Ictericia en gatos: síntomas, causas y tratamientos

La ictericia en gatos es un signo clínico grave que indica un fallo hepático, sanguíneo o del conducto biliar. Requiere atención veterinaria inmediata.

Un gato adulto con ictericia.

La ictericia en gatos es un signo clínico muy grave. En este cuadro, la piel del animal y otros tejidos superficiales se muestran con un color amarillento, algo que se nota fácilmente por el cambio de coloración de la esclerótica de los ojos y del tono del pabellón auricular de la oreja. Este “amarillamiento” de la superficie del felino se acompaña con síntomas como apatía, fatiga, diarrea y fiebre.

Esta condición refleja un problema en diversos sistemas biológicos del animal, sobre todo aquellos que involucran la circulación o la filtración de la sangre en el hígado. Si quieres saber más sobre la ictericia en gatos y sus causas, sigue leyendo.

¿Qué es la ictericia en gatos?

En primer lugar, es necesario destacar que la ictericia no es una enfermedad, sino un signo clínico. Esto quiere decir que el color amarillento de los tejidos indica una patología subyacente, pero no explica todo el proceso clínico por sí mismo. Este síntoma tiene lugar por un aumento de 5 a 10 veces de la bilirrubina sérica circulante en el cuerpo del animal.

La bilirrubina es un compuesto de desecho que se forma tras metabolizar la hemoglobina de los glóbulos rojos desechados, las células que le dan su color a la sangre y transportan oxígeno a los tejidos. En una situación de normalidad, esta biomolécula es secretada por el hígado en forma de bilis al intestino delgado y se excreta con las heces.

Por ello, el acúmulo de bilirrubina en el cuerpo suele responder a un fallo en el hígado (hepático). Entre las posibles causas fisiológicas de este signo clínico, encontramos las siguientes:

  1. Hay demasiados glóbulos rojos descomponiéndose o destruyéndose y viajando al hígado. Cuanta más hemoglobina libre se acumule en el cuerpo del animal, más bilirrubina se produce.
  2. El hígado está sobrecargado o dañado y no puede metabolizar las biomoléculas.
  3. La bilirrubina proveniente del hígado no puede ser liberada en el intestino delgado.

El exceso de bilirrubina se diagnostica cuando en la sangre del animal hay más de 2-3 miligramos por decilitro.

Un gato con ictericia y un fallo hepático.

Síntomas de la ictericia en gatos

Como los félidos están cubiertos de pelo, es muy difícil detectar un cambio en la tonalidad de su piel. Por esta razón, la ictericia felina suele ser más evidente en zonas desnudas o desprotegidas, como son la esclerótica ocular, la sección interna de la oreja (pinna) y en los tejidos de las encías.

Tal y como indica el portal VCA Hospitalsa veces el amarillo de las encías o de las orejas puede verse menos por una pigmentación más oscura en el animal. Por suerte para el tutor, la ictericia suele acompañarse de otros signos clínicos que indican un fallo hepático o sistémico. Entre ellos, destacamos los siguientes:

  • Vómitos y diarrea, a veces con secreciones mucosas o sanguinolentas.
  • Letargia, fiebre y pérdida de apetito.
  • Dolor abdominal.
  • Cambios en el color de la orina y las heces.
  • Incremento en la frecuencia y cantidad de micción (poliuria) e incremento en las ganas de beber agua (polidipsia).
  • Confusión mental, sobre todo en los casos graves. Si el hígado no funciona bien, se pueden acumular sustancias tóxicas en el cerebro del gato. Este cuadro se conoce como encefalopatía hepática.

Cualquiera de los síntomas citados con anterioridad evidencian la necesidad de atención veterinaria urgente. Si no se trata a tiempo, el fallo hepático en la mascota puede derivar en su muerte.

