Qué hacen las gatas cuando se les muere una cría

Esperar el nacimiento de las crías de tu gata es emocionante, pero no siempre todo sale como se espera y, a veces, enfrentamos la dolorosa pérdida de uno de los pequeños. En medio de la búsqueda de las causas, la preocupación por la supervivencia de los demás gatitos y la decisión de cómo actuar, surge una pregunta inevitable para los cuidadores: «¿Qué hacen las gatas cuando se les muere una cría?».

Al constatar la muerte de uno de sus gatitos, lo más probable es que la madre se esfuerce en revivirlo con lamidos o lo deje a un lado para ocuparse del resto de los pequeños. En otros casos menos frecuentes, la gata puede comerse a la cría fallecida.

A continuación, profundizamos en los posibles comportamientos que puede adoptar tu gata ante su pérdida, los motivos por los que se mueren los gatitos recién nacidos y algunos consejos para enfrentar esta situación.

¿Cómo reacciona una gata cuando se le muere una cría?

Una investigación publicada en la revista Frontiers sostiene que cerca de un 10 % de los gatitos que nacen vivos mueren durante los dos primeros meses. Si es el caso de los pequeños de tu minina, debes tener presente que cada madre afronta la pérdida de una cría de una forma diferente, aunque bajo la influencia de su instinto. A continuación, te presentamos algunas de las respuestas más comunes en las gatas ante esta situación:

• Intenta reanimar al gatito. Condicionadas por el instinto maternal —cuando este se manifiesta—, lamer y abrazar son las primeras acciones de una minina que ha dado a luz: el propósito es estimular la respiración pulmonar de sus crías. Cuando se da cuenta de que una de ellas ha fallecido, ejecuta las mismas prácticas con la intención de reanimarlo.
• Cuida del resto de sus crías. Cuando la gata ha visto y olfateado al pequeño muerto, suele dedicarse al cuidado del resto de los pequeños para garantizar su sobrevivencia.
• Te lleva a su pequeño muerto. No te extrañes si tu gata te lleva a su cría sin vida. Esto lo hace quizá con la intención de que lo ayudes o en busca de consuelo.
• Maúlla de forma incesante. Si la gata no ha visto a su cría muerta, puede vocalizar de forma desesperada para llamarlo, debido a la angustia emocional que le produce no encontrarlo.
• Se come a su gatito. Algunas gatas se comen a sus crías recién nacidas para evitar infecciones que pongan en riesgo a sus otros mininos o para recuperar nutrientes.
• No permite que se le acerquen a la cría fallecida. Su instinto de sobreprotección puede causar que la gata impida que se acerquen al pequeñito y permanezca aferrado a él.
• No atiende a sus gatitos recién nacidos. El estrés y la angustia podría generar que una gata no cuide de los otros miembros de la camada.
• Entierra a su minino. En ocasiones, una madre felina puede decidir enterrar a su pequeño muerto. Una vez que lo ha cubierto, puede permanecer algunas horas allí. La experiencia anecdótica de cuidadores indica que algunas mininas esconden al pequeño recién nacido entre las sábanas o toallas del nido.

¿Qué hacer si mi gata da a luz a un gatito muerto?

Si tu gata ha dado a luz a un minino muerto, lo primero que debes hacer es mantenerlo a su lado y asegurarte de que ella se dé cuenta y pueda olfatearlo. Cuando esto ha ocurrido, retíralo del nido con ayuda de alguna toalla limpia y colócalo en una caja. Después, puedes optar por enterrarlo o proceder con una cremación.

Ten presente que no debes descuidar a tu gata. Si ha dado a luz a más de un pequeñito muerto, lo más conveniente es que la examine un profesional para descartar enfermedades mortales. También puedes contribuir con su recuperación emocional, brindándole un espacio de descanso tranquilo.

¿Por qué se mueren los gatos recién nacidos?

