¿Cuándo y cómo mudar la camada del gato?

Cuando una gata da a luz, no siempre la camada está en el lugar ideal; como dueño, debes hacer algo para solucionar esta situación, pero ¿sabes cuándo mudar la camada y cuál es el mejor lugar para hacerlo?
¿Cuándo y cómo mudar la camada del gato?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 30 julio, 2022

En general, una madre busca un lugar seguro para criar sus gatitos. Cuando busca un sitio, generalmente elige un conjunto particular de condiciones: que sea tranquilo, oscuro, seco, cálido y a salvo de depredadores, de gatos machos o de humanos curiosos.

Si el parto ha terminado, y la madre está tranquila y sana, entonces los gatitos no necesitan moverse de inmediato. En caso de ser necesario, solo puedes comenzar a ayudar a la madre después de dos semanas. Sigue leyendo este espacio y descubre cómo mover de manera adecuada la camada de un gato.

¿Por qué es necesario mover la camada de un gato?

A veces, la gata no toma la decisión más sabia con respecto a la elección del sitio de parto para la camada. Esto puede deberse a su ingenuidad, a circunstancias cambiantes o simplemente a una mala elección.

Gatito

Si este es el caso, es posible que debas decidir trasladar a los gatitos a un lugar mejor para protegerlos. Es importante tener presente que si mueves prematuramente a los gatitos, la mamá podría sentirse ansiosa. En casos extremos, una madre puede llegar a abandonar a su camada cuando estos son desplazados por humanos.

A continuación, te damos algunos consejos para saber cuándo debes mudar la camada del gato:

1. Observa el comportamiento de la madre con su camada

Idealmente, tu gata ya estará cómoda contigo y debería confiar en tu capacidad para cuidarla. Si este es el caso, es muy probable que la madre no se sienta ansiosa o preocupada si te acercas a ella y a sus bebés. Acércate al nido lentamente para observar su reacción antes de intentar manejar sus gatitos.

Gata y cría

2. Elige un lugar más adecuado

Para elegir bien un nuevo lugar para la camada, hazte algunas preguntas:

  • ¿Puedes cerrar el área para evitar que la madre mueva los gatitos?
  • ¿Puede el área contener una caja de arena para que la madre haga sus necesidades?
  • ¿Hay un sitio seguro –lejos de la caja de arena– para poner recipientes con agua y comida?

La zona elegida también debe ser silenciosa. Esto significa que ha de estar lejos del centro de actividad de la casa, que no se oigan el televisor, los teléfonos y la radio. Cualquier ruido puede estresar a la nueva madre y ocasionar que abandone a sus mininos.

Debe estar protegido contra corrientes de aire. Además, el ambiente debería estar a una temperatura razonable: lo ideal es unos 25 grados centígrados. Esto es de suma importancia, ya que los gatitos recién nacidos no pueden regular bien el calor de su cuerpo.

Se pueden usar los armarios de las habitaciones de huéspedes o de una habitación que se use poco. Pueden funcionar también los rincones tranquilos de una lavandería o un guardarropa. Un sitio ideal puede ser un sótano, siempre que sea seco y cálido.

3. Confecciona un nuevo nido para la camada

Una vez que tu ubicación sea elegida, arma un nido. Idealmente, una caja de cartón sólida, tan larga y ancha como la madre, hará un nido magnífico.

Las cestas de lavandería también pueden ser un buen nido, siempre que las aberturas tengan menos de una pulgada de ancho. Si son más grandes, los gatitos pueden deslizarse y exponerse al riesgo de lesiones o enfriamiento.

4. Mantenlo cómodo, limpio y cálido

Cubre el fondo del nido con una toalla gruesa, una manta o ropa desechada, y colócalo en el lugar elegido. Es importante instalar la caja de arena para gatos, los recipientes de comida y agua. En definitiva, debes crear un lugar acogedor para la madre, que sea seguro y cálido para los gatitos.

También es crucial que cuides la higiene del sitio en donde colocarás a los mininos, pues las bacterias podrían infectarlos y ocasionarles problemas de salud. Ten presente que su sistema inmunitario aún no está listo para hacer frente a los patógenos.

 

Caja de arena para gato

5. Lleva a la madre con su camada

Pídele a la madre que salga de su posición actual seduciéndola con algún sabroso manjar. Pueden ser adecuados trozos pequeños de pollo cocido o una cucharada de atún enlatado.

La idea es sacarla del nido, pero no ahuyentarla ni asustarla. Es fundamental que ella vea lo que estás haciendo, pero a una pequeña distancia. Saca a los gatitos de su antiguo nido, con cuidado de manipularlos para evitar que se caigan al suelo.

Los gatitos lloran cuando son manipulados para atraer la atención de la madre. No permitas que sus maullidos te desanimen para trasladarlos a un sitio seguro.

En caso de que el nuevo espacio que hayas preparado se encuentre demasiado lejos del original, lo mejor es utilizar una jaula de transporte grande para la madre y los hijos. De esta forma no tendrás que separarlos.

6. Instala a la madre en el nuevo sitio

Pídele a la madre que te siga al nuevo nido. Deja que ella mire mientras pones a los gatitos y el nido en el nuevo hogar. Siempre debes permitir que la madre siga a los gatitos al nuevo nido.

Algunas madres sienten que sus gatitos se ven afectados y pueden ser agresivas. Usa mangas largas, pantalones y guantes gruesos si crees que la madre podría intentar proteger a sus gatitos cuando los muevas.

7. Mantenlos en su nuevo nido y permite que se adapten

Una vez que todos los gatitos y su madre estén en el nuevo nido, cierra la puerta. Revisa pocas veces durante el día para permitir que la familia se adapte a su nuevo entorno.

La madre probablemente no apreciará la nueva ubicación y querrá intentar mover y esconder los gatitos nuevamente. Con esto en mente, elige un lugar donde puedas evitar que la madre salga.

Darle a la madre golosinas sabrosas una o dos veces diarias durante unos días puede hacer que se sienta más receptiva su nuevo espacio.

La madre puede estar molesta al principio, pero debe calmarse gradualmente. Asegúrate de que ella y los gatitos tengan todo lo que necesitan, y de que la madre cuide bien a sus mininos.

9. Últimas precauciones para la camada

Los gatitos recién nacidos aún no han desarrollado sus sistemas inmunológicos,  así que lávate las manos cuidadosamente antes de manipular a los bebés.

Evita el contacto directo con otros animales de la casa, para evitar la propagación de gérmenes.

Acariciar y recoger gatitos recién nacidos puede ser peligroso. Los gatitos, al igual que los bebés humanos, son extremadamente frágiles.

Si los manejas bruscamente o si los sueltas accidentalmente, puedes dañar los huesos u órganos vitales. Siempre debes ser muy amable con los recién nacidos. En caso de tener niños pequeños en casa, debes supervisar de cerca mientras ellos manejan a los gatitos.


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