Causas de la ictericia en gatos

Hasta ahora, hemos hecho especial hincapié en que el hígado suele ser el órgano que más afectado se ve en los casos de ictericia. De todas formas, tal y como indican portales profesionales, existen otras causas posibles. Te las desglosamos en las siguientes líneas.

1. Causas pre-hepáticas

En este grupo, se engloban todas aquellas condiciones que fomenten la destrucción de glóbulos rojos. La ictericia en gatos de origen pre-hepático no se debe a un mal funcionamiento del hígado per se, sino a un fallo clínico a nivel sanguíneo.

Algunas de las condiciones que pueden fomentar la destrucción de hematíes son la hemobartonelosis, las reacciones adversas a fármacos, la anemia hemolítica autoinmune y otras muchas condiciones más. En estos casos, suelen ser necesarias las terapias inmunosupresoras. 

2. Causas hepáticas

Este bloque engloba las condiciones que más suelen causar la ictericia en gatos. A su vez, las enfermedades en el hígado que impiden el correcto filtrado de sustancias se pueden dividir en dos categorías diferentes:

  • Primarias: lipidosis en el hígado, neoplasias malignas hepáticas primarias, infecciones y anomalías congénitas portosistémicas, entre otras condiciones.
  • Secundarias: tumor metastásico en el hígado, acción de ciertos medicamentos, ingesta de toxinas, problemas metabólicos y sepsis, entre otras condiciones.

3. Causas post-hepáticas

En estos cuadros, el problema se encuentra en el conducto biliar, estructura que comunica el hígado con el intestino delgado que permite la excreción de la bilis. La pancreatitis aguda, los tumores en el conducto, los tumores duodenales y diversas condiciones inflamatorias pueden impedir que la bilis sea liberada.

Diagnóstico

Diagnosticar un cuadro de ictericia en gatos es muy sencillo, pues basta con observar al animal y notar que su piel está amarilla. El problema no es discutir si el felino tiene ictericia o no, sino dilucidar la posible enfermedad que ha derivado en el signo clínico. Para lograr un diagnóstico certero, se suelen llevar a cabo las siguientes pruebas:

  • Conteo sanguíneo completo (CBC): este tipo de pruebas pueden evidenciar la destrucción de los glóbulos rojos en masa o antes de tiempo. Si la causa de la ictericia es pre-hepática, es muy posible que el gato tenga anemia.
  • Aspiración con inyección: el veterinario puede insertar una aguja directamente en el hígado del animal y sustraer un grupo de células. Con esto, se puede detectar el estado general del órgano y si ha sufrido daños.
  • Biopsia quirúrgica: se anestesia al gato y se abre su cavidad abdominal, con el fin de observar directamente el hígado y su estado funcional. Es una prueba mucho más invasiva que la anterior, pero también más exacta.

En total, pueden ser necesarios hasta 30 tests sanguíneos para comenzar a sospechar una causa de la ictericia.

Tratamiento de la ictericia en gatos

Como hemos dicho en líneas previas, la ictericia no es una enfermedad, sino un signo clínico. Lo que debe ser tratado a toda costa es el problema subyacente, y si se aborda con eficacia, el color amarillo del gato debería desaparecer en poco tiempo.

En caso de que una enfermedad autoinmune esté destruyendo los glóbulos rojos, los fármacos inmunosupresores suelen ser el camino a seguir. Por otro lado, la remoción quirúrgica de tumores y bloqueos en el conducto biliar puede solucionar algunas de las causas post-hepáticas. Tratar un hígado dañado es una cuestión mucho más compleja.

Si el daño hepático ya se ha producido de forma irreversible, el manejo dietético desde casa y las terapias de soporte suelen ser las únicas opciones disponibles.

Un ejemplo del calicivirus fenino.

El pronóstico de cada paciente dependerá de la causa subyacente de la ictericia. De todas formas, esta condición suele evidenciar un fallo orgánico o sistémico moderado o grave, así que el prospecto suele ser reservado.

Bibliografía

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