Los mininos puede nacer muertos, fallecer en las primeras cuatro semanas de vida o después del destete, por causas infecciosas (bacterias, virus u hongos) y no infecciosas. Cuando los gatitos nacen sin vida, los motivos más comunes son las anomalías genéticas y congénitas o un parto difícil. En el segundo caso, los fallecimientos suelen atribuirse al «síndrome de gato desvanecido». A continuación, te presentamos las razones más comunes:

Defectos genéticos y congénitos

De acuerdo con los estudios, los gatos de raza pura tienen mayor probabilidad de mortalidad neonatal que las razas mixtas, como un efecto de la endogamia.

Sin embargo, además de los cruces entre individuos de la misma familia para mantener el pedigrí, estas anomalías pueden presentarse por tratamientos en los que se utiliza determinadas sustancias, como corticosteroides. 

Parto complicado

La distocia en gatas, es decir, un parto complicado, es otra de las principales causas de la muerte de los mininos, ya que puede producirse la falta de oxígeno o hipoxia, que trae como consecuencia que una cría nazca muerta o muy débil.

Respecto a los partos prolongados, una revisión de treinta y cinco gatas embarazadas determinó que cerca del 69 % de los casos de problemas para expulsar el feto se debió a factores maternos, mientras que las causas fetales se estimaron en 31 %.

En referencia al primer porcentaje, el alumbramiento felino puede convertirse en una emergencia médica si la madre presenta inercia uterina, fracturas previas en la pelvis o alguna masa obstaculiza el canal del parto. Respecto a los factores fetales, estos pueden ocurrir porque los pequeñitos presentan malformaciones o un tamaño por encima del promedio, muerte fetal, entre otras razones.

Se estima que la distocia felina puede causar hasta un 34 % de la mortalidad neonatal de los mininos que nacieron con asistencia médica o quirúrgica. 

Edad y experiencia de la madre

La experiencia de la gata madre también es una variable que incide en la tasa de mortalidad. De acuerdo con algunos estudios, la muerte de los gatitos es mayor en la primera y la quinta camada. En el primer caso, las madres primerizas pueden asfixiar por accidente a sus crías, por inexperiencia o estrés. Por otro lado, cuando han dado a luz más de cuatro veces, aumenta la probabilidad de traer al mundo a pequeñitos con defectos congénitos.

Nacimiento prematuro y bajo peso

Un gato que nace prematuro no ha desarrollado de forma adecuada sus pulmones ni músculos, dificultándose que pueda sobrevivir fuera del útero. A estas condiciones se le suma que el bajo peso incrementa el riesgo de mortalidad en los gatitos; considerándose los rangos entre 60 gramos y 78 gramos como de muy bajo peso; y entre 74 gramos y 104 gramos de bajo peso.

Aunque estos valores varían de acuerdo a la raza, lo cierto es que pueden complicar la supervivencia de los pequeños, ya que suelen tener menos fuerza para alimentarse y así poder aprovechar los beneficios del calostro.

En vista de esto, los mininos son más propensos a la insuficiencia respiratoria, la deshidratación, la hipoglucemia y la hipotermia. Ante la vulnerabilidad de su sistema inmunológico, es importante seguir estos consejos para tocar a las crías de tu gata.

Síndrome del gato desvanecido

Entre el nacimiento y el destete las crías puede manifestarse el «síndrome del gato desvanecido». Se trata de una afección en la que uno o varios pequeños aparentemente sanos, que enferman y el desenlace suele ser la muerte durante las primeras dos semanas de vida. Existen varios factores que predisponen la aparición de este síndrome, como la vulnerabilidad frente infecciones, los problemas durante el parto o las anomalías congénitas.

Los motivos mencionados no son los únicos. También puede ocurrir porque la madre posee un tipo de sangre diferente que sus pequeñitos. Esta enfermedad, conocida como isoeritrolisis neonatal, ocurre con mayor regularidad en gatos de raza pura, como shorthair británico y Devon rex.

En particular, esta patología se manifiesta cuando los anticuerpos maternos, transmitidos a través del calostro en las primeras horas de vida, atacan los glóbulos rojos o eritrocitos de los recién nacidos. Esto les produce anemia, ictericia (pigmentación amarilla en tejidos y orina) y hasta hemoglobinuria u orina oscura.

