¿Por qué algunos perros lamen obsesivamente a otros perros?

El lamido en perros es una forma de comunicación directa y esencial para una buena relación entre canes. Aunque en exceso, también podría considerarse como un problema conductual.

Perros lamen a otros

Muchos dueños de canes se preguntan por qué sus perros lamen a otros canes, incluso por qué lo hacen de una forma tan compulsiva. ¿Es esto normal? ¿Debo dejar que mi mascota chupe a otros canes? Aunque es una conducta de relativa frecuencia, no siempre es claro para los tutores si es correcta o se debe evitar.

En este artículo de Mis Animales profundizaremos en esta conducta tan habitual de los perros, el lamido. Aprenderemos si es o no un comportamiento normal y, si lo es, en qué momento deja de serlo para dar paso a una conducta obsesiva.

La comunicación entre los perros

Los perros son animales sintientes con una alta capacidad de razonamiento. Son, además, seres sociales que viven en grupo. Por esta razón, los canes tienen una amplia gama de conductas que sirven para expresar las distintas emociones que pueden acontecer a lo largo del día o de su vida.

A los humanos ciertas conductas que tienen los perros nos pueden resultar negativas. Por ejemplo, si un perro gruñe a otro cuando este se acerca, nosotros intentamos corregirlo o sacarlo de la situación. No obstante, el gruñido comunica al otro perro que no quiere ser molestado. Si el otro perro sabe comunicarse, contestará con una señal de calma, como cualquiera de estas:

  • Lamerse el hocico.
  • Lamer al perro que gruñe.
  • Mirar hacia otro lado.
  • Dar media vuelta e irse.
  • Bostezar.
  • Mostrar la barriga.

Perro lame a su cría

Para que un perro aprenda a comunicarse, no necesita haber conocido a cientos de canes de distintas razas, edades o sexo. Con haber pasado algo de tiempo con uno o dos perros que se comuniquen de forma correcta es suficiente. Es importante exponer al can a otros de su especie durante las primeras 12 semanas de vida, pues en este intervalo tiene lugar el periodo de socialización.

Con esto, entendemos que es mejor la calidad que la cantidad. Por ejemplo, existen perros que no han recibido ningún tipo de educación por parte del humano y se comunican bien con los de su especie.

Problemas en la comunicación canina

Algunos perros tienen problemas para comunicarse con otros canes por distintas causas, como son el miedo, la reactividad, la falta de autocontrol, el estrés, etc. Cada uno de estos problemas se resuelve de manera distinta, pero todos tienen en común que necesitan tiempo y mucho trabajo.

En general, los problemas en la comunicación canina suelen ocasionar conflictos como ladridos amenazantes, intolerancia a los extraños, ansiedad e incluso agresiones físicas. Esto impide la interacción sana con otras personas o animales y limita el desarrollo de la mascota, por lo que es necesario tratarla por medio de terapias conductuales.

Como parte de la terapia, los trabajos de olfato, pasear por sitios tranquilos donde el animal pueda conocer el ambiente a través de la nariz y un buen vínculo y confianza con el tutor, son fundamentales para conseguir que el animal esté psicológicamente sano. Solucionar un problema de conducta en un can puede ser difícil y casi siempre requiere ayuda de un educador.

La importancia del lamido en el desarrollo de los perros

La primera interacción que tienen los cachorros al nacer es el lamido constante de su madre. Aparte de que esto sirve como un método para limpiar y secar a los pequeños, la mamá canina también lo utiliza para guiarlos y orientarlos hacia sus mamas.

Es importante recordar que los cachorros nacen ciegos y sordos, de manera que dependen casi por completo de su sentido del tacto durante sus primeros días de vida. Por ello, la madre emplea su lengua como si fuera una mano gentil, con la cual los guía, los calma, los asea y los protege. Sin necesidad de palabras, se comunica con sus hijos y es el primer ejemplo que ellos verán de cómo interactuar con su entorno.

Cuando crecen, los pequeños cachorros aprenden este patrón de conducta y lo imitan, por lo que los lamidos se convierten en una herramienta esencial para el entorno social. Sin embargo, aquellos perros que son separados de su madre antes del tiempo recomendado, generan problemas en su comunicación y en su socialización. Esto se debe a que no saben cómo interactuar con los demás de forma clara y con delicadeza.

Perros que lamen a otros perros, ¿conducta normal?

El lamido en los perros es un comportamiento normal útil en su aseo personal y en la comunicación. Un perro puede lamerse a sí mismo como forma de acicalamiento y autocuidado. Además, puede lamer a otros canes para limpiarlos y fortalecer el vínculo. Esto podemos verlo cuando una perra lava a sus cachorros o cuando dos perros se quieren (muestra de cariño).

Desde este punto de vista, el hecho de que un perro lama a otro es una conducta normal que sirve tanto para la comunicación como para la expresión emocional. Aparte de las caricias y la limpieza que proporciona esta acción, los canes perciben ciertas feromonas segregadas por su compañero. Es así que, entre otras cosas, se dan información relevante sobre su sexualidad, su nivel de estrés o su salud a través del lamido.

