en la actualidad, estas manadas suelen ser mucho más pequeñas.

20. Migración

En general, los sirenios no viajan con alguna ruta migratoria conocida, aunque es posible encontrar estacionalidad en sus viajes. Los manatíes amazónicos y los africanos pasan las estaciones secas en lagos profundos o canales de ríos. En las estaciones húmedas, por el contrario, prefieren bosques con abundante vegetación.

Los manatíes pueden viajar de forma libre y, así, pasan del agua dulce al agua salada. Por otra parte, los dugongos marinos no se consideran animales migratorios. Pero sí se sabe que viajan también, aunque en su caso lo hacen para buscar alimento.

21. Esperanza de vida

Un rasgo más en el que encontramos diferencias entre el dugongo y el manatí es en la cantidad de años de vida. En este sentido, los dugongos son mucho más longevos, ya que pueden vivir hasta por 70 años en libertad. Sin embargo, la esperanza de vida promedio es de 55 años.

En el caso de los manatíes, cualquiera de sus especies vive hasta por 30 años en estado salvaje. Aun así, es importante destacar que la vida del manatí se prolonga si está en cautiverio. Los dugongos son difíciles de mantener cautivos debido a su dieta especializada; por esta razón, es que hay tan pocos especímenes y no hay datos claros al respecto.

22. Depredadores

Aunque en todas estas especies su mayor depredador es el hombre, ya que de ellos obtienen su piel y carne, también son presa de otros animales. La especie de manatíes del Amazonas puede ser atacada por jaguares, caimanes y tiburones. A su vez, los dungongos suelen ser presa de tiburones tigre, cocodrilos y orcas.

23. Estado de conservación

Tanto las especies de manatíes como el dugongo se encuentran en estado «vulnerable», según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés). Esto se debe a que sus poblaciones están es descenso.

En el caso de los manatíes, suelen morir por colisiones con embarcaciones y por su caza, para obtener el aceite, la piel y la carne.

Frente a estas amenazas, existen diversas iniciativas para protegerlos. Entre ellas, el Plan de Recuperación del Manatí del Caribe, las reservas y parques en África, y la inclusión de las tres especies en la lista CITES, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.

En cuanto a los dugongos, existen tres convenciones internacionales de conservación, entre ellas, el CITES. A su vez, el Convenio de Ramsar protege algunos de sus hábitats importantes. Por último, a diferencia de los manatíes, son una especie que ha sido proclamada como funcionalmente extinta en China.



El dugongo marino y el manatí: los grandes sirenios que perviven

A pesar de las diferencias entre el dugongo y el manatí, estos grandes mamíferos comparten su rol esencial para mantener el ecosistema. Su pastoreo contribuye al ciclo de nutrientes y su materia fecal es útil como fertilizante.

En la actualidad, todos ellos están en situación de vulnerabilidad e, incluso, algunos han sido catalogados como funcionalmente extintos debido a la disminución de su población. Por eso, es recomendable no consumir su carne y respetar las áreas protegidas.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.