Cuando se identifica la isoeritrolisis neonatal a tiempo, el veterinario suele suspender la ingesta de la primera leche materna y realizar una transfusión al pequeñito. Asimismo, la medida preventiva para esta patología es impedir el apareamiento de una hembra con un tipo de sangre B con un macho que sea A.

Nutrición inadecuada

La alimentación de la gata durante el embarazo y el posparto es esencial para la salud de sus cachorros. La deficiencia de nutrientes puede causar que nazcan bajos de peso y que la producción de la leche materna sea deficiente.

El ambiente también influye en el bienestar de los recién nacidos. Una temperatura adecuada (para minimizar el riesgo de hipotermia) y una higiene adecuada son necesarios para la supervivencia de los cachorros.

¿Qué ocurre cuando un gatito muere en el vientre de su madre?

La muerte de una cría en el vientre de su madre puede producirse en cualquier período del embarazo y por diversas causas. Estas son las que determinan si el feto es reabsorbido, abortado o que permanezca momificado. Los responsables más frecuentes de un aborto en gatas son los agentes virales mencionados a continuación:

• Leucemia felina
• Coronavirus felino
• Panleucopenia felina
• Herpesvirus felino tipo 1
• Inmunodeficiencia felina

Si el pequeño no es expulsado de forma natural, es necesario acudir al veterinario, debido a que la presencia del feto muerto en su interior podría causarle una infección o una hemorragia a la gata. Además, puede producirse la obstrucción del canal de parto por un gatito muerto, que impida el nacimiento del resto de las crías.

Por lo general, cuando se presenta esta emergencia, las mininas muestran algunos de los siguientes síntomas:

• Decaimiento.
• Secreción vaginal.
• Encías descoloridas.
• Cambio de comportamiento.
• Extensión del período del embarazo.
• Poco movimiento del feto al palpar el abdomen.

Si tu gata ha dado a luz a varias camadas y en cada una de ellas mueren los gatitos, consulta a un profesional sobre la posibilidad de esterilizar a la minina. 

¿Cómo saber si mi gata ha terminado de parir?

La duración del parto de una gata está sujeta a algunas variables, como el número de los gatitos y la experiencia de la madre. Por lo general, cuando tu gata termina su labor de alumbramiento, notarás que deja de hacer esfuerzo y su respiración vuelve a la normalidad.

Otro aspecto a tener en consideración es la presencia de contracciones en el abdomen, si no hay señales de ellas, puede que haya terminado de dar a luz. Otra señal es que la madre esté acicalando dedicadamente a sus recién nacidos, a diferencia de los lamidos rápidos que tienen lugar durante el parto.

¿Las gatas sufren cuando se les mueren las crías?

Como hemos insistido en líneas anteriores, los gatos son individuos que responden a los estímulos de forma distinta y no hay certeza con relación a cómo experimentan el dolor emocional. Sin embargo, la experiencia anecdótica indica que los gatos podrían sufrir por la pérdida de compañeros y sus cuidadores. De hecho, el luto se manifiesta con cambios en el comportamiento, como la apatía, la reducción del apetito y la búsqueda de soledad.

Lo mismo se ha reportado sobre las mininas cuando tiene lugar la muerte de sus crías. En este sentido, la revista Newsweek dio a conocer el caso de una gata que permaneció aferrada al cuerpo de su gatito fallecido por al menos una hora y mantuvo los ojos cerrados.

Si notas que el sufrimiento de tu gata es prolongado y le impide hacerse cargo de sus otros gatitos, puedes acudir a un profesional para ayudar a tu gato en duelo.

Entre el instinto y las circunstancias

La reacción de una madre ante la pérdida de uno o varios gatitos varía entre el instinto, la personalidad y sus circunstancias. A pesar de esto, recuerda que, ante el fallecimiento de un pequeño, debes asegurarte de que la gata pueda verlo para despedirse.

Por otro lado, ten presente que el control prenatal es clave para minimizar el riesgo de mortalidad de las crías, por infecciones, defectos congénitos u otro tipo de afecciones. De igual forma, durante el embarazo y el posparto es importante garantizar una alimentación nutritiva y un espacio con las condiciones adecuadas para el bienestar de la mamá y sus pequeños.