Asimismo, un perro que lame la boca de otro perro está comunicándose y obteniendo respuestas. Chupando sabrá qué ha comido el otro perro y cuándo lo comió. Aunque para los humanos esto no es tan importante, los instintos salvajes de los canes los impulsan a obtener datos sobre sus compañeros de juego.

Por último, los perros también se lamen unos a otros para intentar autocalmarse o tranquilizar. Tras una trifulca o una situación muy tensa, un perro puede lamer a otro con el objetivo de relajarlo, de forma similar a como lo hacía su madre cuando eran cachorros. De esta manera, le está diciendo que todo está bien.

Las madres lamen a sus cachorros para fortalecer vínculos y también para proteger a su camada de contagios por microorganismos. Aunque parezca sorprendente, la saliva de los canes tiene ciertas propiedades bactericidas.

En resumen, los perros lamen a otros perros por una gran cantidad de razones. Entre las situaciones más comunes en las que suscita esta acción se encuentran:

  • Juegos.
  • Para llamar la atención.
  • En forma de subordinación o sumisión (reconoce al líder de la manada).
  • Formar un vínculo o como reconocimiento (al interactuar con extraños).
  • Muestras de afecto.
  • Como apoyo emocional (en situaciones de estrés o miedo).
  • Aseo.

¿Tengo que intervenir cuando algunos perros lamen excesivamente a otros perros?

Para esta pregunta no existe una respuesta afirmativa o negativa. Todo depende del animal, su estado anímico, si tiene otros problemas o si es un perro estable, si sabe comunicarse, su edad, etc. El simple hecho de que un perro lama a otro no debería ser motivo de preocupación, siempre y cuando respete su espacio y atienda a las señales de alerta que emiten el otro can.

Un perro con excelente socialización sabe reconocer cuando es correcto o no lamer a un compañero. Si detecta cualquier molestia o gruñido de disgusto por parte del otro can, detendrá sus acciones y le dará espacio para no molestarlo. Hasta este punto, el lamido es normal y no constituye ningún tipo de problema para la mascota. Sin embargo, se debe tener cuidado con los cachorros y con los perros inestables o inseguros.

Los cachorros tienden a lamer más que los canes adultos porque aún no saben relacionarse a la perfección. Por otro lado, los perros que sufren estrés o tienden a estar muy excitados lamen más o de una manera obsesiva. Por desgracia, esta conducta a veces también indica la presencia de una patología en el can (como estereotipias o trastorno obsesivo-compulsivo, entre otros).

El problema con los ejemplos anteriores no es solo el lamido exagerado, sino la molestia que causa en sus compañeros. Como se mencionaba, no todos los perros están de humor para jugar, interactuar o socializar todo el tiempo. En consecuencia, se propician las respuestas agresivas debido a que la mascota no respeta el espacio de otros canes. Es en este momento cuando el lamido se vuelve un problema y debe solucionarse.

¿Cómo evitar que mi perro lama a otros perros con obsesión?

Si el acto es natural y ninguna de las partes se ve molestada, no tienes de qué preocuparte. Por otro lado, si uno de los canes se muestra agresivo u hostil hacia el can que lame en exceso, es posible que debas actuar de algún modo.

El primer paso es sencillo; aparta al animal del cuerpo del otro can y deja que se tranquilice. Si esto no es suficiente, puedes echar mano a otras técnicas más sofisticadas. Te las mostramos a continuación:

  1. Ignora al perro que lame mucho hasta que pare solo (solo si no existe riesgo de agresión): muchas veces, los tutores reforzamos conductas negativas sin darnos cuenta. Si cada vez que el can lame a otro perro de forma excesiva tú lo separas, le hablas o juegas con él, asociará este acto a la obtención de atención por parte del tutor. Por ello, a menos que sea muy crónico, lo mejor es ignorar al animal.
  2. Llama su atención hacia algo que pueda morder: si el can no cesa de lamer a otro perro solo, puedes intentar llamar su atención con un mordedor canino o un hueso especial para la especie. Así, dirigirá la conducta de lamido hacia algo inerte y disfrutará en el proceso.
  3. Haz mucho ejercicio con el perro: a veces, los canes adoptan conductas obsesivas cuando carecen de estimulación física y emocional en el entorno doméstico. Si cansas a tu perro y haces ejercicio con él, seguro que deja de lamer demasiado a otros perros.
  4. Distráelo con una orden (adiestramiento): el adiestramiento también es un buen método para tranquilizar a los perros. Cuando tu mascota lama a otro perro, llama su atención y ordénale que haga algún truco de su repertorio. Recompénsalo y haz que lo repita un par de veces.

Perro lamiendo a otro

Intervenir en el lamido excesivo

Si crees que tu perro lame excesivamente a otros, primero debes encontrar la causa. En ocasiones, viene bien concertar una cita con un educador canino que nos ayude a orientarnos en el problema. Dependiendo de qué esté provocando esta conducta obsesiva en el perro, el tratamiento será distinto.

En cualquier caso, si deseas intervenir, nunca lo hagas riñendo al perro o usando estímulos aversivos. Es mejor llevártelo lejos de la presencia del otro can, entretenerlo con juguetes que estimulen su olfato o pasear, al principio, por zonas donde no haya perros. Esta conducta puede ser algo molesta, pero recuerda que está engranada en el genoma del can y no merece castigo por ello.

Bibliografía

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